Capítulo 40
1015palabras
2023-04-21 22:40
POV EMMET
Lilith se había ido a su habitación enojada y tenía razón de estarlo, yo no había sido totalmente sincero con lo que me estaba pasando y me estaba alejando de ella porque no quería presionarla con un tema que era jodidamente por mi maldita naturaleza.
Ser un hombre lobo era un verdadero problema muchas veces y en esta ocasión era más que un problema, no sabía que el haber encontrado a mi compañera, mis malditas hormonas serían tan inestables y mucho menos sabía que mi lobo sería tan insistente, yo no quería marcarla aún, recién nos estábamos conociendo y quería tener con ella un noviazgo normal, pero para eso parecía que primero iba a tener que poner las cartas sobre la mesa y decirle a Lilith por qué no podía tenerla tan cerca como yo quisiera.

Me pare del sillón y me dirigí a la habitación que les pertenecía a las chicas, Lilith estaba acostada en la cama mirando hacia el techo, ni siquiera se había percatado de que yo estaba en la habitación con ella.
Cuando me acerco a la cama veo algo extraño en sus ojos, ya no eran los ojos color mostaza que me gustaban, sus ojos eran rojos al igual que dos rubíes.
- Décès
El escucharle decir eso en el acento francés me hizo dar escalofríos y también me hizo sentir un frío en mi interior que jamás había sentido en mi vida.
-Lilith- La llamé acercándome a ella y tocándole el brazo, el cual se sentía terriblemente frío- Lilith.
Ella cerro los ojos una vez y sus iris de sus ojos volvieron a su color normal.

- ¿Emmet? - Pregunto abrazándose a sí misma- ¿Qué haces aquí?
- ¿Estás bien? - Le pregunto sentándome a un lado de su cama- Tus ojos hace un rato eran rojos.
Ella me mira extrañada y se sienta en la cama, no entendía que había pasado con ella, solo hace unos momentos atrás ambos estábamos en la sala besándonos y ella había salido enojada porque la había alejado de mí y minutos después la encontraba de una manera tan rara y que si no fuera porque estaba acostumbrado a lo raro ya hace rato hubiera huido de la cabaña.
-Estoy bien- Me dice parándose de la cama- Solo me quede dormida, capaz y viste mal.

No contradije lo que ella me estaba diciendo por qué en realidad no podía, para contradecirla tenía que tener pruebas y para esto justamente no lo tenía por lo que lo más prudente que podía hacer era hablar con su padre y que él me explicara que le estaba sucediendo a ella, por lo pronto tenía que arreglar otra cosa con ella, si es que no quería que nuestra relación terminara antes de tiempo.
-Tenemos que hablar.
-No lo creo- Me dice ella saliendo de la habitación y dejándome solo, sin embargo, no me iba a rendir, la iba a seguir hasta que me escuchara
-Lilith, estoy hablando en serio, tenemos que hablar, si queremos que nuestro noviazgo continúe tengo que decirte algo.
-Si quieres terminar nuestra relación- Me dice dan doce la vuelta para enfrentarme- Termínalo y ya, no necesitas amenazarme.
-No quiero terminar nada- La alcanzo y la tomo de los brazos- Quiero hablar para que esto funcione, para que no sientas que te rechazo porque quiero sino porque lo necesito, no quiero hacerte nada para lo que no estés preparada.
Sus ojos me miran sorprendidos, al parecer ella se había formado una idea muy diferente a lo que en realidad me estaba pasando, sabía que desde que estamos juntos ella no se sentía suficiente para mí y tenía que hacerle saber de una forma que era más que suficiente, que ella era más de lo que había esperado en toda mi vida.
- ¿Entonces porque te alejas?
-Porque no quiero lastimarte- Ella me mira con duda- Tú tienes que entender que no solo estás tratando conmigo, también estás tratando con mi bestia, la bestia que está escondida dentro de mí y aunque esa bestia no quiera lastimarte estoy seguro de que lo va a ser si dejo que tome el control de la situación cuando estoy contigo y eso es lo que quiero evitar al alejarte, porque no sé si pueda parar en el momento que las cosas se pongan más intensas, ya que mi parte bestia quiere marcarte como suya.
-Yo ya soy tuya-Me dice en un susurro soltándose de mi agarre y poniendo su mano en mi cara-Soy tu novia y compañera, cuando acepte serlo sabía que iba a ver momentos donde las cosas iban a ir más allá y no voy a negarte que aún tengo miedo de estar forma íntima contigo, pero sé que cuando llegue el momento tú me vas a cuidar.
-Es que no sé si voy a poder controlarme.
-Confió en ti
Ella se pone en puntita de pie y me besa, no es un beso casto, era un beso lleno de pasión y deseo.
Yo la atraje hacia mí, puse mis manos en su cintura y empecé a caminar hasta el sillón que estaba un lado de nosotros.
-Deberíamos parar- Le susurré contra sus labios mientras yo me sentaba en el sillón y ella se sentaba arriba mío- No quiero lastimarte.
-Estoy bien con esto- Me dice con una sonrisa- Solo tienes que dejarte llevar y veremos hasta donde llegamos.
Sabía que esto iba a terminar mal, pero mirándola así, ella encima de mí, era lo que menos me importaba, si ella quería averiguar hasta donde llegábamos, yo estaba dispuesto a ayudarla en su experimento, los dos sabíamos a lo que nos ateníamos si las cosas no salían como la esperábamos, solo esperaba no lastimarla.
Jamás había hecho esto con ninguna mujer, si había tenido numerables novias en el transcurso de mis años, pero jamás había llegado una que me interese tanto como para que mi lobo se volviera loco y estuviera así de desesperado por hacerla suya, estas nuevas sensaciones solo las había descubierto con Lilith y sabía que siempre iba a ser así.