Capítulo 41
1407palabras
2023-01-16 23:00
Georgina persiguió a Benjamin afuera de la empresa. "¡Ben, detente!".
"Déjame tranquilo, Gina", expresó Benjamin con un tono seco sin dejar de caminar. Cuando estuvo frente a su carro, precisamente en el momento que estaba a punto de abrir la puerta, su padre lo llamó. Irritado, contestó y acercó su teléfono móvil a su oído. "Hola padre".
"Hola Benjamin, tu mamá se resbaló por las escaleras, así que estamos en el centro médico. Ella necesita que vengas a verla", expresó su padre con un tono lleno de angustia.
Benjamin estaba muy perturbado y con la noticia de lo que le había pasado a su mamá no sabía si llorar o gritar con fuerza. Limpiándose el rostro con la palma de la mano y repleto de desilusión, aceptó la petición de su padre. "No te angusties, papá. Voy para allá".
Al decir eso finalizó la llamada y sintió muchas ganas de romper alguna cosa. Georgina se aproximó y colocó su mano encima de su hombro. "Benjamin, ¿todo está en orden?", interrogó con dulzura, verdaderamente preocupada.
"Mi madre se encuentra en la clínica. Tengo que ir para allá", respondió, con una mano puesta sobre su cadera mientras la otra guardaba el teléfono móvil.
"¡Oh por Dios! ¿Se encuentra bien?", interrogó, asombrada y angustiada por su mamá.
"No lo sé. Me dirigiré a B city esta noche. Por favor, comunícale a Maxwell que atienda las reuniones en mi ausencia", expresó, luego abrió la puerta e ingresó.
"Permíteme acompañarte".
"No es necesario. Me encuentro bien", explicó mientras introducía la llave en el agujero del vehículo para encenderlo. Cuando el carro estuvo listo, se marchó.
A pesar de que Georgina se sentía feliz luego de echar de la empresa a Elissa, escuchar lo que le había pasado a su madre, la puso triste. Como Elissa ahora estaba fuera de su camino, no tenía motivos para angustiarse. Entonces, ella llamó a Amanda para contarle que el plan había sido un éxito.
"Misión cumplida", dijo Georgina mientras se reía.
"¿Despidieron a Elissa? ¡Eso es maravilloso!".
"Sí. Otra cosa, ¿qué pasó con ese tal Henry? Él no nos traerá problemas, ¿cierto?".
"No. Mientras le paguemos el dinero acordado, no dirá nada. Carson no está enterado de que los diseños eran de Elissa pero ejecutaré el plan inclusive si él lo sabe", explicó Amanda desde la otra línea.
"Está bien. ¿Qué te parece si celebramos nuestro triunfo?".
Amanda aceptó su propuesta y las dos acordaron reunirse en un local nocturno para divertirse y festejar que su plan había salido bien.
...
Waverly Groups and Co.
Carson se encontraba en su oficina firmando unos papeles cuando el teléfono fijo que estaba sobre el escritorio empezó a timbrar. "Dime, Leila".
La recepcionista, usando un tono educado y formal, dijo desde la otra línea: "Jefe, la señorita Elissa Williams desea verlo, pero no tiene una cita. ¿Le digo que se marche?".
Carson no sabía si lo que acababa de escuchar era verdad. "¿Es Elissa?".
"Sí. Aquí está la señorita Elissa Williams. ¿Debería pedirle que se retire?".
"No. Por favor, permítele que ingrese, Leila", indicó y cuando ella respondió que sí, finalizó la llamada. Carson estaba parado, así que inmediatamente revisó su ropa y su escritorio. En su mente surgió una interrogante y era la de que ella hacía allí. Además, no lograba controlar los latidos de su corazón después de haber escuchado su nombre.
Un momento después, la puerta se abrió y apareció su asistente, avisándole sobre Elissa. "Jefe, la señorita Elissa está aquí", expresó con voz nerviosa porque sabía que ella era su exesposa.
Carson hizo un gesto de aceptación con la cabeza, su expresión era indescifrable. Entonces, Lin se apartó hacia un lado y Elissa se mostró. Sintió que tenía mucho tiempo sin verla cuando la verdad era que se habían separado solo hace una semana. La expresión que tenía Elissa en la cara era precavida y le otorgó a Lin una sonrisa tensa, luego ingresó en su amplia oficina y cerró la puerta a sus espaldas. Carson se dio cuenta que ella estaba a la defensiva y la manera como inspeccionaba el lugar, quizás se estaba preguntando si algo había cambiado, pero todo seguía igual. Incluso, él aún tenía el patito de juguete que ella le había dado en su cumpleaños. Carson observó como apretó la boca y como sus ojos miraron con dureza al pato. Trató de deshacerse de todo lo que tenía que ver con ella, pero no fue capaz. No podía botar los objetos que le recordaban a Elissa.
"Vine a tu oficina para que hablemos de lo que pasó hoy".
Sin entender sus palabras hizo una mueca de asombro, intentando recordar lo qué había hecho ese día, pero no encontró nada en lo que ella estuviera involucrada. Entonces, él sencillamente hizo un gesto de aceptación, en ese momento, Elissa inhaló profundamente y comenzó a explicarle.
"¡Tu trabajador robó mis diseños, además, dijo que los había hecho él!". Carson no entendía a qué ella se refería. Entonces frunció el ceño y después de reflexionar por unos segundos, asumió que Elissa estaba hablando del proyecto por el que ambas empresas estaban compitiendo.
"¿Cómo sabes que lo robó? ¿Tienes algo que lo demuestre?". Carson no quería hacerla quedar como una mentirosa, pero no podía arrepentirse de lo que acababa de preguntar.
Elissa susurró algo que él no fue capaz de escuchar. Se acercó a Carson y, sin parpadear, dijo: "Dicen que yo te ayudé a escondidas con los diseños. Tú sabes que yo sí los hice y que nunca haría algo que perjudicara mi trabajo".
"¿Fue Benjamin? ¿Qué otras cosas te dijo?", interrogó, en su voz se podía sentir que había un poco de rabia y enfado. Él sabía que Elissa era una trabajadora honesta y aplicada, por lo que si alguien la estaba acusando de hacer trampa y robar, era evidente que le faltaba una parte a esa historia.
Elissa hizo un gesto de indiferencia al escuchar sus preguntas sin importancia. "Eso no es relevante. ¡Ellos tienen una prueba! Además, Henry Cooper argumentó que le entregué mi trabajo porque estoy enamorada de ti".
"¿Cuál Henry Cooper? ¿El diseñador de nuestra empresa?", preguntó Carson arrugando el ceño. Entonces, entendió por qué los diseños le parecieron familiares. El trabajo era de Elissa y no de Henry. Su cuerpo se llenó de rabia y vociferó: "¡Lo buscaré!".
Ella lo persiguió fuera de la oficina pero se paró al lado de la puerta. Ella pensó que no estaba bien que lo acompañara, además muchos empleados sabían quien era. Cuando ellos estaban casados, Elissa visitaba con frecuencia la empresa para entregarle el almuerzo a Carson. "Prefiero esperarte aquí", dijo y él estuvo de acuerdo con su decisión.
Furioso, se dirigió al lugar de trabajo del sujeto que era en el departamento de diseño. La entrada y las ventanas eran de vidrio transparente. Entonces, Carson abrió la puerta y los trabajadores se pusieron rápidamente de pie. "¿Dónde se encuentra Henry?", demandó, en su rostro tenía una expresión sombría que asustó a los empleados.
"Se marchó después de la junta, jefe", informó uno de los trabajadores.
"¿Se retiró? ¿Sin pedirme permiso?", preguntó molesto. El trabajador explicó que Henry había pedido que se le permitiera irse y que Carson había aceptado. Él murmuró una grosería y se marchó del lugar. Entonces, Carson se dirigió a su oficina donde Elissa lo estaba esperando.
"¿Dónde se encuentra?", interrogó ella, viendo detrás de él pero no había nadie, y él rápidamente cerró la puerta. "Carson, ¿qué sucedió?". Hizo otra pregunta mientras fruncía el ceño ante su expresión de enfado.
"Se marchó. Pero no te angusties, lo contactaré y le ordenaré que se presente aquí". Él llamó, pero esta fue desviada a la contestadora que informó que el teléfono móvil se encontraba apagado. "¡Dem*nios!", refunfuño soltando una exhalación. "Seguramente supo que descubriríamos su plan".
En la cara de Elissa apareció una expresión de frustración porque sus esperanzas habían muerto. La oportunidad que tenía de obtener una prueba y demostrar que era inocente había desaparecido. Observar a Elissa de esa manera hizo que a Carson le doliera el corazón. Él no pudo ayudarla con el problema que tenía.
Nadie pronunció palabras por varios minutos. Entonces, quebrando el profundo silencio, Elissa empleó un tono de voz tajante y se despidió. "Como no conseguí ninguna prueba, no tengo motivos para estar aquí". Él no respondió y la observó mientras se marchaba. Finalmente, las puertas se cerraron y ella desapareció.