Capítulo 50
930palabras
2023-01-07 00:01
Miré a Hayden a los ojos con desconfianza, tratando de adivinar sus verdaderas intenciones, pero me regaló una notable sonrisa y me extendió la mano diciendo: "Hola Meita, haré todo lo posible para ayudarte en tu trabajo".
Luego deliberadamente redujo la velocidad a la que estaba hablando para dar la impresión de que estaba siendo sincero.
Me dije a mí misma con cierta incomodidad, que sólo esperaba que fuera yo quién estaba dándole mucha importancia a esa situación y que en realidad él no estuviese haciendo todo premeditadamente.

"Gracias", respondí en voz baja mirándolo de manera aprenhensiva.
No podía evitar pensar que Hayden ya conocía la fuerza de los puños de Astepon y que por ello debería ser lo suficientemente prudente para dejar de ac*s*rme. ¿Acaso quería utilizar esa oportunidad para limar asperezas?
¡Bueno en todo caso, eso era lo que yo esperaba!
"Meita", escuché la voz de Tony sacándome de mis profundos pensamientos.
Al reaccionar vi que éste me estaba preguntando con el ceño fruncido: "¿Necesitas que Hayden te ayude con algo en particular? De no ser así, creo que podemos dar por terminada la reunión".
"Hmm...", exclamé bajando la cabeza para pensar un momento lo que iba a contestar y luego le dije: Hayden, ¿podrías por favor recopilar toda la información que tienes sobre los patrocinantes publicitarios del proyecto Love in New York? Una vez que la tengas, podríamos reunirnos otra vez para analizar cómo incorporar las pautas publicitarias en los diálogos de los personajes".

Al terminar de hablar vi una ráfaga de disgusto en su mirada, pero él disimuló de inmediato.
"Yo sé que normalmente eso no forma parte de tus atribuciones, pero necesito conocer muy bien las necesidades del patrocinador para buscar una solución", le expliqué a Hayden.
El problema era que los patrocinantes publicitarios querían que sus pautas aparecieran en la serie, y para ello debía incluirlos en los diálogos. Pero si no los integraba bien, la incorporación iba a hacer muy evidente y a la audiencia no le iba a gustar un guion tan rígido. Por otra parte, si yo no cumplía con las exigencias de los inversionistas, el escritor principal de Black & White no tardaría mucho en decirme que cambiara los parlamentos.
Yo siempre le doy prioridad a la productividad, y por ello evito al máximo cometer errores durante todo el proceso.

"Hayden, haz lo que te está pidiendo Meita. Por favor ve y prepara toda esa información", dijo Tony con tono autoritario.
Vi cómo él asintió con aparente docilidad, pero me percaté de la rabia que había en sus ojos, cuando se levantó para cumplir con lo encomendado.
En ese momento, me obligué a poner a un lado las emociones que Hayden acababa de mostrar involuntariamente. Poco importaba cuál había sido su verdadera intención al hacerlo ni los conflictos que habíamos tenido porque en este momento, sólo importaba el trabajo y el hecho de que debíamos discutir asuntos profesionales. ¡Para mí, el trabajo siempre debía ser la prioridad en el plano profesional!
Con esa idea en mente, me despedí de Tony, quien tenía muchos otros asuntos que atender. Mientras estuvimos solos en la sala de conferencias, no conversó conmigo ni mencionó nada sobre el desayuno, únicamente levantó su pulgar en señal de aceptación y me pidió que pusiera mi mayor empeño en este proyecto. Luego al salir del salón, nos fuimos cada uno por su lado.
Para ser honesta, no me sentía decepcionada sino todo lo contrario, porque al verlo tan concentrado en el trabajo, me pareció que Tony era encantador.
Media hora después, llevé los documentos clasificados a la pequeña sala de reuniones para trabajar con ellos, pero Hayden no estaba ahí. Esperé casi diez minutos y luego caí en cuenta de que él me había dejado plantada.
Me quedé atónita al percatarme de lo que estaba pasando porque no podía creer que él fuese tan irresponsable. Independientemente de la situación, él no debió haber mezclado los asuntos personales con el trabajo.
Estaba un poco disgustada y fui a buscarlo al departamento de proyectos. Al llegar, lo encontré hablando amenamente con la mujer con quien me había tropezado en la cocina esa mañana. Estaban tan cerca el uno del otro que cualquiera habría pensado que había un romance entre ellos.
Ya no me interesaba Hayden, así que al verlo en esa situación, sólo sentí rabia porque me había hecho perder el tiempo.
Entonces decidí entrar a la oficina de proyectos caminando con esos tacones que recién había aprendido a utilizar. Al pasar escuché una voz que decía: "Mira parece que la fea que trabaja en el equipo de editores comenzó a ac*s*r a Hayden otra vez".
"Tenía tiempo que no venía por aquí. ¿Acaso estará saliendo con otro? ¡Jajaja!"
"Oye si te fijas bien, pareciera que la gorda adelgazó y sorpresivamente ya no está tan fea!", seguían comentado al verme pasar.
"Estoy segura de que se ve así por el maquillaje y esa ropa barata que lleva puesta, pero con todo y eso, se ve mucho mejor que antes".
Yo seguía escuchándolos susurrar a mi paso, pero rápidamente decidí ignorarlos y seguí caminando en dirección a Hayden y le recordé con amabilidad: "Son las 3.05 pm., y ya han pasado más de quince minutos de la hora pautada para nuestra reunión".
Él me miró y luego me respondió impaciente: "Entendido, dame sólo un par de minutos y estoy listo".
Tras decirme eso, volvió a su puesto a buscar la información, mientras que la colega con la que estaba hablando muy de cerca, me volteaba los ojos en señal de contrariedad.