Capítulo 55
1680palabras
2023-03-01 00:01
Bo Yanxi no dijo nada y caminó en silencio hacia el fregadero.
Dejó correr agua caliente, vertió detergente, lavó los platos, los enjuagó y luego los secó...
Hizo todo de una sola vez y sus movimientos eran suaves y ensayados.

Nan Qi, quien se encontraba parada a su lado, no podía creerlo.
¿¿Por qué Bo Yanxi, presidente de una empresa, sabía cómo lavar los platos??
"Desde que era niño, mis padres me dijeron que lavar los platos es una tarea de varones", dijo Bo Yanxi en el momento justo para aclarar sus dudas.
"Oh...". Nan Qi seguía sorprendida y no sabía cómo reaccionar.
"Desde niño mi padre me enseñó que si no valoro a mi mujer, habrá muchos otros a su alrededor que sí lo harán", agregó Bo Yanxi.
Habló con mucha seriedad, sin embargo, al mismo tiempo, era como si estuviese explicando un tema insignificante.

Nan Qi no pudo evitar sonrojarse; bajó la cabeza y rápidamente salió de la cocina.
Su mujer...
¿Estaba coqueteando con ella?
Sin embargo, era obviamente un matrimonio falso.

Luego de lavar los platos, Bo Yanxi dejó la cocina impoluta; incluso limpió el cesto de basura.
Nan Qi se sentó en el sofá y lo observó mientras limpiaba. Entonces, un pensamiento inexplicablemente cruzó su mente.
De hecho...
Era bueno ser la mujer del señor Bo.
Mientras Bo Yanxi limpiaba, afuera había truenos que retumbaban uno tras otro, relámpagos y fuertes vientos.
Tenían que esperar porque era peligroso conducir con este clima.
Los dos se sentaron en la sala y esperaron durante una hora. El reloj ya marcaba las 12 de la noche.
Nan Qi estaba reamlente cansada por lo que tomó la iniciativa y dijo: "¿Por qué no vamos al día siguiente?".
De todos modos, no era la primera vez que vivían bajo el mismo techo. Además, había tres dormitorios en la casa, suficientes como para que puedan vivir allí.
Bo Yanxi estuvo de acuerdo y dijo que estaba bien.
Como habían llegado a un consenso, Nan Qi sintió que debía hacer lo posible por ser la anfitriona.
Después de todo, cuando ella vivió en la Villa Bo, Bo Yanxi había arreglado todo.
Luego de buscar en el guardarropa, encontró unos pijamas amarrillos de hombre.
Bo Yanxi no tuvo siquiera el tiempo de preguntarle por qué tenía pijamas de hombre en su casa. Simplemente no pudo decir nada por el estilo del atuendo.
No solo era un mameluco, sino que además el diseño era el de un pato amarillo.
En el pecho tenía impreso un dibujo de la cara de un patito amarillo y, en cada costado, dos bolsillos con forma de patas de pato.
A Nan Qi no le parecía para nada extraño. De hecho, se lo mostró con alegría y dijo: "Me gustan estos pijamas de pato, pero es una pena que solo vienen en un conjunto para parejas... Es perfecto para ti".
En silencio, Bo Yanxi agarró los pijamas.
Quizás... estos eran los estándares estéticos de un hombre joven.
Pero, como a ella le gustaban tanto, se dijo a sí mismo que lo olvidara y que los usaría por ella esta vez.
"Todos los artículos de tocador están ya allí; llámame si necesitas algo...". Luego de esas palabras, Nan Qi regresó a su habitación a darse una ducha.
Cuando regresó a la sala para buscar algo para beber, finalmente se puso los pijamas de patito amarillo que tanto había anhelado y los combinó con una cinta para la cabeza.
Tenía también puestas un par de pantuflas de pato amarillas que hacían un sonido extraño cuando caminaba.
Luego de darse una ducha, Bo Yanxi salió del baño y sus ojos inevitablemente se oscurecieron.
Frente suyo nadaba una cosita amarilla y tierna. Tenía un vaso con refresco helado en la mano y sus cachetes se inflaban al beber el líquido marrón con un sorbete.
"Esto es para ti". Cuando Nan Qi lo vio salir, corrió hacia él con otro vaso de refresco.
Bo Yanxi se sintió inexplicablemente acalorado y bebió más de la mitad.
"Iré a la cama primero; tú también deberías acostarte temprano". Nan Qi no notó nada inusual y, con sus pequeñas pantuflas de pato amarillas, regresó a su habitación.
¿Cómo podía ser tan tierna? Realmente quería hacer algo romántico e íntimo con ella.
Su mirada acalorada se profundizó y, lentamente, dos chorros de líquido rojo fluyeron por su nariz.
No tenía palabras.
Se limpió la sangre de su nariz con calma y regresó al baño para darse una ducha fría.
No podía permitir que sus emociones se desbocaran. Si la chica olía su aroma, pensaría que era un pervertido.
Temprano a la mañana siguiente, Nan Qi empacó sus cosas y regresó a la Villa Bo.
Nadie volvió a mencionar el divorcio de nuevo, como si hubiesen regresado a la vida sencilla y cálida de cuando recién se habían casado.
Si había algún cambio, era que Nan Qi finalmente podía pedir lo que quisiera. Además, podía correr y saltar sin escrúpulo alguno.
Unos días después, Bo Haodang fue dado de alta en el hospital y regresó a la casa en cuanto pudo. También sacó misteriosamente una estatua de jade blanca e insistió que el señor Cao le encontrara un lugar en el salón.
Nan Qi lo observó en silencio al señor Cao poner la estatua con mucha felicidad en el mejor lugar. Finalmente, creyó que el señor Cao era el espía de Bo Haodang.
Si fuera un ama de llaves normal, no haría semejante cosa.
Nan Qi regresó a su habitación con un ánimo complicado y se preparó para dormir una siesta. Sin embargo, apenas se acostó, recibió una llamada telefónica extraña.
Del otro lado de la línea, estaba la voz de Nan Qingfeng. "Nan Qi, soy yo, Qingfeng".
Nan Qi estaba exhausta. "¿Qué diablos quieres?".
Nan Qingfeng la llamaba desde un número diferente cada vez.
No esperaba que fuera tan persistente como para seguir cambiando su número para llamarla.
Si continuaba de ese modo, ella tendría que cambiar su propio número.
¿Recién ahora sabía cómo tratarla? ¿Por qué no lo había hecho antes?
Nan Qingfeng suspiró con impotencia. "Solo quiero preguntar... ¿Cómo has estado ultimanente?".
Estaba preocupado por ella desde que Nan Qi se había ido de la casa.
Había contratado un par de veces detectives privados para que la investigaran, pero ni siquiera pudieron averiguar dónde vivía Nan Qi. Menos aún averiguar información sobre el padre de su hijo.
No había sido hasta hace un momento que accidentalmente se enteró por Nan Sheng que Nan Qi parecía estar viviendo en una zona residencial de lujo.
Se apresuró para llegar junto a su asistente y llamó a la puerta por un rato largo. Sin embargo, la puerta no se abrió y, por eso, no pudo evitar preocuparse un poco.
Nan Qi le dijo con claridad: "Estoy muy bien".
"Entonces, ¿quién es el padre de tu hijo? ¿Conoces su situación familiar? ¿Qué harás con el niño? Si quieres quedártelo, ¿no deberías casarte?".
De acuerdo a lo que Nan Qi había dicho la última vez, se iba a casar con el padre de su hijo y quedarse con el niño.
Sin embargo, ella era joven y no hacía mucho que había venido del campo. Por eso, le preocupaba que la fueran a engañar.
"¿Tiene algo que ver contigo?".
Cuando terminó de hablar, Nan Qi cortó la llamada con decisión.
Del otro lado de la línea, Nan Qingfeng estaba sentado en el salón de té del primer piso de la Villa Nan escuchando el sonido frío y metálico, y suspiró con impotencia.
Parecía que Nan Qi estaba decidida a no tener nada que ver con la familia Nan.
No comprendía; eran familia. ¿Qué malentendido no podrían superar?
"Qingfeng, te preparé un pastel. Pruébalo...", dijo Nan Shengxia mientras, obedientemente, entraba en la sala e interrumpía sus pensamientos.
"Déjalo", dijo Nan Qingfeng mirando con expresión calma el pastel recién horneado.
"Qingfeng, ¿quieres un poco de té? Te haré compañía". Nan Shengxia dejó las cosas que traía en sus manos e intentó complacerlo con cuidado.
"No hace falta; quiero estar solo un rato".
"Está bien".
Nan Shengxia no supo qué hacer y simplemente se quedó parada con los puños apretados.
Apenas se dio vuelta, la expresión en su delicado rostro cambió y se volvió sombría.
Nan Qingfeng se había vuelto mucho más frío con ella desde el banquete de celebración.
Se había vuelto incluso peor, especialmente desde que el rumor de que Nan Qi había hecho trampa. No importaba cuánto intentaba Nan Shengxia complacerlo, él siempre actuaba con indiferencia. Por el contrario, todos los días la llamaba a Nan Qi para preguntarle cómo estaba su salud y para darle dinero.
Debía ser esa p***a que instigaba a sus espaldas.
Su hermano mayor era por defecto el heredero de la empresa y quien estaba a cargo del poder financiero de la familia. Si ella caía en desgracia con él, sería un gran problema para ella.
Cuanto más pensaba Nan Shenxia en eso, más se enojaba. Entonces, le envió un mensaje de voz a Zhao Wen: "Zhao Wen, a pesar de que Nan Qi te humilló en el banquete de celebración, sigue siendo mi hermana. ¿Puedes, al menos por mí, olvidar este asunto?".
Zhao Wen se enojó apenas la escuchó llorar a Nan Shengxia. "¿Qué sucede? ¿Esa z***a volvió a acosarte?".
Nan Shengxia estaba aún más agraviada. Quiso decir algo, pero se detuvo al pensarlo dos veces. "Mi hermano mayor me ignora por culpa de ella... Si se entera de que hiciste esto, seguramente descargue su ira contra mí".
Zhao Wen se exasperó de ira.
Nan Qi era realmente una campesina y tenía muchos trucos sucios bajo la manga.
Había sido expulsada de su casa y criticada en internet. Así y todo, seguía acosando a Shengxia.
Entonces, Zhao Wen envió un mensaje enojada a varias de las empresas de trols a cargo de arruinar la reputación de Nan Qi. "Pagaré 100.000 más. Quiero que Nan Qi nunca pueda recuperarse de esto. Sin mencionar que realmente hizo trampa y, si no lo hubiese hecho, quiero que no pueda explicar nada...".