Capítulo 49
1675palabras
2023-02-23 00:01
Después de que llevaron a Nan Qi a la sala de emergencias, Bo Yanxi se tomó su tiempo para salir del hospital y cambiarse de ropa.
Al regresar, ya tenía su apariencia habitual.
La puerta de la sala de emergencias aún estaba cerrada y nadie sabía lo que estaba pasando adentro.

Por primera vez en su vida, Bo Yanxi se sentía impotente.
Cuando era chico, le inyectaron a la fuerza el Universe 1 para cambiar sus genes, y quizá nunca podría tener hijos. Por ende, tenía todas sus esperanzas puestas en el bebé que estaba en el vientre de esa joven.
Si algo le pasara a uno de ellos dos...
Él no sabría realmente lo que haría.
"Sr. Bo ...", lo llamó Tang Yan, quien ya se había quitado también el disfraz, al encontrarlo en la puerta de la sala de emergencias, después haber buscado en todo el hospital.
Rápidamente se acercó, se inclinó y luego le dijo en voz baja: "Comandante, tal como lo predijo, la fuerza de defensa química ya analizó el contenido de la botella a prueba de radiaciones y se trata de un arma biológica normal; no es nuclear".

Bo Yanxi se burló al escucharlo.
Estaba casi seguro de que esos terroristas sólo estaban fanfarroneando.
Todo el material nuclear estaba en manos de un grupo exclusivo de personas en muy pocos países. Por ello, si dichas armas hubiesen caído en manos de esos terroristas a raíz de una serie de eventos fortuitos, éstos no podrían utilizarlas debido a su limitado nivel intelectual.
Nadie sería tan tonto como para enfrentar al país A de manera pública y notoria.

¿Pero entonces quién se habría atrevido a hacerlo? ¿Quién había tenido la osadía de lanzar ese ataque terrorista en el país?
Lo peor del caso era que esa acción había perjudicado a gente común y corriente y a Nan Qi.
Bo Yanxi guardó silencio durante un buen rato. Finalmente, Tang Yan se percató de la  expresión tan sombría de su jefe y le preguntó cautelosamente: "¿La señora aún está adentro?"
Antes de que Bo Yanxi pudiera responder, se abrió la puerta de la sala de emergencia y apareció una doctora con una pila de informes en la mano.
"Disculpe, ¿cómo está Nan Qi?", preguntó Bo Yanxi, aproximándose rápidamente.
De inmediato, la especialista le mostró la radiografía que tenía en la mano y le explicó: "La paciente tiene una leve conmoción cerebral, pero la herida en el hombro es muy profunda y requiere por lo menos 8 puntos de sutura. Por otra parte, recibió un fuerte golpe en el abdomen y hay indicios de hemorragia masiva".
Al escuchar eso, Bo Yanxi sintió que se le había paralizado el corazón y preguntó preocupado: "¿Cómo está el bebé?"
"¿Cómo? ¡No hay ningún niño!", respondió desconcertada la doctora, y luego se retiró apresuradamente con los informes médicos que llevaba consigo.
Él se sintió sofocado como si le faltara el aire, y experimentó un fuerte dolor en el corazón.
No había ningún niño... ¡El hijo que anhelaba se había esfumado!
Bo Yanxi había puesto todas sus esperanzas en ese bebé, siempre pensando en la idea de que ella tendría un parto sin complicaciones. Sin embargo, todo había sido en vano porque ya no había ningún niño.
Ese golpe fuerte en el abdomen indicaba que la tragedia tenía un culpable.
Esos terroristas habían ido demasiado lejos, porque no sólo le había hecho daño al país, sino que le habían arrebatado a su hijo.
"Tang Yan, averigua todo sobre ese grupo de delincuentes porque quiero desaparecerlos de la faz de la tierra. Quienquiera que haya participado en este ataque tiene los días contados..", amenazó Bo Yanxi con los ojos enrojecidos como si estuviesen a punto de sangrar, y apretando los puños con tanta fuerza, que las venas surcaron claramente sus brazos.
"Sí comandante", afirmó Tang Yan visiblemente enojado y presto a acatar la orden recibida. Todos estaban contando los días para conocer a ese niño y esa tragedia había sido como una puñalada para ellos.
A partir de ese momento, esos terroristas se habían convertido en los enemigos declarados de Devil Military.
Todas esas escorias iban a morir y sin que quedara rastro alguno de ellos.
"Un permiso por favor...", se escuchó al abrirse nuevamente la puerta de la sala de emergencia.
Bo Yanxi se repuso rápidamente y vio a Nan Qi acostada en una de las camillas. Lucía pálida y parecía que estaba profundamente dormida, porque tenía los ojos cerrados.
Ya le habían suturado la herida del hombro y tenía una vía intravenosa en la mano.
Aunque aún sentía un gran dolor en el corazón, suspiró aliviado.
Al menos, la herida no era grave y hasta podría decirse que había corrido con suerte.
Nan Qi despertó lentamente, después de que terminaron de pasarle el tratamiento por la vía.
Cuando abrió los ojos, al primero que vio fue a Bo Yanxi sentado cabizbajo frente a su cama. Tenía la mirada fría y una expresión aterradora.
¿Estaría ya al tanto de lo del niño?
¿Y si estaba pensando que ella había planeado todo para engañarlo y casarse con él?
A Nan Qi se le paralizó el corazón, pero luego le preguntó con cautela: "Sr. Bo, ¿qué... qué estás haciendo aquí?"
Él volteó la cara sin decirle nada y se acercó para acariciarle el cabello, y respondió: "¿Cómo no iba a venir con todo lo que pasó?"
"Err ...", respondió ella bajando la cabeza con expresión de culpa y le dijo: "No te preocupes que fue sólo una herida superficial. Yo estoy bien".
Ella se veía tranquila y Bo Yanxi no estaba seguro de si Nan Qi ya sabía lo de la criatura. Por eso le dijo con voz dulce: "Relájate, no pienses en nada ahora. Lo importante es que te cuides".
Nan Qi sintió todavía más remordimiento de conciencia y dijo en voz baja: "De hecho, mi cuerpo está muy bien. Honestamente, sólo tengo una herida superficial, pero ya no hay bebé...".
Ella ya lo sabía.
Bo Yanxi respiró profundamente, y esbozando una sonrisa con gran dificultad le dijo: "Está bien, después tendremos otros hijos. Ahora debes cuidarte. ¿Tienes hambre? Voy a pedirle a la señora Zhang que te mande algo".
Nan Qi no respondió. Finalmente había entendido por qué él estaba tan desanimado.
¿Acaso creía que ella había tenido un aborto espontáneo?
Por un momento, no supo qué decir, hasta que el sentimiento de culpa la obligó a confesarle: "La verdad es que nunca estuve embarazada".
"¿Qué?", contestó él pensando que había escuchado mal.
"Nunca hubo ningún bebé", repitió.
Ella acababa de enterarse.
Apenas la ingresaron a la sala de emergencia, lo primero que hizo fue rogarle al médico que salvara a su hijo, porque no quería someterse a otros exámenes. 
Después de hacerle el chequeo de rigor, los médicos constataron que no había feto ni rastro de aborto espontáneo.
Incluso varios obstetras y ginecólogos de gran experiencia la examinaron e insistieron que el sangrado era producto de su ciclo menstrual.
Indicaron además que el incremento del sangrado quizá fue producto del impacto que recibió en el útero.
Sin embargo, Nan Qi no se dio por vencida, pero los resultados de otras exámenes también indicaron que ella no estaba esperando ningún bebé.
Aunque sentía remordimiento, ella dejó escapar un suspiro de alivio porque después de todo, ya una vez le había inyectado Universe 1.
Bo Yanxi no sabía qué decir.
Los dos se miraron a la cara pero sin decir nada. La tensión bajó cuando una doctora abrió la puerta de la sala y entró con la historia del último control prenatal y dijo: "Tú eres Nan Qi, ¿verdad? Según tu expediente, aunque el último análisis de sangre arrogó que estabas embarazada, también hay otros valores muy altos, lo que representa un incremento atípico del nivel de estrógeno. En estos casos, es muy común que se produzca un falso positivo..."
Bo Yanxi seguía sin decir nada.
A su vez, Nan Qi parecía no entender lo que sucedía.
El ambiente se tornó aún más incómodo y ninguno sabía qué decir.
Ambos permanecieron en silencio durante tres minutos exctamente, hasta que Bo Yanxi se puso de pie de repente.
Nan Qi se encogió inconscientemente.
Él se veía realmente aterrador. ¿Sería capaz de golpearla?
"Debes guardar reposo. Voy a salir pero no voy a tardar mucho..", dijo Bo Yanxi, y luego se volteó y salió de la sala.
Con una expresión sombría en el rostro, Bo Yanxi caminó hacia un lugar apartado e hizo una llamada telefónica. Contuvo la ira que sentía y apretó los dientes, mientras decía: "¿Ni siquiera puedes cerciorarte de que una prueba de embarazo esté bien hecha, verdad?"
En el Imperial Research Institute, el Dr. Cheng lucía indefenso. Finalmente, había llegado el día de enfrentar su error.
Él explicó con voz temblorosa: "Por favor, escúcheme. Los genes de la señora son diferentes a los del común de la gente, y los cambios de su composición sanguínea son muy lentos. Por eso, sólo me di cuenta de que era un falso positivo, cuando verifiqué los resultados".
Bo Yanxi no quería escucharlo y le dijo: "¿Entonces ni siquiera puedes hacer bien una prueba de embarazo?"
El médico estaba a punto de arrodillarse ante él, y le dijo trillando los dientes: "Lo siento, Comandante. Todo fue culpa mía y le pido que me aplique todo el rigor de la ley militar".
Bo Yanxi lo reprendió enojado: "Incompetente".
El Dr. Cheng admitió su error de buena manera y dijo: "Sí, soy un incompetente".
"Un hablador de tonterías".
"Sí, soy un charlatán".
"No sirves para nada".
"Sí, soy un bueno para nada".
Él continuó con esa actitud un rato.
El Dr. Cheng se sentía impotente y aseveró avergonzado: "Comandante, le aseguro que la coincidencia genética entre su distinguido ser y su esposa es demasiada alta. Por eso, si  está dispuesto a trabajar arduamente, sin duda logrará tener un hijo muy pronto. Por supuesto, partiendo del hecho de que no haya ningún problema con usted..."
"Cállate", dijo Bo Yanxi, mientras colgaba el teléfono con expresión sombría.