Capítulo 31
642palabras
2022-08-10 15:31
Henric levantó cariñosamente el rostro de Eleonora e intentó besarla.
¡Sin embargo!
Antes de que algo pudiera suceder, ella usó una de sus manos y lo abofeteó.

Entonces, el hombre sintió de repente un gran dolor en la cara.
Ella levantó la misma mano, la cual quedó adolorida, y sus lágrimas cayeron inconscientemente.
"Lo siento...", dijo Henric con la voz ronca y los ojos empañados.
"Como dije, es imposible para nosotros. ¡Entiéndelo! ¡Si continúas haciendo esto, ni siquiera podremos ser amigos! ¡Abre la puerta!".
Al escucharla, solo atinó a quitarle el seguro al coche, por lo que ella salió rápidamente y corrió hacia el vecindario.
"No te dejaré ir de nuevo. ¡Voy a protegerte!", dijo con firmeza mientras la observaba irse.

La mujer entró corriendo al apartamento y, tan pronto como abrió la puerta, se encontró con Anna, quien estaba a punto de irse.
"Eleonora, ¿qué te pasa? ¿A dónde fuiste al mediodía? Te llamé, pero apagaste el teléfono", preguntó sorprendida.
Entonces, ella sacó su celular y dijo en voz baja; "La batería de mi móvil se está agotando".
"Eleonora, ¿qué le pasa a tu cara? ¿Por qué está tan roja?". Anna ya había notado que el blanco rostro de Eleonora estaba lleno de rubor.

"No, no es nada", negó rápidamente con la cabeza.
"¿Cómo que nada? Dime, ¿te encontraste con algunos rufianes o algo así en el camino?".
"No, no", tartamudeó.
"¿Qué te pasa? No me dijiste a dónde fuiste al mediodía". Obviamente, la chica sintió que a su amiga le pasaba algo.
"Yo... fui al hospital".
Nerviosa, Anna se acercó de inmediato a Eleonora y le preguntó; "¿Qué pasa? ¿Estás enferma? ¿Por qué no me pediste que te acompañe?".
La mujer negó con la cabeza al instante y contestó; "No, yo solo fui a ver al anciano amo de la familia Lance para despedirme de él".
Al escuchar esto, la mujer se enfadó mucho. "Eleonora, ¿acaso eres estúpida? Quentin ya no te quiere, te trató mal por mucho tiempo, se va a comprometer hoy, ¿y tú igual vas a ver a su padre? Siendo sincera, no sé qué decir... ¿No te das por vencida con tu ex esposo?".
"Anna, no te enojes. Durante muchos meses, yo he ido a ver al anciano todas las semanas. Pero ahora que ya no podré visitarlo, solo quise decirle que no se preocupara".
"¿No está él en estado vegetativo? ¿De verdad crees que te escucha?".
"Estoy segura que me entiende, solo que no puede hablar".
"Mmm... Puedo notar en tu tono que sientes mucha pena por ese anciano. Pero, estoy realmente enojada contigo. ¡No olvides cómo te trató su familia!". La chica sintió que en verdad estaba muy enfadada con esta tonta mujer. ¿Cómo podía ser bondadosa con él si su familia le guardaba rencor y la había tratado mal?
"Anna, ya no digas eso. Nunca volveré a ir".
"Me parece una pena que digas eso. Por cierto, tengo una pregunta que hacerte. ¿Puedes decirme por qué te casaste con Quentin tan de repente y en el menor tiempo posible? Soy tu mejor amiga, así que espero puedas explicármelo".
Eleonora la miró desconcertada. ¿Qué le pasaba hoy? ¿Por qué volvió a sacar el tema?
"Anna, todo ha terminado, ¿de acuerdo? No entiendo por qué sigues hablando de esto". A decir verdad, ella no quería mencionar el pasado nunca más.
La mujer se acercó y sostuvo los hombros de su amiga. "Eleonora, debes contarme, ¿sí? Hoy fui a ver a Yvonne porque pensé que fue ella la que hizo la publicación en línea, pero lo negó todo. Además, mencionó repetidamente que tanto su famila como la de Quentin habían consentido su matrimonio, pero que tú llegaste y le quitaste a ese hombre. Eleonora, durante el último año, cada vez que te pregunté, siempre me dijiste que estabas compensando algo. Ahora, por favor, ¡dime la verdad!".