Capítulo 46
1803palabras
2023-02-20 00:01
Los terroristas aguardaban un poco nerviosos en el salón.
Ya tenían media hora sin moverse de ahí, desde que su jefe y el profesor Zhang había ido a buscar la droga.
Según el plan original, ellos sólo debían secuestrar al profesor, agarrar la droga y luego salir del país A, sin que nadie se diera cuenta. Después se encargarían de cumplir con la misión.
Sin embargo, no esperaban que el anciano hubiese escondido tan bien la droga en el laboratorio, ni que se atreviera incluso a burlarse de ellos.
A pesar de que el grupo de terroristas tenía un arma nuclear y los rehenes, los funcionarios del país A no fueron una presa fácil de roer, aun cuando actuaron con cautela en vista de la situación.
Éste fue precisamente el caso del subjefe que tenía bombas y el arma nuclear colgada en su cuerpo.
Aunque era un fugitivo, en realidad eso no quería decir que él tenía miedo de morir.
Cuando la multitud se estaba poniendo cada vez más impaciente, finalmente observaron que alguien venía bajando la escalera.
De hecho, aparecieron tres sujetos ante ellos.
El primero era un hombre alto y musculoso, y aunque tenía la cara tapada, se intuía a su alrededor una fuerte aura opresiva.
Era imposible ignorar el ímpetu de un superior.
Por eso, uno de los terroristas dio de inmediato un paso al frente y preguntó en voz baja: "jefe, ¿encontró lo que buscaba?"
Bo Yanxi lo miró pero guardó silencio, y luego se acercó al subjefe que tenía el arma nuclear.
Al principio, éste se veía un poco confundido, pero tras mirar con más detenimiento, dijo sorprendido: "Todos en guardia porque ellos son del ejército".
Ese grito espabiló por completo a los terroristas que estaban en el salón. Todos los que estaban debidamente entrenados de inmediato apuntaron sus armas hacia los tres sujetos.
Sin embargo, sólo bastaron unos segundos de confusión, porque cuando apretaron el gatillo, Bo Yanxi ya había decidido disparar, derribando a dos terroristas.
Luego, levantó la ballesta, apuntó al subjefe y lanzó varias flechas de manera consecutiva.
Por su parte, el Sr. Cao y Tang Yan no dudaron ni un segundo y se colocaron de espalda uno contra el otro, a fin de enfrentar al enemigo en ambas direcciones.
En 30 segundos, un pequeño grupo de terroristas yacía en el piso.
El subjefe, quien tenía una herida en el brazo, rodó por el suelo para repeler el ataque, y al ver que la situación se le estaba complicando, agarró a un rehén para colocarlo como escudo. Luego realizó unos disparos para llamar la atención de todos y gritó descontrolado: "Todos atrás. Si disparan otra vez, voy a explotar la bomba que llevo conmigo y cuando ésta estalle, toda la ciudad se verá afectada".
Bo Yanxi se burló de él y se volteó para ayudar a Tang Yan a derribar a otro del grupo. Luego afirmó: "Entonces creo que deberías inmolarte".
El subjefe guerrillero no esperaba esa respuesta tan atrevida de Bo Yanxi, y dijo trangando grueso: "¿Quién eres tú? Ni siquiera las fuerzas especiales tiene tanto poder".
Yanxi no quería responder y por ello levantó la ballesta y disparó a la cabeza del subjefe.
Mientras disparaba, se iba acercando sin parpadear, atravesando la lluvia de balas aparentemente sin temor alguno.
El subjefe descargó su arma sin alcanzarlo y luego se escondió detrás del rehén, quien estaba aterrado. Después cambió el gancho y dijo: ¿Acaso no te importa la vida de todos estos peces gordos bien sean ricos o nobles?"
Bo Yanxi finalmente le respondió: "¿Tengo cara de ser funcionario?"
El subjefe enmudeció.
"Yo creo que no", afirmó él, mientras seguía acercándose. Por ello como sólo podía agarrar a una persona a la vez, el subjefe empezó a retroceder lentamente.
"¿Quién eres tú? ¿Cómo te atreves a arruinar mi plan?" La razón por la que esos terroristas se atrevieron a hablarle con esa arrogancia era porque tenían unos "chips". No obstante, se habían topado con un demente, a quien al parecer, no le importaba la vida de esos rehenes o la suya, ni la detonación del arma nuclear.
Entonces, el subjefe entró en pánico.
Ciertamente, él podía cerrar los ojos y morir, pero se sentía muy ansioso porque no podía controlar ese tipo de situaciones.
"No importa quién soy yo, pero ya que osaste causar todo este desastre en el país A, deberías ser consciente de lo que estás haciendo", dijo Bo Yanxi sin lanzar otra flecha. Sin embargo, se detuvo un momento para recargar la ballesta.
Esa acción se convirtió en la oportunidad perfecta para disparar.
De inmediato, un brillo de maldad apareció en los ojos del subjefe, y éste levantó el arma y apuntó a la cabeza de Yanxi.
Sin embargo, cuando estaba a punto de apretar el gatillo, sintió un fuerte viento que soplaba en la parte posterior de su cabeza.
Oh no, alguien quería atacarlo por sorpresa por la espalda.
El subjefe volteó de repente y vio a una persona con una ballesta en la mano y una flecha que venía hacia él.
De manera inconsciente, agarró al rehén para escudarse.
Al ver que la flecha estaba a punto de atravesar la cabeza de una persona inocente, Nan Qi levantó su arma y disparó para derribar la flecha.
Bo Yanxi también disparó tres flechas de manera consecutiva, mientras el subjefe estaba distraído.
Sin embargo, el terrorista estaba bien alerta y saltó, evitando casi infructuosamente el ser alcanzado por una de ellas. De un revés, el hombre colocó el arma sobre los explosivos que llevaba atados a su cuerpo, y burlándose ferozmente dijo: "Si das un paso más, aprieto el dispositivo y ambos volaremos en mil pedazos".
Bo Yanxi se mantuvo incólume. Luego levantó la ballesta y le respondió: "Entonces, moriremos los dos".
El subjefe le preguntó atónito: "¿No tienes miedo de que destruya la ciudad?"
"¿Te desprecias a ti mismo o estás menospreciando las fuerzas de defensa de nuestro país? ¿Realmente crees que los militares aceptarán dócilmente tus amenazas? Incluso si decidieras activar esos explosivos y volarnos a todos, el país tiene la capacidad para enfrentar las secuelas de un acto como ése".
Finalmente el subjefe terrorista cayó abatido ante la firmeza y la tranquilidad de Bo Yanxi, y le dijo: "¿Quién diablos eres tú? ¿Por qué quieres arruinar mi plan, si no tenemos nada el uno en contra del otro?"
"Adivina."
"¿Por qué tendría que hacerlo?"
"Entonces, si no tenemos nada el uno contra el otro, ¿por qué secuestraste a mi esposa y la tomaste como rehén?"
El subjefe se quedó estupefacto ante su pregunta.
La fuerza del hombre y la de sus aliados era realmente aterradora, pues era superior a la de todas las organizaciones internacionales que él conocía.
Después de tanto tiempo, ¿el tipo dijo que sólo había venido a rescatar a su esposa?
Eso no quería decir que ellos no tuvieran experiencia en la toma de rehenes, pues ya habían secuestrado a miles de personas a la vez.
Sin embargo, ¿quién iba a pensar que los familiares de los rehenes serían tan hábiles?
Realmente, él había tenido muy mala suerte...
Mientras el subjefe echaba m*ldicion*s para sus adentros, de pronto se percató de que alguien venía a atacarlo por la espalda.
Al instante, levantó el arma por instinto y apretó el gatillo.
Bo Yanxi aprovechó la oportunidad para dispararle una flecha que le atravesó la muñeca.
El brazo del subjefe empezó a temblar, pero éste logró accionar nuevamente el arma contra sí mismo.
Nan Qi, quien venía persiguiéndolo, le dio un punta pie en la muñeca, y el subjefe cayó adolorido en el piso.
Acto seguido, ella aprovechó para patear el arma, mientras lo presionaba por la espada y le apretaba el cuello con el brazo.
El subjefe no se esperaba que alguien se atreviera a pelear cuerpo a cuerpo con él, porque llevaba consigo un arma nuclear. Por eso, el hombre se enfureció tanto que le propinó un codazo a su oponente.
Nan Qi aguantó el dolor, sacó una guaya de su brazalete y la enrolló en el cuello del líder. En ese momento, Bo Yanxi levantó la ballesta sin pensarlo dos veces.
Luego, disparó la última flecha con precisión e impulso feroz, justo en el entrecejo del subjefe terrorista.
Aprovechándose de que el sujeto estaba inmóvil, Nan Qi levantó su daga y lo apuñaló en el corazón, como si estuviera punzando un pedazo de algodón. Siguió enterrando el puñal una y otra vez, con el rostro impávido.
La cara del subjefe se fue distorsionando poco a poco, hasta quedarse sin aliento en esa dolorosa lucha.
Luego se hizo el silencio y Bo Yanxi frunció ligeramente los labios.
No era de extrañar que se tratara de la famosa Demon, pues ella había sido lo suficientemente despiadada, como para eliminar de raíz ese problema y evitar males mayores en el futuro.
Por supuesto, había hecho lo correcto pero una mujer así....
Había que mantenerla a una distancia prudencial en todo momento.
"Comandante, ya controlamos la situación con los terroristas".
Cuando Nan Qi y Bo Yanxi estaban sometiendo al subjefe, Tang Yan y el Sr. Cao ya tenían controlados al resto de los terroristas y a los centinelas que no estaban en el salón.
Los rehenes estaban muy asustados y algunos de ellos habían resultado heridos accidentalmente. Por fortuna, todos habían sobrevivido al ataque.
Nan Qi chasqueó los dientes.
Devil King parecía un demente sin escrúpulos, pero durante el enfrentamiento, hizo todo lo posible para evitar bajas entre los rehenes, y sus dos subordinados también hicieron su mayor esfuerzo para protegerlos.
Incluso uno de ellos interceptó un disparo dirigido a un rehén, lo que le causó una herida aún sangrante en uno de los brazos.
En vista de esta acción, fue mucho más difícil eliminar a los terroristas.
Por ende, podría decirse que el grupo Devil Military no era tan inhumano.
Nan Qi suspiró disimuladamente y retiró con cuidado la botella de vidrio a prueba de radiación que estaba sobre la pila de explosivos, y se la entregó a Bo Yanxi mientras decía: "Este asunto será manejado por su cuartel general. No es necesario que me dé crédito alguno en esto. Sólo debe hacer de cuenta de que nunca me ha visto".
Con tal sólo una mirada de Bo Yanxi, el Sr. Cao tomó la botella de vidrio al instante.
Sin embargo, Tang Yan estaba preocupado por otra cosa y encendió el teléfono móvil, buscó una foto y le preguntó a los rehenes, mientras se las entregaba: "¿Habían visto a esta persona antes?"
Nan Qi no pudo evitar mirar disimuladamente.
La mujer que aparecía en pantalla debía ser la esposa de Devil King, ¿verdad?
De hecho, le intrigaba muchísimo saber qué tipo de mujer se casaría con él.
¿Y si le echara una vistazo para salir de dudas?