Capítulo 3
1982palabras
2023-01-05 18:05
El secreto.
Después de un parpadeo de oscuridad,lo que vi fue personas.
Lo que parecía una pequeña sala la que estaba más o menos colmada de personas,tantas la cantidad junto al hecho de que estuvieran ahí,me asusto hasta hacerme sentir perdida y fuera de lugar.
Necesité un momento para procesarlo,porque ¿Cómo es posible que un minuto atrás estuviera en la desolada cueva abandonada huyendo de un asesino,y un minuto después,al cruzar la entrada,me encontrará rodeada de gente en un sitio que no lo lucía en lo absoluto como parte de la misma cueva?
Parecía absurdo me di vuelta sobre mis pies considerando que habían centímetros de separación.
De todas las formas posibles de cómo rayos había llegado allí.
Aquel lugar se sentía distinto,ajeno,lejano,como el ambiente de otra dimensión.
La pregunta era.
¿En donde —mi*erdas— estaba?
Un chico delgado y de gabardina violeta paso junto a mi e hizo que diera un salto y saliera de la consternación.No se inmutó por mi gesto y siguió su camino,pero yo quedé más asustada que nunca.
Fue entonces cuando decidí fijarme en algo más que el desconcertante hecho de estar ahí.Casi todos los presentes vestían gabardinas de diferentes colores,pantalones de cuero o jeans de tela negra les daban un ligero estilo oscuro sin llegar a ser exagerado,casi elegante.La pequeña diferencia marcaba la diversidad del ambiente:No habían labios pintados de negro,pero sí algunas perforaciones,no había cabellos de punta,pero sí sombreros,no habían collares satánicos,pero sí botas de cuero y bufandas.
Me pregunté una vez más:
¿Qué —Jo*dido—lugar es este?
¿Quiénes son estas personas?
¿Realmente están aquí?
Cerré los ojos con fuerza,repitiéndome a mí misma que debía mantener los pies en la tierra,recordando vagas palabras sobre la realidad y que no todo siempre era lo que parecía ser.
Pero lucía muy real...
Abrí los ojos y volví a estudiar el perímetro.Ni siquiera veía una cara familiar,algo muy extraño considerando que en Riverdale todos se conocían por ser un tipo de pueblo pequeño.Pero no conocía a nadie.
No sabía que hacer.
Entre mi indecisión me atreví a dar unos cuantos pasos temerosos,pero de repente alguien me tomo del brazo con fuerza y me hizo girar bruscamente.
—¿Bella?
Su voz a mis oídos de forma irreconocible.Ni en las tardes fuera de sus casa,ni en las horas de clase en las que a veces yo lo miraba,ni en la acera cuando caminaba por delante de mí,habría imaginado que la voz de Hunter fuera así de imponente,grave,pero al mismo tiempo suave.
Sus profundos ojos azules me estudiaron,entornados bajo unas espesas cejas fruncidas.Era la primera vez que lo veía tan cerca,y la primera vez que se dirigía a mí,que me hablaba,que reparaba en mi presencia.
—¿Cómo es que...?—agregó, completamente confundido,echándome un largo vistazo como si yo no fuera real—¿Qué demonios haces aquí?
—¡Hunter!
No me permitió decir más.Tiró de mi brazo con más fuerza y así me condujo hacia otro lugar.Casi me arrastró entre la gente que por estar muy absorta y sumida en sus conversaciones no notaron lo extraño de la situación.Me deje llevar por sus tirones sin objeción alguna porque solo con sus abruptos movimientos podrían consternarme más de lo que ya había visto.
Atravesamos una elegante cortina blanca,dejamos a toda la gente atrás,y entramos a una especie de pequeña salita que parecía muy alejada del mundo.Incluso tenía un par de sofás y un mini bar.
Allí,el sonido de las voces podían escucharse menos.
—¿Cómo fue que llegaste aquí?—preguntó con fiereza una vez estuvimos a solas.
No lucía nada contento,ni amigable,de lo que me había imaginado que podía ser todo lo contrario,su mirada era casi intimidante,cargada de lo que identifiqué como enojo.Estaba molestó,furioso y sorprendido.
—Yo...te...—murmuré,tratando de que las palabras salieran de mi boca,de que no se quedarán atrapadas en mis cuerdas vocales,y en mis pensamientos—te seguí...
—Pero, ¡¿Estás demente?!—soltó,di un paso hacia atrás por el sonido de su voz—¡Entraste al bosque y pasaste el límite para seguirme! ¡¿Es enserio?!
—¡No crucé el límite!—exclamé en defensa.
Hunter formó una fina línea en sus labios y me arrojo una mirada repleta de reproche.
—Claro que lo hiciste,el límite está a varios metros de aquí—aclaro con detenimiento.
Fruncí el ceño,todavía más liada. ¿Realmente lo había hecho? ¿Pero en qué momento? Recordé entonces que huyendo del asesino,me había echado a correr sin prestarle atención a nada hasta que encontré la cueva.
Sacudí la cabeza con sí el simple gesto pudiera ordenar la lluvia de caos que hay en mi mente,exhalé teniendo en cuentas las prioridades.
El asesino eso era lo único importante en esta situación.
—Si,si,es posible que lo haya cruzado.En realidad sólo te seguí hasta que ya no te vi en alguna parte del bosque,luego decidí irme,pero...—tragué saliva—.Pero vi a un hombre de gabardina blanca asesinando a otro con un cuchillo.Tuve tanto miedo que me eche a correr.Ni siquiera sé cómo llegue hasta aquí .¡Ni siquiera como no me atrapó! ¡Estaba muy cerca,lo escuché! ¡Deberíamos llamar a la policía,Hunter! ¡Puede estar suelto! ¡Puede matarnos!—expliqué con rapidez.
Inhalé hondo,porque volvía a temblar.Hunter suspiró y negó lentamente con la cabeza.
—No puedes—espetó.Su mandíbula y sus rasgos se tensaron como si sintiera una gran irá.Se puso las manos en la cabeza,la inclinó hacia atrás y exhaló con frustración—Por los mil infiernos,Bella, ¿Cómo pudiste entrar?
—¡Te acabo de decir que han matado a alguien!—solté algo inquieta porque al él no parecía importarle la gravedad del asunto—¿Que importa si entré? ¡Allá afuera asesinaron a alguien y yo lo presencié! ¡Tenemos que llamar a la policía!
Espere un momento a que dijera algo,a que reaccionara,pero solo se quedó ahí muy quieto,observándome como si quisiera arrancarme la cabeza.
—Bien,yo lo haré—escupí ante su silencio.
Tuve la intención de atravesar la cortina para hacer algo por mi propia cuenta,aunque no sabía exactamente cómo o qué,pero mi salida se vio interrumpida por otro agarre.De nuevo me asió y aunque trate zafarme,no pude.
—¡No puedes,te dije! ¡Eso que viste que paso no te incumbe!—expreso.Me obligó a mirarlo y esa vez sus facciones se relajaron—.Matan todos los días,por deudas principalmente.No es algo de lo que debamos sorprendernos,es muy común.
Sentí un escalofrío en la espalda y con una fuerza extraña logré liberarme de su agarre.
Retrocedí.No estaba escuchando bien,o eso creí.No podía estar oyendo con claridad,o esas no eran las palabras que salían de su boca.
—¿Qué?—emití,pero rápidamente esbocé una falsa sonrisa,como si me hubiera dado cuenta de todo—.¡Ah! Estás bromeando ahora.Bien,ya,no pensé que fueras así porque no parece que tengas mucho sentido del humor.
—Y no lo tengo,Bella,ni un poco—murmuró de forma sombría—.No bromeo.¿Sabes en donde acabas de meterte? ¿Acaso sabes,en donde te encuentras?
Su rostro,circunspecto,le otorgó un aspecto macabro.Por un segundo me pareció casi enfermizo,de tal modo que retrocedí un paso más.No había diversión en él,ni un poco,por lo que era obvio que no estaba bromeando.
Mi cuerpo tembló en medio de la pequeña sala con piso de alfombra,pisandoló por completo,y en ese mismo instante me arrepentí de haberle seguido.
En ese preciso momento comprendí que me había entrometido demasiado,que mi peligroso misterio,era realmente peligroso.Y probablemente Hunter era de esas personas a las que era mejor mantener alejadas,únicamente como un enigma.
—No te preocupes,ya me...¡Ya me voy!—expuse con rapidez.
De nuevo la vista se me nublaba,pero aún así avance con prisa hacia la cortina.
Debía regresar corriendo,tal vez si corría sin detenerme llegaría al centro,y luego vería que hacer.
Sí,porque él debía estar jugándome una muy mala broma.
Me interceptó cuando estuve a punto de atravesar la cortina.De nuevo,la mano de Hunter rodeó con fuerza mi brazo para retenerme.Sentí que el cuerpo me comenzaba a sudar,que nuevamente comenzaba a tiritar,que en algún momento mi capacidad visual me nublaría tanto que no vería nada.
Entré en pánico.
—Escúchame,Bella,ya no puedes irte—advirtió él.
Sus dedos apretaban con fuerza mi antebrazo.Quise soltarme pero mis piernas estaban rígidas.
—¿Por qué no?—mascullé y tragué saliva.
De repente mis labios y garganta se secaron me comprimió de decir cualquier otra palabra.
—Porque ahora perteneces aquí.
—¿Y...que es aquí?
—Un lugar de personas peligrosas,muy peligrosas.
—¿P-Peligrosas?—inquirí aunque se me trabajan las palabras.Los ojos de Hunter parecieron más azules.Me miraba fijamente,y pesaban,claro que pesaban.Eran intimidantes,y más que parecían muy siniestros—¿Peligrosos así como...? ¿Así como él...?
—¿Cómo el asesino que viste allá afuera? Sí.
—Hunter,suéltame—murmuré como pude.
Tiré de mi brazo,pero hacerlo solo ocasionó que de un jalón redujera la distancia que nos separaba.Temblé como si no tuviera ningún control sobre mi cuerpo y me estremecí de pavor cuando susurró a mí oído con una voz áspera y turbia:
—Te metiste en una cueva de destripadores,Bella,los demonios rondan en la oscuridad,y si se enteran que no perteneces a ellos,te van a usar como carne para filetear.
—Hunter,tengo que irme,quiero irme—pronuncié.La garganta me ardió con cada palabra—Suéltame,por favor,Hunter.
—Te soltaré solo si no sales corriendo,porque si haces eso llamaras la atención de todos esos demonios,de todos esos asesinos que hay detrás de esa cortina y créeme que te conviene pasar desapercibida.
—Demonios...Asesinos—repetí en apenas un jadeo—Pero ¿Cómo es eso posible?
—Simplemente,no nos consideramos con un nombre,no poseemos una religión,no tenemos ninguna creencia.Nacemos con la necesidad de hacer daño.
—No es nada bueno que bromees así—comenté entre risas nerviosas que no supe ni de dónde salieron.
Hunter soltó aire por las fosas nasales,y me miró con un notable enojo.
—¿Y yo por qué debería de bromear? ¿Tengo cara de comediante?—rugió.
No,no la tenía,ni un poco.
—Es que yo...
—¡Tú!—exclamó rápidamente de forma acusatoria—.Tú no tienes ni idea de lo que significa haber pisado este lugar.Acabas de perder tu vida ¿Entiendes? Todo lo que era antes,lo dejaste en esa entrada—Hizo una pequeña pausa—porque todas las personas que están afuera,no olvidan jamás a quienes se encuentran en este lugar.Para ellos perteneces a su grupo,y si te ven por ahí comportándote como una persona normal,van a despellejarte.Los asesinos,viven entre la gente,pero nosotros estamos obligados a vivir entre otros homicidas,entre otros demonios,los mismos demonios que se encuentran en esta cueva.
—No.Esto no está pasando—mi cuerpo perdió toda la fuerza,y fue justo en ese momento que él decidió soltarme.
No pude echarme a correr,algo no me lo permitió.Me quedé quieta,como si hubiera entrado en un estado de shock total,y repetí las palabras «Asesinos» «Demonios» unas cuantas veces hasta que Hunter me hizo callar en una exclamación.
Un remolino de emociones convirtió mi mente en un caos que parecía poder resolverse si corría lejos de aquí,pero temía tanto dar un paso fuera y que todos repararan en mi presencia.
Todos esos demonios...¿Habían estado en el bosque de Riverdale desde siempre? ¿Cómo era que nadie lo sabía?
No podía creerlo.No quería creerlo.Aunque si realmente era cierto,si Hunter era uno de esos demonios,eso podría explicar su conducta asocial.Por supuesto,porque los psicópatas eran callados y reservados y tenían esa chispa de demencia en sus ojos,pero...¿Hunter la tiene? ¿Es un psicópata? ¿«Psicópata» se podría usar como el término correcto?
No,no lo era.No me parece que sea así.
Pero no estaba para pensar definiciones y conceptos,aunque por lo mucho que me gustaran.En ese momento sentía miedo hasta de la decoración de esa cueva,de la estancia en la que nos encontrábamos;siendo víctima del pánico y de mi imaginación desmedida que planteaba las peores y más sangrientas situaciones,hasta llegue a pensar que en el mini bar que estaba junto a un sofá podía haber partes de cuerpos humanos,vivieras,cabezas,y ojos.
—Bella,di algo.
La voz de Hunter me sacó del pasmo.
—Entonces—dije,tratando de pensar bien la situación—naciste siendo un...¿Pero como eso es posible? ¿Es algo con lo que naces? ¿Es en serio?
—Eso,ahora no importa—respondió restándole importancia a mis preguntas—¿Crees que podrías mudarte de país?
Sus palabras eran iguales de difíciles de digerir que la imagen del asesinato rondando por mi mente.Volví a sentirme perdida y abrumada.
—¿Mudarme de país? ¿Por qué me mudaría?
—¿Qué no entendiste lo que te dije?—resopló con cierto hastío—No perteneces aquí,no eres una de nosotros,no naciste para hacer daño y si cualquiera nota que eres normal te van a asesinar,aún hay tiempo,aún puedes huir.