Capítulo 39
1546palabras
2023-01-16 23:00
Compañía Raymond...
En su oficina, Elissa estaba trabajando en la creación de diseños. Frunció el ceño y algunos mechones de cabello colgaron sobre sus labios que formaban un puchero meditativo. Estaba muy contenta por el nuevo proyecto que Benjamin le había asignado. Ella sentía que era una gran responsabilidad. Era un trabajo muy importante para la compañía. Pero, con las cosas que estaban sucediendo en su vida privada, a veces ella se distraía. Solo habían pasado dos días desde que le dijo a Carson que no quería estar más con él. Ella creyó que hacer eso no la afectaría, porque los últimos tres años había soportado el dolor, pero cuando Carson no contestó nada, y no confirmó sus sospechas, esto provocó que ella se sintiera mucho más triste.
Cuando volvió a su casa después de la discusión, se dirigió a ver a su hija quien descansaba tranquila, con sus diminutas manos enroscadas lo que la hacía lucir indefensa. Observando a Lia, prometió que no vería más a Carson. Deseaba que su pequeña estuviera bien, además, él creía que ella le había sido infiel. Se dijo para sus adentros que ya nada de eso era relevante. Seguiría con su vida como ella estaba acostumbrada hacerlo en B city.
Elissa exhaló, estaba cansada porque llevaba seis horas trabajando sin parar. Ella quería mantenerse ocupada, porque el día anterior solo había pensado en Carson. Se llenó de trabajo, tanto así que era más de lo que podía hacer. Se dio pequeños golpecitos en sus hombros para tratar de disminuir el estrés.
Su mente estaba agotada, así que decidió beberse una taza de café. Estaba trabajando más horas porque debía terminar sus labores. Benjamin le había dicho que podía terminarlo en casa, pero que debía entregarlo ese día. Muchos trabajadores se habían marchado. Benjamin estaba reunido con el director ejecutivo de Caloz Inc.
Se levantó de la silla que estaba en movimiento, y esta crujió con fuerza, entonces, ella se marchó de la oficina en dirección a la cafetería que estaba en el primer piso. Ingresó al ascensor, presionó un número y aguardó a que la puerta se cerrara.
Georgina aprovechó que Elissa no estaba en su oficina y entró de puntillas al lugar, parecía una delincuente. Su intención era robarse algo. Entonces, ella cerró la puerta mientras su corazón estaba acelerado. Georgina tenía miedo de que Elissa la consiguiera allí.
Ella se acercó de inmediato al escritorio, encendió la laptop y, para su fortuna, el programa de diseño estaba abierto. Entonces, tomó el disco del bolsillo que tenía en sus pantalones de color blanco elegantes y lo insertó en la ranura de la computadora portátil.
Al darle clic al documento de diseño, inmediatamente intentó copiarlo en su disco. Esto era una tarea rápida, pero Georgina estaba desesperada y aterrada. Sería el fin si Elissa la atrapaba allí. Sus ojos cautelosos se paseaban entre mirar la puerta y la pantalla.
La extracción estaba lista. Entonces, retiró el disco de la laptop y cerró el programa, luego tratando de no perder el tiempo se dispuso a salir de la oficina. Primero examinó la zona para descartar cualquier amenaza, y cuando el área estuvo sola, se marchó de la compañía.
Al estar afuera, se subió a su vehículo, en su boca se dibujó una sonrisa llena de triunfo. Buscó el número de Amanda en su teléfono y mientras lo conectaba con parlantes por vía bluetooth, encendió el carro y luego se fue del lugar.
"Hola, ¿A que no adivinas lo que hice ¡Ya lo tengo en mis manos!", expresó Georgina contando sus acciones sagaces.
"Ella no se dio cuenta de tu presencia, ¿cierto?", interrogó Amanda.
"No. Ella salió a buscar una taza de café y yo aproveché el momento para robar el documento".
"¡Maravilloso! Ya te envié los datos de la persona. Confío en ti para la tarea". La voz de Amanda se escuchó como un chillido desde la otra línea.
"Estoy segura de lo que estoy haciendo. Lo más probable es que este plan funcione", dijo Georgina y después se rio. Finalizó la llamada y miró la fotografía y el nombre del sujeto que Amanda le había enviado. Era un empleado de la empresa de Carson. "Se llama Henry Cooper", dijo, manteniendo sus ojos fijos en la carretera mientras conducía.
Cuando le entregara esos diseños a Henry, el plan se pondría en marcha y nadie podría salvar a Elissa de sus malas intenciones.
...
Un día después...
En el Café de CC.
Amanda detuvo su carro en el estacionamiento y luego bajó del mismo. Estaba usando gafas, su cabello era completamente lacio y caía sobre sus hombros y sus labios estaban fruncidos y brillantes. Había mucha brisa por lo que su cabello se movía de un lado a otro. Ella se paró erguida y, sosteniendo su bolso con su mano, caminó hacia la cafetería. Empujó la puerta para abrirla y esta crujió levemente. Luego, buscó con calma una cabeza de color rubio.
Cuando encontró el cabello con ondas y de color rubio rojizo de Georgina, ella caminó hacia donde esta estaba sentada, que era al lado de la ventana. Georgina estaba mirando su teléfono móvil cuando se dio cuenta que una persona estaba parada frente a ella. Entonces, levantó la cabeza y miró a Amanda. "Gracias por acudir a la cita", dijo Amanda con un tono de voz raro y luego se sentó frente a Georgina.
Georgina tenía una ceja arqueada mientras la observaba. ¿Por qué dem*nios estaba usando esas enormes gafas de sol?, se preguntó ella. Como era diseñadora de moda, se le hacía muy difícil no juzgar los atuendos que usaban las personas. El traje de tres piezas no era tan estrafalario, se veía bien, pero Georgina no se lo hubiese puesto para ir a una cafetería. Ella estaba usando una camiseta amplia, un cinturón y pantalones ajustados. Su cabello estaba organizado en un peinado de medio moño, con algunos mechones colgando sobre su frente.
"¿Cuál es el motivo de eso?", interrogó ella, refiriéndose a los anteojos. "Por favor, quítate las gafas, me incómoda que aún las estés usando".
El cuerpo de Amanda estaba rígido, parecía que estaba usando toda su fuerza para mantenerse de pie. Su mentón tembló pero Georgina no se dio cuenta. Entonces, ella apartó las gafas de su rostro y las colocó sobre la mesa. Cuando Georgina miró sus ojos soltó un jadeo. Eran dos esferas rojas y parecía que había llorado durante muchas horas.
"Ey, ¿te encuentras bien?", interrogó Georgina con reservas, debido a la expresión tétrica de Amanda.
"No lo estoy".
"¿Qué ha pasado?".
Amanda la vio directamente a los ojos y pronunció el nombre de la persona que más detestaba en el mundo: "Es por Elissa". Georgina sabía que si Elissa estaba implicada en el asunto, ella estaba muy mal.
Para responder a la pregunta de Georgina, Amanda le contó que Carson y Elissa estaban viviendo en la misma casa y que el pensar constantemente en lo que podría estar pasando entre ellos provocaba que se le subiera la presión arterial. Georgina se apiadó de ella y le entregó un pañuelo de papel. Amanda lo agarró y lo olfateó como si quisiera demostrar que estaba muy lastimada. Ella se encontraba más molesta que triste debido a que Carson era su novio y no le agradaba que estuviera con Elissa.
Amanda había ido a la reunión con un plan para inculpar a Elissa y hacer que Georgina la detestara todavía más. Acercándose a ella, comenzó a hablar en voz baja: "También me enteré que le está colaborando a Carson con los diseños".
Cuando escuchó sus palabras, Georgina frunció el ceño y se alteró. "¿Qué acabas de decir?", interrogó sin medir la intensidad de su voz. Avergonzada por su reacción, disminuyó el tono y preguntó: "¿Es aliada del rival de Ben? ¡Eso no es profesional! Ella podía tener muchos problemas con Elissa en el área personal, pero cuando se trataba de un asunto laboral, eso la ponía más furiosa. A pesar de que Georgina detestaba a Elissa, en una ocasión aceptó que le gustaban sus diseños. Ella jamás le diría eso a alguien, porque se sentiría ridícula.
"Prestar su ayuda es la excusa que utiliza, su verdadero objetivo es el de cautivar a los hombres", dijo Amanda, sus palabras eran malintencionadas. Ella quería que Georgina se llenara de odio contra Elissa. Deseaba que la detestara tanto como ella.
"No permitiré que siga traicionando nuestra empresa de esa manera. Le contaré todo a Ben... Entonces, en el momento que iba a llamarlo, Amanda la tomó por la muñeca y la detuvo. Ella le pidió que antes de contactarlo escuchara su idea.
"Podemos utilizar esta información para perjudicar a Elissa", propuso. "Cuando Benjamin se entere de que su querida Elissa está colaborando con su adversario en secreto, lo más probable es que la expulse de la empresa".
A Georgina le agradó su propuesta. Ella aceptó su plan. "Tengo una idea", expresó mientras en su rostro estaba dibujada la sonrisa perversa que tenía a menudo. "En esta ocasión, no podrá salvarse".
Amanda también tenía una sonrisa en sus labios y estaba feliz porque su plan marchaba como ella deseaba. Y si las cosas no salían bien, ella culparía a Georgina, porque esta sería la que haría todo.