Capítulo 32
1172palabras
2022-12-13 18:12
Definitivamente, me paralicé en el acto, sin saber cómo reaccionar, aunque no sentía miedo, en ese momento mi mente estaba en blanco.
Cuando observé la botella de vidrio en la mano de Amelie, cerré los ojos inconscientemente.
Sin embargo, el dolor nunca llegó, en cambio, percibí una ráfaga de viento a mi alrededor, que inmediatamente se detuvo, y a continuación escuché la voz sorprendida de Amelie.
—Señor, esto es entre ella y yo. Creo que sería mejor si permanece como espectador.
Entonces, abrí los ojos lentamente, y alcancé a distinguir que alguien, a mi lado izquierdo, estaba sujetando la muñeca de Amelie.
—Estás a punto de hacerle daño a mi amiga. No hay forma de que no me involucre. —Pude escuchar la fría voz de Astepon a mi izquierda.
Inevitablemente, Amelie reaccionó sorprendida —¿Qué? ¿Eres amigo de ella? ¿Cómo es posible?
En consecuencia, el ceño de Astepon comenzó a fruncirse en su rostro delicado, y luego apretó sus labios en línea recta.
—Meita —se volteó, me observó, y a continuación dijo—. Dile que soy tu amigo.
Rápidamente, lo miré a los ojos y me sentí tan cautivada por su seriedad, que mi mente sufrió un cortocircuito. Incapaz de pensar en cualquier otra cosa, le contesté —¿Amigo? ¡Sí, amigo!
—¡Eso es imposible! ¡Meita es un fenómeno aislado! ¡No podría ser amigo de una persona tan maravillosa como tú! —Amelie dejó escapar un grito agudo.
¡Vaya! ¡Ella era demasiado escandalosa!
De prisa, giré la cabeza y abrí completamente los ojos, tratando de ver su rostro con claridad.
—No... es verdad, Amelie. Este caballero es amigo mío. —le contesté despreocupadamente—. De hecho, esa... esa chaqueta FG... me la dio él.
Por lo cierto, debo admitir que lo estaba haciendo a propósito. ¡Realmente quería que Amelie supiera que mi nuevo amigo no solo era maravilloso y agradable conmigo, sino que también era el hombre que acababa de rechazarla!
Al instante, noté que el rostro de Amelie, rebosante de asombro y sospecha, rápidamente se ponía rojo, por lo que supuse que debía estar enojada por lo que acababa de decirle.
Podía observar su pecho subiendo y bajando violentamente, mientras sus labios temblaban como si quisieran continuar.
Luego, Astepon habló —Bueno, creo que este es el final del asunto.
Inmediatamente, me volteé para mirarlo, absolutamente sorprendida, mientras él soltaba la mano de Amelie, y luego daba un paso hacia atrás y tiraba suavemente de mi cuerpo.
En efecto, su alta figura parecía una imperturbable montaña frente a mí, lo que me daba una inmensa sensación de seguridad.
—Señora, le sugiero que siga con lo suyo, se arregle la ropa, y se maquille. —continuó Astepon.
En tanto, asomé la cabeza por detrás de Astepon, y entrecerré los ojos hacia el cuerpo de Amelie. ¡Su camisa estaba toda empapada, por lo que se había vuelto tan translúcida que incluso hasta podía ver levemente la forma de sus senos!
—¿Por qué viniste al bar sin ropa interior? —Probablemente el alcohol ya había comenzado a afectar mi cuerpo, ¿por qué otra razón diría algo como eso?
Por consiguiente, el rostro de Amelie se tornó rojo mientras la observaba, por lo que pude notar que estaba bastante molesta. Rápidamente, ella colocó sus manos sobre su pecho, y me lanzó una mirada malvada. —¡Solo espera, Meita! ¡Te juro que me las vas a pagar!
A continuación, me empujó con furia y se fue.
Para ese momento, ya había comenzado a sentir que el alcohol realmente me estaba afectando, por lo que el empujón de Amelie provocó que mis débiles piernas cedieran y cayera hacia atrás sin control.
Justo cuando creí que iba a desplomarme frente a Astepon, él sostuvo mi cuerpo firmemente.
—¿Cómo te sientes, Meita?
Enseguida, lo miré a la cara y él me sonrió.
—Eres tan bonito. —Sentí el aroma de su cuerpo, y no pude evitar levantar mi mano, y tocar su rostro con la punta de mis dedos— ¡Oh! De repente tengo tantas ganas de abrazarte, hueles al sol resplandeciente.
—Estás borracha. —él tomó mi mano, y se dirigió a mí con calma.
—¡No estoy borracha, no estoy borracha! —Continué repitiendo, sin quitar la mano de Astepon.
Seguidamente, me ayudó a salir de la cabina y cuando estábamos cerca de la puerta, me dijo de repente. —Esta noche te vi diferente, muy atractiva.
Por lo tanto, me paralicé por un momento, y sentí que mi corazón latía con tanta fuerza que mi visión se nubló por completo, y apenas pude mirar hacia arriba para ver el contorno de su hermoso perfil.
"¿Sería real? ¿Me estaría felicitando por lo atractiva que había estado aquella noche? Era completamente diferente a Amelie, ¿eso sería realmente atractivo para él?
Definitivamente, la poca cordura que quedaba en mi cuerpo me advirtió que me estaba alabando de esa manera para inspirarme a seguir cambiando, pero el éxtasis poco a poco eclipsó la razón, y en ese momento lo único que vino a mi mente fueron sus palabras.
Y a pesar de que quería decirle algo más, Astepon me pidió que cerrara los ojos y me apoyara en su hombro, mientras me ayudaba a subir al auto, asegurándome que me despertaría cuando llegáramos a casa.
Ciertamente, los efectos del whisky eran tan fuertes que mi mente estaba lentamente fuera de control y mi cerebro había comenzado a marearse. Al instante, me apoyé sobre Astepon y rápidamente perdí el conocimiento.
Cuando finalmente me desperté, todavía estaba en el coche. Astepon estaba a mi lado, hablando con su teléfono —Así que eso es todo, Tony, siento lo de esta noche. Nos vemos en otro momento.
¿Tony? Estaba un poco confundida. En nuestra oficina había un muchacho llamado Tony, que había sido verdaderamente amable conmigo, y me había dado la oportunidad de unirme a un nuevo proyecto.
Ah... Probablemente, su amigo y mi compañero de trabajo tan solo compartían el mismo nombre. No quería pensar demasiado en eso, e inmediatamente cerré los ojos y volví a dormir.
No obstante, Astepon me despertó, interrumpiendo mi maravilloso sueño, en el cual él venía a mi casa, bebíamos vino, y luego de repente tomaba la iniciativa de besarlo en los labios. Para mi sorpresa, él me respondió apasionadamente y mientras estaba presionada contra el sofá, mi cuerpo se puso candente y reaccionó a sus labios y a su lengua, y mi deseo llegó al punto de ebullición.
Incluso, aunque Astepon me hubiera desvelado, todavía sentía como si estuviera en aquel sueño.
Rápidamente, me ayudó a salir del coche, y me acompañó a mi apartamento.
En ese momento, me apoyé en su hombro, y me di cuenta de que si levantaba la cara, podía besar el lóbulo de su oreja.
La distancia entre nosotros era tan efímera que podía sentir su calor, y el leve olor a whisky que emanaba de su cuerpo.
El deseo en mí aún no se había aliviado, y no podía contenerme más cuando pensaba en lo bien que me había sentido cuando hacíamos el amor.
Inevitablemente, levanté la cabeza, alcancé el lóbulo de su oreja y lo lamí suavemente...