Capítulo 11
658palabras
2022-08-09 16:38
Anna jaló a Eleonora y le dijo en voz baja: "Por qué eres tan est*pida. Tienes suerte de que te haya dado esta casa. ¿Por qué no la aceptas? ¿Qué te dije hace un momento? Fuiste su pareja por más de un año. A ellos no les hace falta una mansión en absoluto. Si vendes esta casa, ¡estarías tranquila el resto de tu vida!".
"Anna, si digo que no la quiero, es porque no la quiero. No me interesa tener ninguna de sus cosas".
El abogado se sintió un poco impaciente cuando las vio susurrando, por lo que las interrumpió y preguntó: "Señorita Balton, ¿qué ha decidido? Tengo que darle una respuesta al señor Lance antes del mediodía". 

"Licenciado Cobb, por favor haga lo que le digo. Quiero salir de esta mansión sin llevarme nada. En serio, no quiero absolutamente nada de la familia Lance". Tomó los papeles y dijo: "Firmaré ahora mismo".
Eleonora leyó el acuerdo de divorcio y escribió al calce que renunciaba a los derechos de propiedad de esta mansión y, sin dudarlo, inmediatamente lo firmó.
El abogado Cobb revisó el documento y lo guardó con cuidado en el maletín. "Señorita Balton, entonces me despido".
Eleonora se puso de pie y le dijo con aplomo: "¡Oh, abogado Cobb, por favor dígale a Quentin que no tomé nada de la casa, ni siquiera me llevo la ropa interior! ¡Si no me cree, puede pedirle a alguien que venga a revisar!".
El abogado Cobb se acomodó los lentes en la punta de la nariz, desconcertado. La mujer frente a él se veía impresionante.
No sabía si reírse de su estupidez o admirar su valentía. No entendía por qué esta mujercita renunciaba al derecho de propiedad.

Para la familia Lance, una lujosa mansión no era nada. Pero para una mujer recién divorciada como ella, sin duda sería una garantía de que no tendría que preocuparse por el resto de su vida. 
Muchas mujeres harían hasta lo imposible para ligarse a Quentin, todas querían obtener algún beneficio.
Sin embargo, Eleonora fue quien se casó con él hace más de un año, a pesar de que había sido abandonada, se marcharía sin pedir ninguna compensación. Estaba renunciando a ese derecho. 
¿Acaso tiene cerebro de pájaro?

Eleonora entendió el mensaje en los ojos del abogado Cobb.
Se sintió tan incómoda, que rápidamente tomó su pequeña maleta y jaló a Anna, que estaba completamente aturdida. Le dijo: "¡Vámonos!".
Tomó la mano de Anna y se retiró sin mirar atrás, dejando al abogado atónito.
Al salir de la casa, Anna soltó abruptamente la mano de Eleonora y la volteó a ver con ojos de furia.
"Amiga, lo siento, pero me haces enojar. Caminas rápido y con libertad. ¿Por qué no piensas en tu futuro? ¿Crees que la familia Lance valorará que no les quitaste nada? Te divorciaste de él, ¿por qué no tomas lo que te corresponde?".
A pesar de los interminables regaños de Anna, Eleonora estaba tranquila. Mientras abordaban al auto de Anna, ella tomó una bocanada de aire fresco esbozando una cálida sonrisa en su rostro.
Ana la volteó a ver y le dijo: "Eleonora, ¿escuchaste lo que te dije?". Venía sentada en el asiento del copiloto con la mirada perdida en el horizonte.
Le contestó con impotencia: "¿Y si damos por terminado el día? Estuve esperando este momento por más de un año. Me siento tan feliz que hoy quiero celebrar. ¡Vayamos a disfrutar de una gran comida!". Eleonora extendió la mano y acarició la cabeza de su amiga.
"¿Una gran comida? ¿Me vas a invitar?". Anna la miró con recelo.
Eleonora se acercó a Anna con su rostro deslumbrante y parpadeó, diciendo: "Por supuesto amiga, es mi regalo. ¡Pero pagas tú! No tengo un solo centavo".
Anna se llevó las manos al pecho y casi se desmayaba.
Sin embargo, ya no quizo decir nada. Se sintió más o menos reconfortada al ver que Eleonora había vuelto a la vida.