Capítulo 23
871palabras
2022-12-15 16:17
Punto de vista de Cassidy
Al abrir los ojos, vi que estaba en medio de un claro, rodeada de tulipanes rojos, mis flores favoritas. El sol resplandecía a través de las ramas de los árboles, dándole un aspecto mágico. Los pájaros cantaban, una cálida brisa veraniega atravesaba el paisaje, y mariposas de todos los colores volaban elegantemente de tulipán en tulipán. ¡Debía ser un sueño!
Estaba sentada mientras observaba alrededor, pero cuando intenté ponerme de pie, un brazo se envolvió alrededor de mi cintura y me sostuvo con firmeza. Mi reacción inicial habría sido ponerme a la defensiva, pero me relajé con quienquiera que me estuviera abrazando. ¡Qué raro! Giré mi cuello para ver de quién se trataba, y ni siquiera me sorprendí al encontrarme con la sonrisa de Damen. Fue entonces cuando supe que debía estar muerta. No había forma de que Damen y yo pudiéramos abrazarnos en vida. En el mundo real, él ya no quería nada conmigo, pero aquí parecía mirarme como si fuera la única mujer en el mundo. Sí, definitivamente estaba muerta.
"¿Dónde estamos?", pregunté. Damen llevaba una camisa blanca de cuello alto y pantalones color caqui. Se veía tan apetecible que tenía ganas de comerlo. Mientras observaba sus profundos ojos azules, noté que tenían pequeñas motas verdes, de un tono cercano al color de mis ojos. Me pregunté si era solo una coincidencia. Además, cuando sonreía, un pequeño hoyuelo aparecía a la derecha de su boca. Tenía unas sutiles pecas en la nariz y una pequeña cicatriz en la barbilla. Me pregunté cómo la habría obtenido. Mis ojos se dirigieron a sus deliciosos labios y solo pude pensar en lo mucho que deseaba besarlos. Sin embargo, antes de que pudiera hacerlo, él me sacó de mi trance con su respuesta.
"Parece que estamos en el cielo, ¿no te parece?", dijo con una pequeña sonrisa. Yo se la devolví con un asentimiento. Sí, estaba en el cielo, era lo más seguro.
Después de unos momentos en los que nos dedicamos a disfrutar de esa serenidad, Damen volvió a romper el silencio. "¿Por qué te fuiste? Es decir, ya sé el motivo, pero me gustaría saber por qué huiste de mí la segunda vez".
Lo pensé por un momento. "Supongo que todavía no estaba lista para enfrentarte. Estaba comenzando una nueva vida. Tenía una nueva familia que realmente se preocupaba por mí, que no me miraba como si fuera una marginada o no fuera lo suficientemente buena. Me aceptaron con los brazos abiertos. No me presionaban para que les contara sobre mi pasado ni me juzgaban. Sentí como si me hubiera convertido en una persona completamente diferente". Lancé un suspiro y entonces lo entendí. "No, eso no es cierto". Damen frunció el ceño, confundido. "No me convertí en una persona diferente. Me convertí en quien siempre debí ser. Me encontré a mí misma, o estaba comenzando a hacerlo".
Damen reflexionó. "¿Crees que habrías vuelto a casa? Me refiero, a tu antiguo hogar"
"Tal vez habría regresado en algún punto... No podría haber dejado a mi mamá o a Jake por más tiempo. Todos los días los extrañaba mucho y me sentía culpable por haberlos abandonado de esa forma. Sin embargo, no creo que me hubiera quedado para siempre, me habría ido tras haber respondido todas mis preguntas". Me estremecí cuando un repentino murmullo se escuchó en mis oídos, pero no tardó en apagarse y lo aparté de mi mente. Me importaba más lo que Damen quería decirme.
"¿Habrías venido a verme? ¿O me evitarías?", susurró. Sonaba vulnerable, como si le doliera formular esa pregunta, como si temiera escuchar la respuesta.
Esta vez, me senté y Damen me soltó. Me di la vuelta para contemplarlo y acerqué su apartado rostro al mío para mirarlo a los ojos. "Damen", murmuré con una mirada severa. "¿Cómo habría podido enfrentarte después de mi partida? ¡Me dijiste que no me querías, y me lo demostraste besando a mi hermana! Dudo que hubiera podido evitarte, pero tampoco te habría buscado. ¿Tú hubieras querido verme?", pregunté.
Damen extendió una mano para acariciar mi rostro amorosamente, deslizando su pulgar por mi mejilla. Me incliné hacia él, disfrutando sus caricias. "Yo nunca quise que te fueras. ¡Te he deseado desde hace dos años, cuando supuse que eras mía! Sí, te rechacé, pero tuve mis razones. Ese día, después de la escuela, planeaba explicarte por qué no podíamos estar juntos. Pero cuando llegué, tú ya te habías ido. Solo me dejaste esa nota y la grabación". Tragó saliva, respiró hondo y continuó con voz temblorosa: "Te llevaste mi corazón y mi alma cuando te fuiste, Cassidy. Te busqué durante meses, pero no te encontré por ningún lado. Mi lobo no me hablaba, parecía haberse encerrado. El día que me enteré donde estabas fue uno de los más felices y más tristes de mi vida. Estaba emocionado porque te había encontrado, pero devastado porque sabía que ya no podía recuperarte. Te habías olvidado de mí y ya no me querías. Me lo merecía. Pero la respuesta a tu pregunta es sí. Sí hubiera querido ver a la única persona que ha estado en mi cabeza día y noche desde que la conocí", dijo con una pequeña sonrisa triste.