Capítulo 50
1541palabras
2023-02-24 00:02
Bo Yanxi regresó a la sala con una computadora portátil.
Con gran habilidad ingresó la contraseña de la cuenta de Nan Qi y volteó a preguntarle: "¿Estás segura de que quieres estudiar en la Universidad S?"
"¿Ah?"

Nan Qi no esperaba que él aún estuviese pensando en ese asunto y le contestó tartamudeando: "Usted... ¿No fue a buscar a un abogado para divorciarte de mí?"
El rostro de Bo Yanxi, quien finalmente había vuelto a la normalidad, de repente se ensombreció y respondió: "¿Qué estás diciendo?"
Nan Qi bajó la cabeza con remordimiento, agarró la colcha y le dijo con honestidad: "Sé que te casaste conmigo para que el niño fuese legítimo. Por ende, independientemente de lo que suceda, la señora Bo no podría ser una mujer común y corriente como yo. Sin duda, entendería si usted quisiera divorciarse de mí, en vista de este malentendido".
Él guardó silencio y se preguntó a sí mismo si en algún momento había pensado en divorciarse.
"Aunque no firmamos un acuerdo prenupcial, no se preocupe por eso porque no quiero su dinero y no voy a pedir repartición de bienes. Si quiere divorciarse, no voy a oponerme. En más, podemos firmar un acuerdo en este mismo instante, y yo me iría de la casa dentro de un año.
La joven había reflexionado mucho sobre el asunto, y Bo Yanxi casi trituró el ratón de tanto apretarlo.

Al ver que él se quedó callado durante un buen rato, Nan Qi levantó tímidamente la cabeza, lo miró con sus grandes ojos oscuros y le prometió solemnemente: "Sr. Bo, puede estar seguro de que no planeé esto para casarme con usted, ni nunca he estado interesada en sus bienes y fortuna. Ya le dije que me divorciaría sin pedir un centavo."
En realidad, su idea era muy sencilla.
En vista de que se habían casado para legitimar al niño, si ya no había criatura, entonces no había necesidad de continuar casados.
Después de todo, ella fue quien lo había venido a buscar en primera instancia, y él había decidido casarse con ella. Por ello, era totalmente comprensible que ahora ella le propusiera divorciarse.

El rostro de Bo Yanxi se oscureció de nuevo, y éste apretó los dientes y le contestó molesto: "Aquí no habrá ningún divorcio".
Nan Qi no entendía su actitud e insistió ansiosa: "De verdad, nunca le mentí. Yo no estoy detrás de su fortuna".
Bo Yanxi respondió: "Yo lo sé".
Él nunca había pensado que ella había fingido estar embarazada porque incluso el mismísimo Dr. Cheng, quien no era cualquier médico, había cometido un error.
Nan Qi respiró aliviada y dijo: "Por lo tanto, vamos a divorciarnos".
¡Esas palabras sonaron como una bofetada!
Bo Yanxi no aguantó más y golpeó el ratón contra la mesa y luego le dijo furioso: "¿En qué momento hablé yo de divorcio?"
Nan Qi se quedó atónita y preguntó con naturalidad: "¿Acaso no acordamos un matrimonio de fachada por el bien de nuestro hijo?"
Bo Yanxi se levantó de repente y se dirigió a la cama, con un brillo peligroso en la mirada.
Su alta silueta desprendía un aura llena de opresión y por ello, ella no pudo evitar dar un paso atrás con cautela, mientras decía: "Usted, usted... ... ¿Qué va a hacer?"
Él apoyó una mano en el copete de la cama, se inclinó viéndola a la cara y le dijo: "Nan Qi, de verdad creo que no tienes buena memoria".
Estaban tan cerca el uno del otro que ella escuchó los latidos del corazón. Quizá esa actitud era tan ambigüa, que hasta ella se había alterado. Después contestó: "No lo creo porque tengo muy buena memoria".
"Entonces..., ¿por qué no recuerdas lo que te dije?", respondió él, mientras levantaba la mano y le pellizcaba la barbilla.
"Y....y ¿qué fue lo que dijo?", contestó ella sin poder evitar sonrojarse. Estaba tan nerviosa que no sabía a dónde mirar.
"Te lo voy a repetir....", le aclaró él con un brillo en sus oscuros ojos, mientras se inclinaba lentamente.
"Usted... ¿Qué está haciendo? ¡Ay!"
Antes de que Nan Qi pudiera terminar de hablar, él le tapó la boca con un beso.
Ella tenía los ojos desorbitados e inconscientemente levantó la mano para tratar de alejarlo.
Bo Yanxi le presionó la muñeca contra la almohada y la besó apasionadamente. Sus labios y dientes la atacaron tan feroz y despiadadamente, que parecía que él quería engullirla toda para saciar todas esas emociones acumuladas.
Esa m*ld*t muchacha fue al hospital y los terroristas la secuestraron. Le había costado mucho encontrarla y cuando finalmente la halló, ella presentaba síntomas de que tenía un aborto espontáneo.
Él había estado en ascuas todo el día.
Pero ahora, ella no sólo estaba arrepentida, sino que se atrevió a mencionar la palabra divorcio.
Bo Yanxi se desahogó sin compasión. Aún después de tanto tiempo, no podía olvidar todo. Por eso, con mirada profunda afirmó: "Te dije que el matrimonio es algo serio. No existe una unión de fachada. Por eso, desde el instante en que decidí casarme contigo, te convertiste en la esposa que elegí, y no pienso divorciarme aunque no estés embarazada".
El corazón de Nan Qi ya estaba acelerado a causa del beso, pero casi se le salió del pecho, al escuchar las palabras tan sinceras de aquel hombre.
Tragó saliva y dijo con remordimiento de conciencia: "Pero,... nunca pensé en casarme con usted. En realidad, lo hice por el niño".
"Tendremos hijos en un futuro", contestó Bo Yanxi, apretando los dientes para contener la rabia.
"Es muy difícil aseverar eso. E incluso si tuviésemos hijos en un futuro, ¿qué tiene eso que ver con lo que está sucediendo ahora?", afirmó ella. Mientras más hablaba, más culpable se sentía Nan Qi. Pero al final, se armó de coraje y terminó de decir lo que pensaba.
Cuando quedó embarazada por accidente, ella estaba dispuesta a asumir su responsabilidad como madre, casándose con él e incluso consolidar una relación con él.
Sin embargo, ahora que no estaba embarazada, la situación era diferente. Sólo tenía 20 años y estaba a punto de ingresar a la universidad. No había tenido tiempo de disfrutar su juventud ni de tener otras relaciones amorosas. En realidad, el matrimonio no era una opción en este momento para ella.
"¿Qué quieres decir con eso?", preguntó el con el ceño fruncido.
"Quiero divorciarme de usted", respondió ella en voz baja.
Él guardó silencio.
Pero su rostro se desfiguró rápidamente y la atmósfera de la sala se volvió cada vez más sofocante.
Nan Qi también se sintió muy culpable. Bajó la cabeza y empezó a jugar con los dedos, sin atreverse a levantar la mirada.
Después de un silencio incómodo, Bo Yanxi finalmente se puso de pie, y la miró detenidamente mientras decía: "Nan Qi tienes una roca por corazón".
Nan Qi abrió la boca, pero no pudo decir una sola palabra, porque sentía que tenía una bola de algodón atorada en la garganta.
"Eres muy fría y calculadora".
Y tras decir esas palabras, él se volteó y salió de la sala.
Si sólo quisiera tener un hijo, él podría contratar a una niñera profesional para que la cuidara, y luego cuando naciera el bebé, le habría dado una determinada suma de dinero para que se largara lo más pronto posible de su vida.
Sin embargo, los hombres de la familia Bo no tenían por costumbre divertirse con una mujer para luego abandonarla.
Desde el momento en que había decidido casarse, él la había tratado como una compañera para toda la vida. Después de unirse a Nan Qi, Bo Yanxi la había protegido y cuidado, y al enterarse de que estaba en peligro, se había metido en el sistema de drenaje para salvarla, exponiéndose a que descubrieran su verdadera identidad.
¿Y qué había recibido a cambio al final?
Ella dijo que quería el divorcio.
Nan Qi merecía sacar la mejor calificación en el examen de admisión de la universidad, porque su coeficiente intelectual era excelentes. Además, ella siempre supo lo que quería, ya que era muy tranquila y demasiado racional.
Quizá ni siquiera le parecía importante todo lo que él había hecho por ella.
Nan Qi se sentó en la cama aturdida, mientras las palabras de Bo Yanxi retumbaban en sus oídos.
Siempre había pensado que ese hombre la cuidaba únicamente por el bien de su hijo.
Pero ahora, parecía que él… ¿acaso él sentía algo más por ella?
Era evidente que el Sr. Bo era un hombre bueno y atractivo. Sin embargo, casarse a los 20 años no era la vida que deseaba para ella.
Ese matrimonio debía acabarse y punto.
Cuando Bo Yanxi regresó de fumarse dos cigarrillos en el pasillo, la sala estaba vacía porque Nan Qi se había ido.
Al mismo tiempo, sonó una notificación de mensaje que decía: "Sr. Bo, decidí divorciarme de usted. No quiero ninguno de sus bienes y me iré de la casa de inmediato. Por favor busque un abogado para que redacte los papeles del divorcio y me informa después para vernos en la Oficina de Asuntos Civiles".
El atractivo rostro de Bo Yanxi estaba ensombrecido. Al terminar de leer el mensaje, marcó el número de Tang Yan y le dijo rechinando los dientes: "Mi esposa huyó".