Cuando me desperté lo primero que vi fue mi celular el cual me mostraba un horario que no podía ser, no podía creer que me había dormido todo un día y que ya fueran las siete de la mañana, jamás había dormido tanto y lo peor era que aún continuaba teniendo suelo como si no hubiera dormido todas esas horas.
-Al fin despiertas- Me dice Aine con semblante preocupado- Emmet estaba por llamar a la enfermera y a la directora porque, aunque los mellizos te movieron para todos lados, ni siquiera te mosqueaste.
- ¿Estás bien?

Ignore la pregunta de Emmet y me centre en lo que decía mi amiga, la cual seguía hablando de todo lo que hicieron para que yo despertara y, aun así, no lo había hecho.
-Seguramente estaba muy cansada- le digo con una sonrisa- Es mejor que me prepare para ir a desayunar.
-Iremos a la casa de los padres de Emmet- Me informa uno de los mellizos, los cuales me miraban preocupados- Estaremos haya hasta Año Nuevo, por eso intentábamos despertarte, para saber si querías ir o no.
-Tengo que presentarle a mi novia- Me dice Emmet y yo ruedo los ojos- Aunque seas una novia de mentira, ellos tienen que creerlo para que tu abuela no desconfié.
-Muy bien- Digo sentándome en la cama, para después ponerme de pie, sin embargo, cuando me puse de pie una vez más caí sentada en la cama- Chicos, no me siento bien, pareciera como si no tuviera energía
Los cuatro me miraron preocupados y Emmet fue el primero en acercarse y alzarme para sacarme fuera de la habitación.

- ¿Qué haces? - Le pregunto, pero él no me contestaba, se lo veía preocupado- Emmet
-Te llevo a la enfermería- Me dice- Esto no es normal
No le dije nada porque yo también sentía miedo, no podía creer que me sintiera así, jamás me había pasado esto, pero últimamente muchas cosas raras estaban pasando desde que murió mama, mi apetito había aumentado de una manera preocupante, jamás me llenaba y la otra cosa que me pasaba era que veía cosas por ratos, personas que estaban por un segundo y después cuando abría los ojos ya no estaban, ahora se le sumaba el hecho de que ni siquiera podía caminar porque me sentía débil después de dormir casi un día completo.
Cuando llegamos a la enfermería, Emmet le dijo a la enfermera lo que me estaba pasando, le dijo cada cosa, todo lo que comía, todo lo que dormí y también le dijo que por ratos me quedaba mirando a la nada, todo eso sumando a lo que me estaba pasando ahora hizo que la enfermera me quedara mirando y le pidió a Emmet que me dejara en la camilla y fuera en busca de la directora.

-No la voy a dejar sola
-No está sola- Le dijo la enfermera- Está conmigo, aparte tampoco le puedo hacer nada hasta que venga la directora, por lo que tienes que traerla ahora para que pueda hablar con ella y decidir que aremos.
Él me miro y yo asentí para que fuera, necesitaba saber qué es lo que me estaba pasando, esto no era normal, no cuando jamás me había sentido así en mi vida, aparte ya no tenía a mi mamá para que ella estuviera conmigo si algo malo me está pasando.
-Tranquilízate- Me dice la doctora- Seguramente no tienes energía porque desde ayer a la mañana no comes, pero necesito hacerte exámenes para asegurarme.
Asentí mientras ella preparaba todas las cosas antes de que viniera la directora y Emmet, lo que no esperaba que en el momento que ellos llegaron también los mellizos y Aine se adentraron en la pequeña habitación que era la enfermería.
-Tienes que esperar afuera- Les ordeno la enfermera- Necesito espacio para trabajar en su amiga.
-Ella tiene razón- Les dice la directora- Tienen que darle su espacio para poder trabajar bien- Los mellizos y Aine asintieron y se marcharon afuera de la habitación- A usted también le hablo señor Stone
Emmet me quedo mirando y aunque tenía ganas de decirle que se quede aún seguía enojada con el porqué ayer me había dejado por lo que asentí y deje que se fuera sin decirle nada, era lo mejor mantenernos ambos lejos el uno del otro por lo menos esos no me haría confundir más de lo que ya estaba con nuestra relación, la cual en estos momentos era lo suficiente complicada.
-¿Qué tiene la señorita Clutterbuck?- Le pregunta la directora dirigiéndose a la enfermera una vez que Emmet dejo la habitación- ¿Es grave?
-Solamente no ha estado comiendo bien- Le dice la enfermera restándole importancia- Pero para no quedarnos con la duda le haré exámenes de sangre y orina para saber que en verdad está bien.
La directora asiente y la doctora empieza con el examen de sangre primero y después me pide que vaya al baño que también estaba a unos pasos de la camilla y me da un frasco para que hiciera pis.
-¿Puedes caminar?- Me dice la enfermera, yo me bajo de la camilla y apoyo el pie con miedo, sin embargo, no me caigo cuando apoyo los pies como había pasado antes en mi habitación, ahora me sentía mejor y aunque no sabía la razón, lo agradecía en verdad.
Hice lo que la enfermera me había ordenado y después de entregarle el frasquito me dijo que los resultados muy probablemente estarían entre quince días, cuando ella dijo que me podía ir, o hice sola, ya que la directora se había quedado hablando con la enfermera.
Al estar afuera de la habitación vi a mis amigos enojados los cuatro por no haberse podido quedarse, sin embargo, a los segundos me abrazaron todos y eso me hizo sentir un poco de tranquilidad.
Aunque mi mamá no estaba tenía a estas personas que se habían convertido en lo mejor que tenía y por lo que veía siempre iban a estar conmigo.