Capítulo 61
1466palabras
2023-01-17 09:30
Se dice que el primer amor no prospera, y Rune Durvel no lo creyó hasta que le pasó a ella. Vivía con su abuela, sus padres habían fallecido sin dejarle recuerdos; era huérfana. Tuvo una niñez feliz, luego se enamoró de Harold Raymond: fueron el primer amor uno del otro. Todo iba bien, hasta que la abuela de Rune le pidió que cortara el vínculo con Harold porque estaba destinada a casarse con otra persona. Al principio, se resistió, pero finalmente tuvo que ceder. La separación fue muy dolorosa para ambos.
Rune estaba prometida a Gabriel Hayes, un joven decente y ambicioso. Era amable y guapo, pero el corazón de Rune seguía unido al de Harold, y tuvo que fingir estar enamorada de Gabriel. Él se enamoró de ella apenas la vio, nunca había conocido a ninguna mujer tan bella y bondadosa.
Rune comenzó a albergar sentimientos por Gabriel con el correr del tiempo, y decidieron casarse. Como él se postulaba para alcalde, no hizo pública la noticia de su matrimonio, pensaba anunciarla una vez terminada la elección.
Kimberly Miller y Rune se habían conocido de niñas y se volvieron a encontrar de adultas. Rune no sabía que Kimberly era una cazafortunas ni que estaba invitando a una serpiente a su hogar. Kimberly buscaba lujo, dinero y poder, estaba celosa de Rune porque estaba casada con un gran hombre como Gabriel que pronto sería el alcalde de una ciudad. Kimberly quería lo que tenía Rune y, paso a paso, comenzó a planificar cómo destruir ese matrimonio.
Sus planes comenzaron a funcionar enseguida. Manipulaba al alcalde, llenándole la cabeza de mentiras sobre Rune y su aventura con un hombre. Le mostró fotos, para que él le creyera, y cuando Gabriel vio a su esposa riéndose con un hombre se puso furioso. Rune era libre y salía a explorar lugares a menudo; Gabriel no tenía problemas con eso. Pero darse cuenta de que ella salía para encontrarse con su amante lo cabreó. La amaba mucho, y se enloquecía al pensar en ella con otra persona.
Kimberly sabía que su plan estaba funcionando. Ella manipulaba a Gabriel, y su novio secreto hacía el trabajo sucio, como tomar las fotos de Rune con Adam Waverly. No eran amantes, Adam era solo un muy buen amigo y, aunque estaba enamorado de Rune desde la universidad, reprimió sus emociones porque estaban casados.
Luke era alcohólico y jugador, y solía vivir en los barrios bajos donde también vivía Kimberly. Ella siguió con él solo para obligarlo a hacer el trabajo sucio, y cada vez que Luke se frustraba, le daba una gran cantidad de dinero para que mantuviera la boca cerrada. Kimberly siguió pagándole grandes sumas y saliendo con él; él siguió haciendo todo lo que ella le ordenó.
Rune se enteró de que estaba embarazada y, al salir del hospital para ir a la pastelería, se cruzó con su viejo amigo Adam. Hacía tiempo que no se veían ya que, después de casarse, le dedicó la mayor parte de su tiempo a su esposo. Adam se sorprendió al verla, su corazón se agitó y se sintió eufórico. Charlaron, se pusieron al día, recordaron cuando estaban en la universidad y, cuando Rune le contó que estaba embarazada, se sintió feliz y molesto a la vez. Ella le había gustado durante mucho tiempo, pero cuando decidió proponerle matrimonio, los padres de él ya le habían arreglado un casamiento por negocios.
Cuando Rune le dio la noticia de su embarazo al alcalde, él no expresó la felicidad que se suponía. Ella se sintió molesta por su falta de emoción por darle la bienvenida al bebé. Pasó el tiempo, Rune ya tenía nueve meses de embarazo y su fecha probable de parto era al día siguiente. Le molestaba el estado de ánimo de Gabriel, pero hizo todo lo posible para que no afectara a su bebé. A medianoche, Rune había comenzado con los dolores de parto, que aumentaron en intensidad, por lo que la llevaron al hospital.
Alrededor de las tres de la mañana, Rune dio a luz a una niña sana. El alcalde sintió el instinto paterno hacia la recién nacida, que hizo disminuir su hostilidad hacia Rune. Ella pensó que volverían a ser amorosos, pero sus deseos no se hicieron realidad. Kimberly los rondaba y se sintió presionada al ver que Gabriel adoraba a su hija. No les llevaría mucho tiempo reconciliarse, y eso sacaría a Kimberly de la residencia Hayes. No podía permitirlo y, como no era paciente, pensó en terminar con Rune de una vez por todas.
Luke investigó todo sobre Adam y le proporcionó esa información a Kimberly. Provenía de una familia acomodada y tenía una esposa humilde y un hijo llamado Carson. Kimberly finalmente decidió ejecutar su plan.
Luego de seis meses, en los que Rune pasó la mayor parte de su tiempo con su hija llamada Cynthia -a quien no había nombrado oficialmente aún-, dejó a la niña al cuidado de Kimberly para salir de compras. Fue secuestrada cuando volvía a su hogar.
Casualmente, Adam llamó a Rune para hablar sobre su hija, y se sorprendió cuando los secuestradores contestaron su llamada. Sin pensar, se apresuró a ayudarla sin tener idea de lo que eso le costaría.
Llegó al destino, pero no pudo salvar a Rune, y él también fue asesinado. El plan de Kimberly había tenido éxito. No había esperado que Adam muriera, pero tampoco le preocupaba.
Su próximo paso era engatusar a Gabriel para hacerlo creer que Rune tuvo un accidente mientras iba a salvar a su amante. El alcalde quedó devastado cuando se enteró de que Rune había muerto, pero estaba furioso con ella por tener un amante. Kimberly contó que Rune había ido a ver a Adam, pero que desafortunadamente murió en un accidente. El alcalde le creyó, no tenía otra opción. ¿Cómo negar la verdad que estaba frente a él?
Kimberly quería convertirse en la esposa del alcalde y que nada de Rune estuviera presente en su nueva vida. Lo convenció de que la niña podría ser de Adam, y esto lo indignó tanto que su amor por su esposa y su hija se convirtió en odio.
El alcalde no podía permitir que se publicara nada sobre Rune y su amante, podría arruinar su carrera. Había trabajado muchísimo durante años, y esta era su oportunidad de convertirse en alcalde, no iba a desaprovecharla.
Usó su poder para suprimir la noticia del accidente y que no se hiciera pública. Como Rune lo había traicionado, le provocaba aversión el rostro de la niña, aunque parecía tan inocente que una parte de él se derretía por ella. Pero Kimberly estaba allí para asegurarse de que se fuera: le dijo que si la gente se enteraba de su hija, que ni siquiera era suya, los rumores afectarían su cargo de alcalde. Gabriel, preocupado, en un ataque de ira decidió enviarla a un orfanato.
Kimberly se encargó de entregar a la niña. Su camino ahora estaba despejado, finalmente podría ser la esposa del alcalde. Sin embargo, Gabriel se sintió arrepentido, no debería haber renunciado a la niña. Kimberly se apresuró a pagarle al orfanato para que la niña muriera, pero la entregaron en adopción a una pareja.
Kimberly le contó al alcalde que la niña había muerto. La noticia lo destruyó, llevándolo a beber alcohol noche tras noche. Kimberly aprovechó la oportunidad para seducir a Gabriel, quien, poseído por el alcohol, no podía pensar con claridad y terminó pasando una noche con ella. Semanas después, Kimberly reveló que estaba embarazada, y el alcalde tuvo que darle el título de primera esposa. Como nadie supo de su matrimonio secreto con Rune, Kimberly fue oficialmente la primera.
La niña fue criada en los suburbios de Ciudad A por la pareja que la adoptó. La llamaron Elissa y la criaron con otro niño que habían acogido, Jonathan, que aunque no era pariente de sangre, la adoraba como a su propia hermana. Cuando Elissa estaba en la escuela secundaria, sus padres adoptivos enfermaron y murieron, no habían podido pagar el tratamiento médico. Quedó completamente sola; hacía unos años, su hermano se había ido a Ciudad B a estudiar. Había prometido volver el año anterior, pero no había vuelto y perdieron el contacto. Ella logró graduarse de la secundaria y realizó trabajos de medio tiempo durante sus vacaciones de verano. Quería estudiar diseño en una buena universidad, pero no podía pagar la cuota de admisión, y sus sueños no se cumplieron.
Un año y medio después, conoció a Carson, el chico de oro, él estaba perdidamente enamorado de ella. Poco a poco, ella se hizo más cercana y, finalmente, al año comenzaron a salir. Así comenzó su historia. Y gracias a los engaños de Kimberly, sufrieron el resultado de la historia de sus padres.