Capítulo 65
955palabras
2022-12-25 00:01
El punto de vista de Stella.
"¿Cómo encontraste a Vince?", pregunté sin aliento.
"Daniel fue a tu escuela a investigar para saber lo que te pasó esa noche antes de que Lucy te golpeara", respondió con modestia.
"¿Así que lo sabes todo?", dije nerviosa.
"Lo siento", se disculpó casi de inmediato.
Pude haberme enojado, gritado incluso por haber revisado mi historial sin permiso, pero no pude hacerlo. Estaba demasiado débil para defenderme.
"Stella, ¿por qué nunca escapaste?", Cheol preguntó de nuevo.
"Quiero a la tía Lucy como a mi propia madre, y pensé que ella podría llegar a quererme también. Que de alguna forma iba a devolver el amor que le estaba dando. Pero a medida que pasaba el tiempo, ella empeoró". Luego de una pequeña pausa, continué: "Y por Dino. No podía dejar a mi hermano así".
"Él no es tu hermano".
"Lo sé", dije y luego miré hacia otro lado. "Pero él es el único que me hizo sentir en familia. Me hace creer que me quiere más que a Debra, su hermana".
Cheol asintió al escuchar mi explicación. "¿Puedo hacer otra pregunta?". Tragué saliva pero acepté de todos modos. "¿Que pasó exactamente? ¿Por qué Lucy te pegó de esa manera?".
Respiré profundamente antes de exhalar. "Salí esa noche a ganar dinero para la operación de Dino. Tenía que hacerlo, no me querían ayudar. Lo habían abandonado".
Los ojos se me llenaron de lágrimas recordar a Dino y la forma en la que rogó que me quedara la última vez que lo visité.
"Y esa noche, salí con un hombre como su dama de compañía, pero no pude soportar lo que me estaba haciendo, así que me escapé". Me atraganté al recordar cómo me había hostigado cuando estuve dentro de su auto. "Para mi suerte, esa noche pude escapar. Alguien me salvó".
"¿La persona te salvó fue con quién...?". Cheol no terminó la oración, pero sabía lo que estaba tratando de preguntar. Quería saber si esa era la persona con la quien hice el amor.
"Sí". Miré hacia abajo sintiéndome tan avergonzada al mismo tiempo que me sonrojaba.
"¿Por qué?".
"¿Qué quieres decir?", dije mientras fruncía el ceño.
"¿Por qué te entregaste a él de esa manera?", dijo. Su pregunta era clara, y pude ver en sus ojos que quería tener la respuesta de inmediato.
"Porque lo amo", respondí con sinceridad. Y esa fue la única razón por la que me entregué a él esa noche. Por la que permití que él me quitara mi virginidad.
"Está bien", contestó Cheol con una pequeña sonrisa. No dijo más y me dejó descansar por esa noche.
A la mañana siguiente, cuando me desperté, vi a Cheol durmiendo en el sofá. También a mi mochila, que ahora estaba al lado de la cama. Deprisa la abrí y suspiré aliviada cuando descubrí que mi libreta de ahorros, tarjeta y otras cosas personales estaban dentro.
Me levanté de la cama en silencio para dirigirme al baño, cuando de pronto escuché la voz ronca de Cheol. "¿Cómo te sientes?".
De inmediato me detuve y lo miré. "Estoy bien. Pensé que todavía estabas durmiendo".
"Lo estoy desde hace una hora. Solo esperaba a que te despiertes", dijo con una sonrisa. "Buenos días". Cortésmente le devolví el saludo.
"¿Vas a tomar una ducha?", preguntó y yo asentí. "Hay una toalla limpia en el armario. Voy a la habitación de invitados para conseguir algo para que te pongas". Rápidamente se puso de pie y fue hacia la puerta antes de que yo ingresara al baño.
El Dr. Kim dijo que las radiografías y los escáneres no habían mostrado señales de desplazamientos ni otras anomalías. Parecía estar bastante sorprendido de que no hubiera más problemas aparte de las fracturas. En especial en aquellos lugares donde ya se habían roto antes.
Cheol estaba a mi lado mientras caminábamos afuera de la habitación del médico. "¿Podemos visitar a mi hermano?".
Se detuvo y me miró para decirme: "¿Quieres que te vea así?".
Podría ocultar los moretones en mis brazos y cuerpo con esta camisa de manga larga que tenía puesta, pero creo que él se refería a la marca en mi cuello y al corte en la comisura de mis labios. Estaban en proceso de curación, pero aun así eran evidentes si me mirabas más de cerca. De ninguna manera hablaría con Dino a más de un pie de distancia de él.
De inmediato negué con la cabeza. "Pero él necesita saber qué me hizo su madre. Antes de presentar una demanda contra la tía Lucy, tengo que pedirle permiso", expliqué.
Él solo asintió y tomó mi brazo en señal de apoyo. Estaba por llamar a la puerta cuando sentí que alguien me miraba muy cerca de mi hombro.
"¿Quién eres tú?".
Di un salto cuando vi a Jenny, o Fiona, como sea que se llame, mirando por encima de mi hombro mientras sostenía su botella de agua.
"Jenny, ¿qué estás haciendo?", dije entre dientes. Al escucharme sus ojos se abrieron como platos.
"¿Sabes quién soy?", preguntó apuntándose a sí misma con un dedo. Ah, ella solo me conocía cuando yo llevaba puestos mis anteojos y pelucas.
"Bueno, eso fue solo una suposición", tartamudeé. Y para mi sorpresa, ella me sonrió.
"¡Pues es correcta!", exclamó. Luego dirigió su mirada a Cheol y sus ojos se abrieron aún más. “¡¿Cheol…?!”.
¿Lo conocía?
"¿Jenny? ¡Dios mío!", dijo Cheol con voz áspera mientras corría hacia ella. Luego la abrazó con fuerza, y la hizo girar como si fuera una pequeña niña haciéndola reír en voz alta. "¿Cómo estás, Jenny? ¿Qué haces aquí en el hospital?".
La sonrisa en el rostro de la joven no se desvaneció mientras rodeaba el cuello de él con sus brazos. "Cheol, estoy enferma".