Capítulo 19
958palabras
2023-03-05 20:03
Emmet me había dicho que cuando amaneciera y hayamos desayunado me contaría todo lo que quería saber y sin más se fue dándome un beso en la frente y dejándome el diario de mi madre entre mis manos.
Lo menos que podría hacer en este momento era dormir, apenas podría pegar el ojo, por lo que me senté en la cama y saltee algunas hojas del diario de mi mamá, necesitaba saber algo más.
[Lilith acaba de cumplir diez años, no sé que más hacer para frenar sus poderes, el hechizo que Daniel y yo habíamos hecho hace años ya no funcionaba en ella y aunque quisiéramos hacerle otra, ves el hechizo, no podíamos hacerlo, no sabíamos qué repercusiones podría tener en su mellizo por lo que tendría que buscar otra manera de mantener su magia encerrada, por lo menos hasta el momento que le pueda enseñar a controlar sus poderes.]

Por lo menos leer de ella tranquilizaba toda mi ansiedad que estuve sintiendo desde que llevé a Nueva Orleans, Emmet tenía razón en una cosa, no tenía por qué reclamarle nada a mi mamá, porque ella lo único que hizo siempre era tratar de protegerme, no entendía sobre qué o si estaba loca al decir que ella, Daniel y yo teníamos magia, aunque al ver la cara de Emmet cuando leyó la primera hoja del diario me hace dar cuenta de que por lo menos mi madre loca no estaba.
Seguí leyendo las demás hojas, decía casi lo mismo que la que acababa de leer, mi mamá estaba preocupada por el descontrol de mi magia, cosa que estaba deteriorando mi salud, comía más, dormía más de lo que dormía usualmente y también había momentos en los que mis piernas perdían la fuerza y eso era lo que justamente me estaba pasando ahora, sin embargo, no veía que tuviera ningún poder.
La última página que leí, me dejo asombrada, porque ahora no entendía por qué no lo reconocí en el momento que lo vi.
[Ha venido Jonh al desfile, lo había visto mientras caminaba por la pasarela, lo primero que quince hacer fue correr hacia donde estaba mi hija y largarme de acá porque temía que su madre también estuviera por acá, sin embargo, en el momento que nuestras miradas se cruzaron él negó con la cabeza y me sonrió, entonces supe que él estaba solo acá, cuando el desfile termino el vino a mi camerino, Lilith tenía sus auriculares por lo que estaba segura de que no escucharía nada de lo que él me dijo, me contó que los poderes de Deimon estaban descontrolados y estaba preocupado por los de nuestra hija por lo que escapo para vernos, le conté lo que estaba pasando con sus poderes y me sugirió volver a Nueva Orleans, cosa que me negué, sabía que si volvíamos, no íbamos a poder irnos más por lo que terminamos discutiendo, lo eche aunque me dolió y antes de irse me dio una cadenita para que se la diera a nuestra hija, no sé si Lilith presto atención a lo que había pasado, pero cuando me di la vuelta ella seguía con su mirada es su celular y moviendo su boca como si estuviera cantando la canción que estaba escuchando por sus auriculares.]
Cuando leí sobre la cadenita que mi mamá me había dado al otro día de esa discusión con el que yo pensaba que era solo un admirador pesado de ella, toque mi cuello para poder tocar dicha cadenita, porque siempre la había usado desde ese día, sin embargo, ya no la tenía, cosa que me resulto extraño, siempre la había usado desde que me la había dado, ni siquiera para bañarme me la sacaba, después de buscarla como desesperada me acordé que el día que habían enterrado a mi mamá le puse la cadenita a ella, esa era mi forma de decirle que siempre íbamos a estar unidas, de una forma u otra.
No quise leer más por lo que cerré el diario y lo puse debajo de mi almohada, tenía mucho en lo que reflexionar, aún no podía creer que no haya reconocido a mi padre, ese día era como si estuviera borroso en mi mente; sin embargo, cuando lo vi a Jonh en la mesa me pareció conocido, pero había pensado que lo había confundido con alguien no que ya lo había visto, ahora todo cambiaba para mí, porque sabía que por lo menos esa vez él se preocupó por mí, ya no pensaba que a mi padre no le preocupaba, pero aún estaba el hecho de que jamás lo tuve en mi vida mientras lo fui creciendo, a él lo tuvieron mis hermanos, no obstante, creo que estábamos a manos con mis hermanos, porque ellos no tuvieron a nuestra madre porque la tuve yo.

Creo que en algún punto de mi vida tendría que hacer terapia, esto era demasiado para una persona, toda mi vida había creído que era hija única y que mi papá había muerto o la había dejado a mi mamá en el momento que se enteró de que estaba embarazada, ahora resultaba que no, que mis padres están casados, que intentaron irse, pero mi abuela loca se los impidió y la única que puso escaparse fue mi mamá conmigo, mis hermanos se habían quedado atrás con mi padre y para rematarla éramos una familia de brujos al parecer, cosa que aunque quisiera creerlo, me costaba demasiado, esto solo pasaba en las películas y en los libros no en la vida real.
Cerré los ojos dejando de pensar en todo eso, en la mañana podría atacar a mi ahora novio con preguntas, ahora dormiría un poco para poder estar bien despierta cuando me lo dijera todo.