Los gemelos a pesar de que había comido un montón, igualmente compraron mucha comida por las dudas de si a mí me daba hambre en el transcurso del viaje por lo que el auto estaba llena de comida y con un olor delicioso, el cual en vez de apaciguar mi hambre lo estaba incrementando de una manera insoportable, sin embargo, no quiere decirle nada a los chicos, no quería que me miraran con cara de preocupación, ya que hace poco habíamos comido por lo que me quede sentada mirando por la ventana, mientras Emmet conducía y Aine y los gemelos charlaban atrás.
- ¿Qué es lo que te pasa? - Me pregunto Emmet después de dos horas de viajes al ver que yo no pronunciaba palabra- ¿Te sientes mal?
-No solo que no tengo muchos ánimos de hablar- Le respondo sin mirarlo- Creo que tendré que llamar a mi abogado para que pueda sacarme de Nueva Orleans, desde que llegue acá muchas cosas me están pasando.

Pensé que no me había escuchado, sin embargo, cuando lo mire vi que tenía una cara de enojo, lo que me hizo dar cuenta de que, si me había escuchado, pero no sabía qué decirme.
-Trata de disfrutar este viaje con nosotros- Me dice Aine tranquila- Vamos a pasar Año Nuevo en la casa de tus suegros y después decides si es que te quieres quedar o irte.
Yo rodé los ojos cuando menciono a mis supuestos suegros, ya que ni siquiera habíamos hablado del asunto de que éramos realmente, después de los besos que nos habíamos dado en la habitación o después de lo que le habíamos dicho a mi abuela por lo que tenía que hablar con él y poner en claro nuestra relación por lo menos para que ninguno de los dos nos confundamos más adelante.
-Por lo menos cuando estemos nosotros solos no mencionen nada del supuesto noviazgo o de mis supuestos suegros- Digo apoyando mi cara a la ventana- Es mejor tener en claro las cosas entre nosotros, todos somos amigos y no quiero que ustedes se sientan incómodos por lo que nosotros inventamos para poder salvarme de un casamiento que no quiero.
Los chicos no dijeron nada, sin embargo, sentía que el ambiente en el auto se había vuelto más frío por alguna razón que no podía descifrar, quise mirar a cualquiera de mis amigos, pero no quería cruzar mi mirada con mi supuesto novio por lo que seguí con mi cara apoyada en la ventana y me entretuve mirando el paisaje, no sabía cuánto tiempo es que íbamos a estar viajando hasta llegar a la casa de los padres de Emmet por lo que me dispuse a dormir para dejar de pensar en la comida que aún no quería pedir por qué tenía vergüenza.
Lo mejor era dormir un poco.

POV EMMET
No tenía por qué sentirme mal, pero sus palabras me hacían sentir incómodo, se supone que ella era mi compañera, que ella era mía, sin embargo, al decir cosas como esto me hacía dar cuenta de que ella no era como yo, ella no sentía la pertenencia que sentía yo por ella y eso me estaba matando, porque mi lobo tampoco estaba contento con esta situación, él quería marcarla como suya y lo único que podía hacer era detenerlo, lo único que iba a lograr al marcarla era que se asustara y no quisiera saber nada de mí y eso era lo último que quería.
-Tienes que entenderla
Escucho que dice Aine cuando se cerciora de que Lilith se había quedado dormida, no entendía cómo podía seguir durmiendo cuando había dormido casi un día completo, sin embargo, ninguno hizo amague para despertarla, cuando lleguemos a los terrenos de los lobos todo efecto secundario que estuviera teniendo por el drene de poder se iba a ir o por lo menos eso era lo que mi madre me había dicho, momentos antes de que ella saliera de la habitación de enfermería.

También era la única forma de que dejara de perder poder, pero la gran pregunta era si las runas que estaban por mi territorio serían lo suficiente para mantener el poder de una Clutterbuck mujer, ya que, aunque los hombres eran de verdad poderosos, las mujeres lo eran mucho más en su juventud y ella aún era una bruja sin siquiera saberlo por lo que era aún más peligrosa que cualquier otra.
-Aine tiene razón- Habla uno de los gemelos- Ella no sabe nada sobre nuestro mundo, puede que sea tu compañera, sin embargo, hasta que ella no sepa nada de lo que somos realmente, ella, aun así, va a pensar que todo este noviazgo que te inventaste es de mentira por lo que tienes que tener paciencia.
- ¿Más paciencia? - Pregunte tratando de concentrarme en mi manera de conducir- Saben muy bien que yo puedo tener más paciencia de la que puedan imaginar, pero el gran problema es mi lobo, él no tiene tanta paciencia como la tengo yo.
-Solo es un poco más- Dice Aine- Es hasta que le podamos decir las cosas sin volver la loca
Ese justo era el problema, no le íbamos a poder decir esto sin volverla loca en el proceso, por lo que era mejor decirle la verdad en cuanto pudiéramos, porque si no ella supondría que nos divertíamos a su costa y eso era lo que menos quería, quería que ella confiara en nosotros y más en mí y ocultándole las cosas no lo iba a poder hacer.
Todos dejamos de hablar por miedo de que Lilith se despertara de repente, por lo que nos quedamos callados el resto del camino, todos sumergidos en nuestros pensamientos tratando de encontrar la mejor forma de decirle las cosas a Lilith, pero no había una buena forma de decirle jamás lo habría.
Ella se crio como una humana más, una del montón y aún no sabía que era más que importante para nosotros, yo no era tonto, sabía que la señora Clutterbuck por algo la había traído y ese algo no era porque le importara que su nieta haya quedado huérfana, sino porque era la clave a todo lo que estaba pasando en nuestro mundo.
Solo esperaba que un sacrificio no fuera lo que estuviera en mente de esa bruja loca porque la única sacrificada iba a terminar siendo ella si se atrevía a tocar a Lilith.