Capítulo 45
1280palabras
2022-08-11 13:28
Sheehan apartó la mano dolorida y quiso enojarse con Wilson. Pero sintió que no debía hacerlo al haber alguien más allí. Se apresuró en inventar una respuesta y finalmente dijo: "No pasa nada. Mi hermano mayor está todo el día acostado en la cama, por eso está un poco deprimido y tiene un estado de ánimo algo inestable. Estaría bien que le trajeras un tranquilizante para que se calme". 
Aunque su tono era tranquilo, la enfermera notaba el desagrado en sus palabras, por lo que no se atrevía a dejarlo solo. No obstante, sabía a qué se refería Sheehan. Ella era una enfermera que estaba trabajando para él a cambio de un alto precio, por lo que su deber era escucharlo.
"Sí, señor Lance. Cuando le traiga la infusión más tarde, le daré al viejo maestro un medicamento que lo alivie y calme. ¿Necesita tratamiento médico para sus manos?".

Sheehan miró el dorso de su mano, que estaba roja e hinchada debido a la mordedura de Wilson. Entonces, respondió malhumorado: "¡No!" Luego se dio la vuelta y se fue.
Fue ese día allí para encontrarse con el decano. De ninguna manera permitiría que Henric se quedara en el hospital.
Si se quedaba en el hospital, su plan se habría ido por la borda.
Wilson debía ser como un zombi. Si en el futuro mejorara, sería muy difícil lidiar con todo.
La dolorida mano de Sheehan era un recordatorio de su odio hacia Wilson.
"¿Cómo puede tener tanta fuerza para morderle a alguien cuando estás acostado en la cama? No me quiero imaginar lo que podría llegar a hacer si mejorase" Sheehan se sopló la parte roja e hinchada de su mano mientras hablaba con inquietud.

En este momento, en la oficina de Henric, Quentin estaba sentado con elegancia en el lado opuesto de su mesa con las piernas cruzadas.
Se quedó mirando fijamente a Henric con sus ojos oscuros, mientras observaba su bata blanca.
El aire se volvió lúgubre y frío.
Hasta la enfermera que pasó por la oficina pareció percibir el fuerte olor a pólvora y se apresuró en huir del lugar.

Parecía que iba a haber una pelea entre hombres sumamente atractivos. Era como una transmisión en vivo que ponía los pelos de punta.
Tal como salió la enfermera por la puerta, se recorrió el hospital para difundir la noticia como una chismosa.
Después de un rato, fuera en la oficina de Henric, a través de la rendija de la puerta y por debajo de la ventana, la habitación se llenó de cabezas curiosas.
Las dos personas que había dentro en la oficina se miraron fijamente. No sabían nada de lo que pasaba detrás de esa puerta.
"Henric, ¿por qué querías verme aquí?" Quentin frunció el ceño.
"Primo, no me andaré con rodeos. Te pedí que vinieras porque quiero contarte algo sobre Eleonora".
Henric hizo todo lo posible para reprimir la ira que le recorría el cuerpo.
Al haber estado casado con Eleonora, ¿por qué la debía tratar de malas formas? Después de todo, fue él quien la abandonó después de un año.
Ahora, todas las publicaciones sobre el matrimonio que había en internet eran populares en City A. Incluso después del divorcio, Eleonora tuvo que soportar la influencia de Quentin, una figura muy conocida en la ciudad.
¡Qué grande sería la presión a la que se vería sometida!
Henric sintió un profundo dolor en su corazón.
Si él hubiera insistido en no abandonarla hace más de un año, tal vez ella no estaría ahora en esa situación.
Quentin enarcó las cejas y golpeó rítmicamente con sus dedos delgados el apoyabrazos de la silla de madera. Acto seguido, preguntó palabra por palabra: "¿Quieres decir que me pediste que viniera aquí para hablar conmigo sobre mi ex esposa?".
"¡Sí! Hasta tú consideras que ella ya es tu ex esposa, así que no te diré nada más sobre el pasado. Ahora mismo, no me importa cómo la trataste. Lo que te quiero decir es que ella no tiene nada que ver contigo. ¡Y yo seré quien la cuide en el futuro!".
De inmediato, el rostro de Quentin se volvió sombrío y su voz se volvió aún más fría. "¿Por eso me pediste que viniera aquí?".
"¡Sí!" Henric respondió convencido.
"Henric, ¿crees que es necesario que lo sepa?" Había un atisbo de frialdad en los labios de Quentin. Se sintió muy desgraciado cuando Henric dijo que tenía intención de seguir con su relación amorosa con Eleonora.
Se suponía que ella era la mujer de Quentin desde que se casaron hasta que la muerte los separase. Da igual si se habían divorciado o no, ella seguía siendo su mujer. ¡Y nadie podría cambiarlo!
"Primo, tienes razón. No creo que sea necesario. Después de todo, ella es tu ex esposa. De acuerdo con la ley, ella ya no tiene nada que ver contigo, pero quería preguntártelo. La abandonaste y te comprometiste con otra mujer de inmediato. ¿Crees que fue apropiado que la lastimaras así? En realidad, ya no importa cómo la trataste, ¡pues eso forma parte del pasado!".
El hermoso rostro de Quentin se volvió hostil tras las palabras de Henric. Su mirada fría lo atravesó y no pudo evitar sujetar con fuerza el apoyabrazos de la silla de madera, de tal forma que los nudillos se veían blancos.
¡Nadie tenga el derecho a decirle qué hacer a él y a Eleonora!
"Henric, no es necesario que me digas esto. ¡Me temo que no depende de ti enseñarme cómo debo comportarme conmigo mismo y con Eleonora!".
En sus palabras, Henric sintió la ira de Quentin.
Un profundo desagrado brotó en el rostro del chico.
Quentin se estaba poniendo aún más furioso. ¿Era que esta maldita mujer ya estaba lista para empezar una relación y olvidarse de su ex novio?
De lo contrario, ¿cómo podría Henric hablarle de esa manera? ¿Podría ser que Eleonora ya hubiera conocido a Henric?
Mientras esas preguntas bombardeaban la mente de Quentin, no pudo evitar sentirse celoso.
Él ya había oído hablar de la historia entre Henric y Eleonora.
Pensaba que ellos eran una pareja muy unida. Sin embargo, fue en la noche de bodas donde Quentin conoció la inocente relación entre Eleonora y Henric.
Durante ese tiempo, hubo otro anuncio de la relación entre Eleonora y Henric en las redes que lo había enfurecido y no esperaba que Henric mencionara esto delante de él.
"Primo, no intento enseñarte a hacer las cosas bien. ¡Solo te estoy mostrando mi actitud! No sé qué ocurrió entre tú y la familia de Eleonora para que acabaras tratándola así, pero me alegro de que al final la dejaras marchar. Ahora Eleonora ha recuperado su libertad. ¡Y no creo que nadie pueda evitar que la proteja!". 
Pero él no sabía que el corazón de Quentin aún sentía algo por ella.
"¿Acaso intentas desafiarme? ¡Henric, eres demasiado joven!" pensó Quentin.
"Henric, como primo tuyo que soy, debo recordarte que Eleonora será mi mujer durante el resto de mi vida. ¡Incluso si está divorciada, seguirá siendo mía! ¡Sea libre o no, sea buena o no, eso lo decidiré yo!". "¡Quentin!" Henric gritó su nombre. Esta era la primera vez que se dirigía por el nombre de su primo. 
Hoy había querido darle una lección por haber humillado a Eleonora y haberle causado tanto dolor. Sin embargo, cuando lo vio, cambió de opinión. Recordó lo que Yvonne había dicho en el crucero la noche anterior. Tenía que ser feliz por sí mismo y ahora que se había dado por vencido con Eleonora, tenía una gran oportunidad ante él. Por lo tanto, hizo todo lo posible por contener su ira y expresó su buena voluntad hacia Quentin.