Capítulo 33
1138palabras
2023-04-14 22:59
Maikel nos había levantado temprano a Aine y a mí para iniciar los preparativos sorpresas que teníamos para este día, lo primero en la lista era ir a comprar el regalo y lo segundo era ir a la cabaña y decorarla toda para que cuando Tomás llevara a Emmet a la cabaña estuviera todo listo.
Nos preparamos en silencio y antes de irme escribí una nota a Emmet deseándole buenos días y un Feliz cumpleaños, quería ser la primera en decírselo, era el primer cumpleaños que pasábamos juntos y quería que fuera perfecto para él.
-Caminen- Susurra Maikel después de que deje la nota- Tenemos que llegar al centro comercial rápido para después poder ir a la cabaña y preparar el almuerzo.
-Para que tú lo prepares- Habla Aine mientras salíamos de la habitación- ¿No?
-Como mucho nosotras podemos ayudarte a cortar la verdura-Le sigo el juego a Aine- Creo que eso si vamos a poderlo hacerlo bien.
-No quiero que tengan un accidente en la cocina- Se queja Maikel caminando delante de nosotras- Si algo les llega a pasar a ustedes mi hermano y mi mejor amigo me van a matar por lo que es mejor que ustedes elijan el regalo y decoren la cabaña, yo me voy a encargar del resto.
Aine y yo nos miramos aliviadas, no porque no quisiéramos ayudarlo, sino, porque ninguna de las dos sabía nada de cocina y no queríamos arruinar la comida para el cumpleaños de Emmet, no obstante, ya habíamos decidido que para la próxima vez que fuéramos a la cabaña nosotras prepararíamos la comida y para ello íbamos a inscribirnos en un curso de cocina que se había abierto hace poco.
Cuando salimos del internado nos sorprendimos ver lo nublado que se encontraba el día, se suponía que iba a ver sol, sin embargo, acá estábamos con un día horrible y que en cualquier momento podría largarse una tormenta.
-Es mejor que nos apuremos- Nos dice Maikel abriéndonos la puerta del auto para que entráramos- No me gusta que el clima este así.
-A mí tampoco me gusta- Susurre y entre al auto.
La última vez que había visto el tiempo así mi madre se había suicidado, por lo que me había dejado de gustar los días lluviosos, me hacían sentir como si en cualquier momento pudiera pasar algo y la verdad no quería sentirme hoy así, no cuando tenía que celebrar el cumpleaños de mi novio.
Mientras nos alejábamos del internado vi a autos negros con un logo extraño que cruzaban por nuestro camino y eso me hizo tener un mal presentimiento.
-Llama a Tomás- Le grite a Maikel, el paro el auto y miro para atrás en el lugar donde yo estaba- Diles que salgan ya.
Él me miro y no dudo en hacer lo que le estaba pidiendo, no sabía si era porque sabía que algo grave estaba por pasar o porque le dio miedo en el estado que yo me encontraba y la verdad no me importaba cuál de las dos opciones era, lo que me importaba era que Emmet y Tomás salieran del maldito internado.
-Salgan- Grito Maikel cuando Tomás contesto el celular- Están yendo autos negros al internado, tienen que salir, Aine está llamando a su padre para que él suene las alarmas- Miro Aine, no me había dado cuenta en el momento que había agarrado su celular- ustedes salgan por el pasadizo de la habitación.
-Mi hermano- Dije mirando a Maikel mientras él dejaba su celular de lado y me lo daba a mí.
-Llámalo- Me ordena y trato de acordarme cuál era el nombre de mi hermano- Se llama Deimon, lo tengo registrado así en el celular.
Maikel empezó a conducir nuevamente mientras yo llamaba al número que él tenía registrado como Deimon, dos veces lo tuve que llamar y cuando el contestador estaba por cortar nuevamente para volverlo a llamar, él contestó con su vos adormilada.
-Soy Lilith- Dije, pero nadie contesto del otro lado- Tienes que salir del internado, están yendo autos negros con un logo extraño, tengo un mal presentimiento.
-No estoy en el internado- Me contesta bostezando- Le iré a avisar a padre capaz que él pueda llegar con sus hombres antes de que se lleven a alguien.
-No creo que pueda llegar- Le contesto- Seguramente ya están en el internado, nosotros no estábamos tan lejos cuando los vimos pasar.
- No sabes lo que padre es capaz de hacer- Escucho ruidos al otro lado de la línea- ¿Puedes describir el logo que viste?
-El logo era extraño, puedo encontrar un papel y tratar de dibujarlo.
-Deciles que eran los que hacen experimentos con nosotros- Habla Maikel- El logo era madera, fuego, acero y plata.
-No hace falta que lo repitas, lo escuche- Dijo antes de que pudiera repetir- Pon en alta vos.
-Listo- Le dije cuando lo hice- ¿Qué quieres decir?
-Nuestro padre y el de Emmet están yendo para haya- Nos avisó y los tres suspiramos de alivio- El internado está cerrado, nadie puede entrar a menos que sepan burlar los poderes de la directora, cosa que dudo, ahora lo importante es que ustedes se pongan a salvo.
-Nosotros vamos a recoger a Emmet y a mi hermano en el bosque- Responde Maikel- No vamos a dejarlos solos.
-Jamás diría que los dejen solo- Sé escusa el que se suponía que era mi hermano- Lo único que estoy diciendo es que se pongan a salvo y que encuentres lo antes posible a los chicos, si no pueden entrar al internado sabemos que van a ir a buscar por los alrededores y solamente ustedes están.
-No te preocupes, nos pondremos a salvo- Conteste yo- ¿Algo más?
-Si una cosa- Afirma- Gracias por pensar en mí.
-No te conozco, pero eres mi sangre, mi mellizo y siempre que me necesites voy a tratar de estar.
No espero a que me diga nada y corto, no sabía si se lo había dicho porque en verdad lo sentía o por el momento que estábamos pasando, el peligro a veces te hacía decir cosas que no querías decir y no sabía si este era el caso, pero no tenía tiempo de pensar en esto, tenía que averiguar si mi amigo y mi novio estaban en verdad bien.
-Tomas- Grito Aine y yo miré para donde ella estaba mirando tratando de ver a los chicos y tenía razón, Tomás estaba no muy lejos y al parecer Maikel también lo vio porque aumento la velocidad hasta que llego a él- ¿Dónde está Emmet?
-No lo sé- Conteste preocupada y salí del auto cuando Maikel estaciono el auto- ¿Donde está Emmet?
-Está escondido- Contesto con una sonrisa- Tu novio está en paños menores.
Suspire al saber que mi novio estaba bien, por lo menos habíamos logrado sacarlos antes de que pasara algo.