Capítulo 9
1651palabras
2023-02-01 15:29
Nan Qi esquivó la mirada rápidamente, sin atreverse a verlo de nuevo. Después tragó saliva y le dijo: "Yo... vine a buscar mi cargador".
Bo Yanxi levantó un poco las cejas y se hizo a un lado para dejarla pasar.
Nan Qi corrió al balcón a buscar el cargador. Sin embargo, al abrir la puerta francesa, una fuerte ráfaga de viento entró al interior de la habitación.
¡Bum!
Se escuchó un fuerte ruido, al cerrarse la puerta de golpe.
"Ja ja..."
Nan Qi estaba tan avergonzada, que quería que se la tragara la tierra. Extendió la mano y agarró la manija para abrir la puerta.
Sin embargo, lo intentó varias veces sin éxito.
Bo Yanxi se paró a un lado y la observaba tranquilamente.
La puerta tenía una cerradura inteligente de alta tecnología que sólo se desbloqueaba con la huella dactilar o una contraseña. Por ello, era prácticamente imposible abrirla de otra manera.
Nan Qi seguía sonriendo como tratando de disculparse, mientras empujaba la manilla hacia abajo con toda su fuerza.
¡De pronto, oyó un crujido y la manija se partió!
Casi al mismo tiempo, empezó a escucharse el fuerte sonido de las alarmas en todos los rincones de la villa.
Al instante, la puerta francesa de vidrio se bloqueó automáticamente.
Nan Qi se quedó perpleja.
Realmente estaba impactada cuando levantó la manija de la cerradura que le había quedado en la mano, y añadió: "Yo... yo no lo hice a propósito. Creo que esta manilla es un poco endeble".
Pero él estaba aún más atónito que ella.
En realidad, era un producto de alta tecnología que se había comprado en el Reino St. Dhia, y que se utilizaba también en los palacios presidenciales de muchos países.
Por ello, se consideraba que su nivel de seguridad era óptimo.
¿Acaso no era de tan buena calidad?
Nan Qi era una chica delicada y débil que debería pesar como máximo 90 libras? ¿Cómo podía entonces haber partido esa manija tan fácilmente?
¿Qué mi*rd* de cerradura habían comprado entonces?
Bo Yanxi respiró profundo y la consoló con dulzura: "No es tu culpa. De hecho, creo que no era de tan buena calidad como yo pensaba".
"Lo siento, no era mi intención partirla".
Nan Qi se sintió tan culpable que casi no se atrevía a mirarlo a los ojos.
A juzgar por el nivel de seguridad indicado, era imposible que esa manija fuese barata.
La única explicación sería... que ella la hubiese presionado con mucha fuerza, y por eso la había partido.
Sin embargo, era sólo una puerta y Bo Yanxi le restó importancia al incidente.
Él estaba a punto de decirle algo para consolarla, cuando de pronto escucharon la voz angustiada del Sr. Cao al otro lado de la puerta: "¿Qué pasó, Sr. Bo?"
Al instante, su rostro se ensombreció y contestó: "Se partió la manija de la puerta y por ende, se activó el sistema de seguridad".
"Lo siento Sr. Bo, pero voy a tratar de solucionar el problema de inmediato", afirmó el ama de llaves a punto de llorar, mientras corría a la sala de control del primer piso.
Él se había encargado de comprar ese sistema y si hubiese sido un error comprarlo, sin duda el señor pensaría que él no había hecho bien su trabajo.
¡Qué sistema tal malo! En definitiva, iba a presentar un reclamo a la empresa.
Nan Qi intuyó en cierta forma la gravedad del asunto, pero fingió que no había entendido nada y preguntó con cautela: "Sr. Bo, ¿es muy grave el problema?"
Bo Yanxi respondió "sí" y añadió: "Si alguien fuerza o daña la cerradura tratando de abrir la puerta, inmediatamente se activa el máximo protocolo de seguridad, lo que implica que no sólo se bloquearán las puertas y ventanas de la villa, sino que se borrarán las huellas dactilares y las contraseñas. En otras palabras, nos quedamos encerrados en esta habitación".
Ese protocolo de seguridad estaba diseñado para evitar que alguien entrara a secuestrar al señor.
Nan Qi entendió lo que había pasado, pero guardaba un rayito de esperanza, y le preguntó: "¿Podrías romper el vidrio y saltar por el balcón?"
"Es un cristal a prueba de balas".
Ella no sabía qué decir, y bajó la cabeza frustrada.
La casa de una persona común y corriente tenía cristales a prueba de balas. Eso quería decir que los ricos también tenían miedo de morir.
"Pero no te preocupes, el sistema se puede desbloquear desde la sala de control", respondió él sin exaltarse. Luego se sentó en el sofá y empezó a revisar las noticias en la tableta.
Nan Qi respiró aliviada y fue tras él para sentarse también.
Media hora después, el Sr. Cao se paró temblando de miedo en la puerta, admitiendo su error: "Lo siento Sr. Bo, introduje mal la contraseña por la prisa que tenía y bloqueé el sistema por completo. Pero no se preocupe porque ya me comuniqué con los técnicos de la oficina principal para que solucionen el problema. Ellos me prometieron que todo quedará solventado en ocho horas".
Bo Yanxi ni siquiera levantó la vista, sino que continuó revisando las noticas con calma y luego afirmó: "Vamos a descontarte un año de tu sueldo".
Sin embargo, Nan Qi casi se fue en llanto y suplicó: "¿No podrían arreglarlo antes?"
¿Ocho horas? ¿Entonces tendría que pasar la noche en la habitación de Bo Yanxi?
"¿Tienes miedo de que te coma?", le dijo él levantando levemente la mirada, al ver su cara de derrota.
"No podía creer lo que estaba pasando", reflexionó ella con ganas de llorar, pero se contuvo.
¿Qué clase de técnicos de mi*rd* eran ésos que tardarían tanto en reparar una falla?
Estaba segura de que si le facilitaban una computadora, ella lo resolvería en máximo una hora.
Sin embargo, no podía hacerlo porque se suponía que ella era una persona común y corriente.
Bo Yanxi puso la tableta a un lado y se levantó a buscar una bata. Luego le dijo: "Es mejor que te acuestes temprano. Mañana iremos algún lugar".
Nan Qi se quedó sentada inmóvil, debatiéndose consigo misma unos segundos. Finalmente agarró una manta, se cubrió y luego se acurrucó en la alfombra.
Al salir del vestidor y verla acostada en el piso, Bo Yanxi le preguntó a punto de estallar de ira: "Qué estás haciendo ahí?"
"Yo..."
"Acuéstate en la cama, que yo voy a dormir en el piso". Pero cuando ella iba a darle una explicación, ya él le había arrancado la manta, manteniéndose firme en su decisión.
Sin duda, esa chica le tenía miedo y no iba a obligarla a dormir en el piso.
"Err..."
Nan Qi se tragó las palabras que tenía en la punta de la lengua, se levantó y se acostó en la cama.
Como estaba embarazada, no quería resfriarse. Por ello, no le importaba dormir en la cama, mientras no tuviese que compartirla con él.
Bo Yanxi no dijo nada más, y se fue al baño a ducharse.
Después de un rato, se escuchó el sonido del agua cayendo en la ducha.
De repente, ella sintió algo extraño en su corazón.
Al otro lado de la pared, había un hombre duchándose, mientras que ella estaba acostada en su cama.
Era una situación bastante ambigua.
Ella se quedó dormida, mientras daba rienda suelta a su imaginación.
Después de bañarse, Bo Yanxi salió de la ducha y vio a Nan Qi acurrucada en su cama completamente desarropada.
En efecto, ella era sólo una niña malcriada que se había quitado el edredón de una patada, mientras dormía.
Bo Yanxi sacudió la cabeza con impotencia y agarró la colcha para cubrirla.
Casi simultáneamente, la chica se despertó de repente y flexionó las piernas hasta la cintura. Luego se volteó y dejó caer su cuerpo sobre el de Bo Yanxi, enterrándole con fuerza el codo en el cuello.
"Soy yo que estaba tratando de cubrirte otra vez con el edredón".
Bo Yanxi siempre tenía presente que ella estaba embarazada, y por eso no intentó apartarla, sino que permitió que ella presionara su cuerpo sin problema contra la cama.
Nan Qi guardó silencio pero finalmente reaccionó con una expresión algo rígida.
Durante años había reaccionado de esa manera, cuando alguien se le acercaba mientras dormía.
Pero ella no esperaba golpear a su esposo en la noche de bodas...
¡Qué cosa tan extraña!
Ella tenía una gran destreza para defenderse, pensó él, acostado en la cama mientras la observaba cuidadosamente.
Nan Qi pensó para sí misma que algo andaba mal e inventó con rapidez una explicación para salir del atolladero: "Lo que sucede es que solía trabajar en una empresa de seguridad".
Él la miró aún más detenidamente y dijo: "¿Podrías explicarte un poco mejor?"
Según la información que le habían suministrado, al terminar la escuela secundaria, ella había trabajado como personal de mantenimiento en una empresa de seguridad.
Sin embargo, la técnica que había utilizado era la de un profesional.
Nan Qi se rascó la cabeza un poco apenada y le contestó: "De hecho, yo trabajaba como mantenimiento, pero el instructor de defensa personal me enseñó algunas técnicas, porque me dijo que era muy peligroso que una chica tan linda e ingenua como yo anduviese sola por esas calles".
Bo Yanxi emitió un ligero sonido como si hubiese creído en esa explicación, pero no cambió la expresión de su rostro. Luego le preguntó: ¿Entonces, eso quiere decir que ya puedes levantarte?"
"¿Ah?"
Fue en ese instante cuando ella se percató de que estaba sentada encima de él, con las piernas a ambos lados de la cintura.
Él aún tenía el cuerpo húmedo porque acababa de ducharse, y la bata totalmente abierta mostraba parte de sus abdominales.
Nan Qi se miró y cayó en cuenta de que sólo llevaba puesto un camisón de seda.
En la posición en la que estaba, sus muslos blancos como la nieve apretaban con fuerza la cintura de Bo Yanxi...