POV EMMET
Tenía que protegerla y no pude hacerlo, deje que ella se sacara la cadenita sabiendo que su magia iba a explotar en el momento que ella lo hiciera, sin embargo, como ella había dicho, no teníamos otra opción, era eso o esperar a que mataran a los que quedaba a dentro del internado y esa no era una opción para ella y no era por los alumnos o profesores que estaban dentro, era porque su padre estaba en el lugar y ella aunque aún no podía hablar con él, no quería perderlo como lo había hecho con su mamá.
En el momento que ella se sacó la cadenita, empezó a alejarse de nosotros y se dirigió a las personas que estaban tratando de entrar al internado, ella empezó a decir unas palabras en francés y todas las personas empezaron a caer.

-Los durmió- Celebro Aine- Están todos en un sueño profundo.
Vi con asombro a Lilith no porque las brujas no pudieran hacer tales hechizos, sino porque se suponía que ella estaba aprendiendo solo a atacar, la directora había dicho que eso era lo primordial por el hecho de que si alguien quería atacarla iba a tener los medios para defenderse y tenía razón, pero el que Lilith supiera un hechizo de sueño y encima que lo pronunciara en perfecto francés era extremadamente raro.
Cuando el último hombre quedo en el piso, Lilith cayó al piso, los chicos y yo corrimos hacia ella. Un miedo demasiado grande se apoderó de mí en el momento que llegue a ella, sus manos estaban demasiado frías y su pulso se estaba volviendo casi nulo, la magia que ella había liberado había sido demasiado para su cuerpo.
-Tenemos que llevarla con sus hermanos- Grita Aine- Ellos pueden intercambiar magia con ella.
-No tenemos tiempo- Susurro y era verdad no lo había- La casa de los Clutterbuck está demasiado lejos como para llegar y ella no tiene suficiente tiempo.
-Emmet

-No tiene casi nada de pulso- Grite desesperado- Tenemos que hacer algo.
Cuando termine de decir eso alguien toma a Lilith en brazos, cosa que me descoloco y si no fuera porque tenía excelentes reflejos para reconocer a las personas hubiera cometido un grave error al atacar al padre de Lilith.
Escuche las voces de Alex y Jonh, sin embargo, no me interesaba de lo que estaban hablando, mi mirada solo estaba en Lilith, en el cómo sus mejillas coloradas por el frío se estaban volviendo cada vez más blanca, hasta su cabello rojizo que siempre parecía tener vida propia parecía que se estaba apagando a medida que los segundos avanzaban.
-No puedo llevarte conmigo- Escucho que la vos de Jonh dice y si no fuera porque Tomás, que estaba a mi lado, me codea, no hubiera sabido qué se dirigía a mí- No tengo la suficiente magia, pero puedes venir a la cabaña que tiene Alex cerca de la de ustedes, en ese lugar esta Deimon.

Yo asiento mientras ellos desaparecían delante de mí.
-Ve- Me ordena Tomás- Toma el auto y ve con Aine y Maikel, yo voy a ver si necesitan ayuda en el internado.
Nadie contradijo lo que nos había ordenado Tomás, porque sabíamos que no nos escucharía, él necesitaba sentirse útil cuando sentía que todo se le estaba por ir de las manos y aunque yo también necesitaba sentirme útil, lo que más necesitaba era estar con Lilith, saber que ella iba a estar bien.
POV JONH
Cuando llegue a la cabaña donde se encontraba mi hijo, él estaba caminando de un lado hacia el otro, su cara de preocupación y enojo se le podía ver de lejos.
-Deimon- Al escuchar mi vos su rostro todo enojado se movió donde estaba yo y sabía que si no fuera porque tenía a su hermana en brazos me hubiese insultado de pies a cabeza por dejarlo acá encerrado- Tienes que transferirle magia.
Mis pies fallaron por un momento y caí de rodillas, tuve que abrazar el cuerpo de mi hija lo mejor que pude para que no sé callera, no podía permitir que se golpeara de ninguna forma, aunque mis fuerzas estuvieran desapareciendo.
-Dámela- Él se acerca y me la saca de mis brazos y la acuesta en un sillón- Su magia es casi nula.
-Se sacó la cadenita y la utilizo con las personas que estaban queriendo entrar al internado- Respondí- No sé si los desmayo o los mato, cuando salí del internado todos estaban en el suelo.
-Si los hubiese matado ella estaría muerta- Me recuerda mi hijo tomando la mano de su hermana y haciendo que ambos brillen- Aunque no entiendo en donde aprendió un hechizo de desmayo, la abuela le está enseñando magia de ataque, no está clase de hechizos.
-Tu hermana sabe hacer hechizo desde pequeña- Le confieso- Cuando tu madre lo supo trato de pararlo con un hechizo de dormir poderes y borrado de memoria, sin embargo, no duro mucho el hechizo de dormir poderes y por eso la cadenita con runas que le hicimos a tu hermana, esa cadenita impedía que ella hiciera magia.
-Y el borrado de memoria se debilitó en el momento que madre murió
- Eso es lo que creo- Contesto, aunque no estaba tan seguro, el borrado de mente no se debilitaba así porque si, aunque la bruja que lo había hecho muriera por lo que esto tenía que tener otra explicación y tenía que hablar con Daniel para saberla- Solo transfiérele lo necesario, ella sigue siendo un peligro para ella sin la cadenita por lo que es mejor que siga inconsciente hasta que Emmet llegue.
Él asiente y culta las manos de su hermana, el rostro de Lilith había vuelto a tomar color, cosa que me hizo suspirar de alivio, no entendía cómo funcionaba la magia de mis hijos, pero desde que nos enteramos de que eran mellizos sabía que nada iba a ser normal con ellos, solo había existido un par como ellos, muchos años atrás y no se sabía casi nada de ellos, lo único que yo había logrado traducir de los escritos que hablaban de ellos era que ambos eran más fuerte juntos y que su magia eran iguales por lo que se podía transferir sin inconveniente.
- Tú también necesitas algo de magia- Me dice y sabía que tenía razón, aún no había podido levantarme del suelo donde continuaba arrodillado porque no sentía fuerzas, sin embargo, la única persona que podía darme un poco de su magia era Alex y ya había usado suficiente manteniendo el escudo en el internado- Voy a llamar a Alex
-Yo necesito descansar y estaré bien- Le digo sentándome en el piso bien- Aparte tu hermano está sacando a todos del internado y le ordene quemar el internado.
Él me mira dudando, sin embargo, no dice nada, sabía que le costaba confiar en mí y tampoco había hecho mucho para ganarme su confianza, desde que era chico lo aparte de mí no porque no lo quisiera, sino porque había pensado que así tendría una vida más sencilla, pero me había equivocado y ahora tenía que ganarme poco a poco la confianza no solo de Deimon, sino también la de Lilith.