Capítulo 87
693palabras
2022-09-17 00:01
Después de recibir la llamada de Anna, Eleonora se apresuró en volver.
Ella le dijo que había salido a comprar algo, pero al final, no compró nada. Sin embargo, el tiempo había pasado volando. No era de extrañar que Anna estuviera ansiosa.
Después de bajarse del autobús y antes de que pudiera dirigirse hacia el vecindario donde vivía, escuchó el claxon de un automóvil justo detrás de ella.

Entonces se dio la vuelta y vio el auto de Quentin.
De pronto, aligeró el paso para tratar de evitarlo. Sin embargo, ella no esperaba que él saliera del auto, tirara de su brazo y la empujara violentamente hacia el interior de él.
Durante la escena, estuvo inexpresivo y mantuvo el rostro serio.
"Quentin, ¿qué estás haciendo? ¿Estás repitiendo el mismo truco? ¿Te parece divertido hacerme esto? ¿Quieres que yo sea el hazmerreír del mundo entero y el objeto de burla de todos antes de satisfacerte?" A Eleonora la había intimidado Yvonne hace un momento y estaba muy nerviosa. Lo que faltaba era que Quentin apareciera de ese modo para que ella estallara de ira.
Quentin la miró con frialdad y sin decir una palabra, puso en marcha el auto.
Eleonora se apresuró en abrir la puerta, pero no pudo.

En este momento, ella era como una pequeña bestia angustiada por estar encerrada. Golpeaba la ventana y la puerta con fuerza.
La primera vez que le hizo eso, Eleonora no mostró ni alegría ni enfado. Estaba tan tranquila como un mar sin oleaje. Sin embargo, esta vez era una bestia que estaba asustada y había enloquecido. Parecía una persona totalmente diferente.
Pero, por alguna extraña razón, Quentin lo encontraba divertido.
"¿Cómo te atreves a no responder a mi llamada? ¡Eleonora, eres muy desobediente!".

En cuanto Henric se marchó, Quentin la llamó.
Al final, no pudo deshacerse de él. ¡Esta mujer se atrevió a ponerlo públicamente en la lista negra!
Quentin no dijo mucho más. Se limitó a explicar con brevedad la situación de la empresa y luego fue corriendo hacia allí.
Antes de que el auto se detuviera por completo, vio a esta mujer bajarse del autobús.
Así que vio la oportunidad perfecta para salirse con la suya.
Él redujo rápidamente la velocidad y la siguió de cerca.
Por su parte, Eleonora no dijo nada y siguió sacudiendo la puerta del auto.
Quentin la miró con frialdad y le dijo: "Es inútil. No creas que puedes huir de mí. ¡Así es como era y así seguirá siendo en el futuro!", dijo Quentin en un tono tranquilo. Su tono frío y distante era muy autoritario.
Entonces, Eleonora lo agarró del brazo y lo movió vigorosamente. "Quentin, eres un auténtico b*stardo. Te puse en la lista negra y no respondí a tu llamada porque no quiero verte. Detén el auto. Te estoy diciendo que detengas el auto. ¡Quiero bajarme!".
"¡Así que ella me puso en la lista negra!", pensó Quentin al frenar en seco. Eleonora sentía como si se le hubiera roto el cuello. Lo miró con una expresión de desconcierto.
En este momento, el auto había parado en un bosque tranquilo, no muy lejos del vecindario de Anna.
Quentin la miró con su mirada sombría, lo que hizo que se le erizara el cabello.
"¡Quiero salir del auto!", pronunció Eleonora palabra por palabra.
"¡Cállate!", dijo Quentin mientras se quitaba la camisa de algodón italiana hecha a mano. Llevaba una camiseta blanca, sin mangas, ajustada y muy sexy, lo que hacía que su torso color dorado se viera aún más fuerte. Sus músculos eran comparables a los de un entrenador de culturismo.
Eleonora conocía su cuerpo desde hace más de un año, pero hoy era la primera vez que lo veía en un espacio tan reducido. El corazón le dio un vuelco y se quedó atónita.
¡¿Qué estaba haciendo?!
De inmediato, un pensamiento extremadamente sucio apareció en su mente.
¿Iba a hacerlo aquí?
Todavía no estaba oscuro y había personas en la calle. Si el auto de lujo de Quentin empezara a sacudirse frente a los ojos de los viandantes, ¡las consecuencias serían terribles!
La escena era tan sucia que no se atrevía a pensar en ello.