PUNTO DE VISTA DE TYLER
“---cada protón está compuesto por tres quarks—dos “arriba” y uno “abajo”—y se mantienen unidos por otras partículas subatómicas, llamadas gluones, así que…”
Mis pensamientos ahogaron lo que el Sr. Jones estaba diciendo mientras tomaba algunas notas, principalmente las palabras clave que identificaba en su largo discurso. Suspiré de aburrimiento, fingiendo que todavía estaba escuchando. Pensé que ya dimos esta lección la semana pasada. Estábamos a mitad de año, y no le veía el sentido a perder el tiempo de todos repitiendo información que ya sabíamos.

"Esta lección es aburrida, ¿eh?" susurró una chica con voz jadeante, inclinándose y acercándose demasiado a mí, tanto que podía oler el dulce aliento que golpeaba mi rostro.
Dejó caer su bolígrafo sobre su impecable cuaderno y deslizó su mano entre mis muslos, alcanzando con facilidad mi entrepierna.
Cerré las piernas de golpe, evitando que su mano se moviera más, y me quejé de su impertinencia. "Basta, Missy" dije con incredulidad, bajando la voz, con miedo de que me echaran del salón de clases.
Missy era hermosa y tenía un cuerpo perfecto, pero no era mi tipo. Había reemplazado a Maxine como porrista de nuestro equipo de fútbol, y ahora actuaba como si fuera mi novia sustituta.
Ella puso los ojos en blanco y finalmente dejó de coquetear conmigo. Podía sentir que me ponía duro. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que había tenido algo de acción. ¡Mi*rda!
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Después de nuestra práctica de fútbol, corrí de regreso al vestuario mientras sonreía al pensar en cierta chica de cabello rizado que ya estaba esperando que la llevara a casa. Sabía que ella no era más que mi tutora en mis materias reprobadas, y yo su tutor para enseñarle a besar, pero no podía evitar encariñarme.
No. Esto no podía estar pasando. Todavía amaba a Maxine. Negué con la cabeza, me desnudé y me di una ducha rápida.
Mientras salía del vestuario, una pequeña mano agarró mi muñeca y de repente tiró de mí y me empujó dentro de un salón de clases vacío.
"¿Missy?"

"Hola, sexy". Saludó mientras me empujaba de nuevo a una de las sillas y luego se acercaba, llevando su mano a mi hombro.
"¿Qué estás haciendo?" Contuve el aliento cuando se acercó a mi cara.
Su boca estaba extremadamente cerca de mi rostro, y su aliento caliente golpeaba mi oído, provocándome escalofríos.
“¡Missy, detente!” Le dije cuando su mano, que descansaba sobre mi hombro, empezó a bajar por mi bíceps. ¡Mi*rda! Necesitaba tener s*exo ahora mismo.
"Sé que me deseas, Tyler. Pude sentirlo cuando te toqué en la clase de química" dijo mientras rodeaba mi cuerpo con sus piernas y se sentaba en mi regazo, a horcajadas sobre mí.
Su falda subió justo lo suficiente como para hacerme enloquecer.
"Puedo darte lo que necesitas ahora mismo, amor". Ella susurró en mi oído, tirando suavemente de mi lóbulo con los dientes.
Contuve el aliento cuando movió sus ágiles dedos por el frente de mis pantalones. Con su mano en la cintura de mis jeans, sus labios se adhirieron a mi cuello mientras yo lo inclinaba hacia un lado para facilitar su tarea. Comenzó su suave asalto a mi piel mientras se apresuraba a desabrocharme el cinturón.
Agarré su cabello con fuerza, tirando de él, y reclamé sus labios. Cuando nuestros labios se encontraron, se acercó aún más a mí. Su falda solo subía más y más, hasta el punto de que ni siquiera la necesitaba, porque era prácticamente inexistente.
Mi lengua exploró expertamente su boca, y sentí la tensión en mis pantalones presionando contra su muslo mientras ella continuaba frotándose contra mí. Sentí que sus manos se movían desde mi pecho a su propia camisa y la jalaba sobre su cabeza, desconectando nuestros labios por un instante.
Sus voluminosos pechos casi se derramaron fuera de su sostén negro. Entrecerré los ojos al verla desabrocharse el sostén, pero me congelé de repente cuando sentí una vibración en mis pantalones. Entonces me acordé de Stella. ¡Mi*rda!
Aparté a Missy de mi regazo y ella cayó al suelo con un ruido sordo.
"¡¿Qué d*monios te pasa, Tyler!?" gritó ella, sosteniendo su cadera con un gesto de dolor.
“Lo siento, Missy, pero tengo que irme. ¡Y nunca vuelvas a hacerme esto, o le diré al entrenador que te elimine como porrista del equipo!" dije mientras tomaba mi mochila y salía corriendo del salón.
Corrí por los pasillos arreglándome los pantalones y pasando los dedos por mi cabello una y otra vez. Vi a Stella caminando hacia la salida y la llamé por su nombre. “¡Stella!”
Me disculpé con ella, pero no podía decirle lo que realmente había sucedido. Y vi su mirada clavada en mi cuello ¡Mi*rda! No estaba seguro de si Missy me había dejado chupones, pero por la forma en que Stella me miraba, supe que lo había hecho.
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“¿Por qué no pusiste nada el jueves?” preguntó ella mientras observaba el horario que yo había hecho.
“Estoy ocupado los jueves”. Dije de manera cortante, sin dejar que preguntara más al respecto. No quería decirle a nadie que el jueves era para Jenny.
Pero, para mi consternación, ella preguntó de todos modos. "¿Con qué?"
"¡No es asunto tuyo, nerd!" Respondí, sintiéndome irritado.
La vi quedarse atónita a causa de mis palabras, y de repente me sentí culpable, pensando que la había hecho enojar. Agarré su mano y la apreté suavemente. “Stella, lo siento. No quise gritarte. Quiero decir-"
Apartó su mano de la mía y me miró con lágrimas en los ojos. ¡Mi*rda! ¡Lo he arruinado todo!