Capítulo 60
2244palabras
2022-08-31 00:00
Los eventos relatados por Dina.
—¡Dina!
Definitivamente, escuchar a Levi a través del enlace mental ya no era tan inusual, por lo que lo regañaba diciéndole que era un perezoso por no querer levantar su teléfono y simplemente llamarme, pero él se consideraba práctico.

En ese momento, dejé de pintar, mientras me preguntaba si estaría pasando algo. Como dije, lo usaba todo el tiempo, así que no tenía por qué preocuparme. ¿Pero escucharlo reír tan fuerte...?
¡Eso era algo completamente nuevo!
—¡Levi? —Respondí, dejando el lápiz— ¿Está todo bien?
Había empezado a pintar la parte de arriba, pero como Levi se negó a dejarme subir las escaleras en mi condición, además del hecho de que era demasiado torpe, ahora parecía una casa de circo, con solo la parte inferior terminada.
En verdad, Levi quería conservar las figuras de palitos que había dibujado sobre las marcas, ya que ahora consideraba que no era un recordatorio de su temperamento espantoso, sino un símbolo de cómo cualquier cosa dañada podía volverse hermosa.
Sí, lo sé, ¿verdad? ¿Quién diría que Levi se convertiría en un poeta?

—Por favor ven a la oficina —La voz risueña de Levi resonó a través del enlace— ¡Encontré algo que tienes que ver!
Mientras tanto, respondí y saqué los residuos de pintura de mis dedos, antes de guardar todo. Me había tomado un descanso de la escuela por el momento. No solo estaba embarazada de 3 meses, gracias a la droga que me había inyectado aquel bastardo vampiro, sino que además habían ocurrido demasiadas cosas.… Levi era el nuevo dueño de la Ciudad del Pecado, Y el Consejo había descubierto que él era un Lobo Sediento de Sangre y yo un Lobo Huargo. Nuestras vidas eran bastante agitadas, por lo que decidí que era mejor dejar mis estudios por un tiempo y ser de ayuda. Por lo cierto, Levi estaba en contra de esa idea, pero no había nada que pudiera hacerme cambiar de opinión, aquella era nuestra manada, y estaba absolutamente segura de que iba a hacer todo lo posible por asumir mis responsabilidades, y hacer mi parte del trabajo.
Afortunadamente, la manada había aceptado que Levi fuera un Lobo Sediento de Sangre, aunque, por supuesto, el Consejo desató un infierno sobre nosotros, ya que creían que su lobo era demasiado inestable para ser un alfa. Sin embargo, la manada apoyó a Levi cuando decidió permanecer en el poder y una vez más, aquel día, mando a su abogado al carajo, puesto que antes de que le solicitaran su renuncia, también le habían pedido que me entregara bajo su custodia...                                                                                                
Supongo que, debido al hecho que todos consideraban a Levi como una especie de salvador después de la desaparición de Alfa Denver, estaban dispuestos a cerrar los ojos ante algunas de sus fallas. Él había hecho su trabajo, los había protegido, era justo con ellos y eliminaba cualquier amenaza que se levantara en su contra.

Él era su Alfa.
Y yo, su Luna.
Finalmente, Llegué al depósito e instantáneamente los lobos que se encontraban allí, inclinaron sus cabezas en señal de respeto, por lo que les devolví la sonrisa y traté de no correr escaleras arriba hacia la oficina.
En efecto, todavía me costaba acostumbrarme a todo eso.
—¿Leví? —Pregunté, al entrar a la oficina, y fruncí el ceño al notar que Michael y Rita también estaban allí. Levi con una sonrisa de 500 megavatios, Michael tratando de calmar las aguas y Rita luciendo como si estuviera lista para matar a mi compañero.
Nada raro entonces…
—¿Todo está bien? —les consulté, preguntándome si Michael necesitaría ayuda para suavizar la tensión entre su compañera y su hermano.
—Encontré algo sobre los Lobos Huargos —dijo Michael, tratando de emplear un tono neutral de negocios, mientras señalaba el libro que Levi sostenía—. No es mucho, como esperábamos, pero...
—Aparentemente, Levi piensa que esto es gracioso —susurró Rita interrumpiéndolo. En tanto, de reojo, noté que Michael se mordía el interior de la mejilla para no reírse a carcajadas.
—¿Qué...?
—Porque lo es —se defendió Levi y me entregó el libro—. Lee esto, mi amor.
De inmediato, tomé el libro y leí en voz alta la sección que Levi había marcado.
—Debido al tamaño anormal del Lobo Huargo, el humano creerá que es más grande que su tamaño real y, de este modo, provocará que este sea bastante... —de repente, dejé de leer, creyendo que ya era bastante cómico. Enseguida, Levi se mordió el labio para no reírse a carcajadas y levantó las manos en señal de rendición. Michael se encogió de hombros tímidamente, mientras que Rita seguía lanzando dagas a Levi.
Entonces, suspiré y terminé la frase —¡Torpe!
Efectivamente, Levi no podía dejar de reírse y esta vez ni siquiera Michael pudo ahogar una leve risa, por lo que Rita salió rápidamente en mi defensa y lo golpeó en los hombros, haciéndolo reír aún más fuerte.
Rápidamente, bufé cruzando los brazos. Ok, entonces, mi torpeza era tan legendaria como mi lobo ¿en serio?
—¿Estás diciendo que mi torpeza, en realidad, se debe a mi lobo? —lo cuestioné esperando que la mirada que le estaba lanzando en aquel momento, lo enviara seis pies por debajo de la tierra. ¿Cómo se atrevía a reírse de algo así?
—¡Nosotros no lo estamos diciendo! El libro lo dice —Levi contestó de inmediato, con sus inteligentes respuestas.
—¿Sabes para qué más se puede usar un libro? —Pregunté y antes de que pudiera responder, lo usé para golpear su enorme brazo.
—Aw, eso duele —dijo, aunque todavía se estaba riendo, por lo que bufé y me crucé de brazos.
—¿Podrían darnos un minuto? —expresé a la pareja Beta— ¡No quiero testigos!
Rápidamente, salieron de la oficina y justo cuando la puerta se cerró, y estaba a punto de continuar golpeándolo, Alfa deslizó sus enormes brazos alrededor de mi cintura, atrayéndome hacia él.
Inevitablemente, suspiré cuando me acomodó en su regazo, como si lo estuviera montando, mientras acariciaba su rostro contra mi cuello y mi hombro. A continuación, inhaló mi olor, calmándome sin siquiera intentarlo. Un gemido escapó de mis labios por sus afectos y una amplia sonrisa se dibujó en su rostro.
—¿Te he dicho recientemente? —susurró con voz ronca, mientras su creciente excitación presionaba contra mi ya palpitante abertura— ¡Que te amo!
—Puedes recordármelo —respondí, y mi núcleo ya estaba caliente como lava fundida. ¡Oh, estar embarazada me puso muy ardiente!
—Te amo —susurró antes de que sus labios reclamaran los míos. Mi núcleo ya estaba mojado y podía sentirlo empapar la tela de mis pantalones. Enseguida, empujé hacia abajo, friccionando su erección. Él gimió en medio de un beso, mordiendo mis labios, y solicitándome permiso para entrar. Felizmente, se lo concedí, y su lengua se precipitó en mi boca como si estuviera saboreando el mismísimo cielo.
A continuación, él agarró mi trasero y me levantó, empujándome sobre su escritorio, por lo que totalmente excitados nos libramos de cualquier obstáculo, y el alfa rápidamente empujó su eje erecto dentro mío. Definitivamente, gemí de placer, sintiéndolo empujar extasiado dentro mío, llevándome al límite una y otra vez.
Momentos después, lo ayudé a limpiar el desastre que habíamos, cuando de repente, me encontré con un libro sobre brujas.
—¿Qué es esto? —pregunté, volteándome hacia Levi. No necesitaba leer mucho para darme cuenta de que la sección que había estado estudiando era sobre brujas y hombres lobos. En tanto, él se volvió hacia mí y rápidamente notó que estaba sosteniendo el libro, por lo que suspiró, sin saber realmente cómo proceder.
—Es eso … —comenzó y se frotó la parte posterior de su cuello—. Eso es lo que creo que es tu tatuaje —Inmediatamente, fruncí el ceño en señal de pregunta. ¿Qué ...? Pero antes de que pudiera decirle algo, tomó mi mano y me sentó en el sofá. —Conoces las historias sobre los Lobos Huargos, ¿verdad? —se dirigió a mí, haciéndome una pregunta obvia. Repentinamente, levanté una ceja, y, por supuesto él ya conocía el gesto, porque yo se lo había copiado. Seguidamente, una pequeña sonrisa permaneció en sus labios antes de volver a ponerse serio —Bueno, estuve pensando por qué tu loba no es así y creo que es por eso —Hizo un gesto hacia el libro de nuevo—. Ella está siendo suprimida por la magia.
—¿Magia? —Repetí, pero esta vez no protesté. De hecho, en realidad, tenía mucho sentido. Mi mamá no me habría hecho un tatuaje de la nada, que solo se podía ver a la luz de la luna. ¡Y yo tenía 12! No parecía que estuviera allí sin ninguna otra razón, más que el hecho de que fuera un Lobo Huargo, lo que me hacía preguntarme qué más me había estado escondiendo mi madre. —¿Crees que mi madre también era un Lobo Huargo?
—Ella era una forastera antes de unirse a la manada —Levi se encogió de hombros—. Todo puede ser posible.
—Pero todavía puedo sentir a mi lobo… —exclamé confundida ¿Si un hechizo estaba reprimiendo a mi lobo, no significaría eso, que ella se habría ido? Como cuándo los hombres lobo están inmovilizados con plata.
—Exactamente —Levi sonrió con una expresión de suficiencia—. Así de poderosa es ella.
En ese preciso instante, mis ojos se abrieron en estado de shock.
—¡Maldita sea! —Murmuré sorprendida, pero a mi loba no parecía importarle. De hecho, ella iba y venía, apelando a su lobo alfa para que la tomara una vez más. Sin dudas, sonreí—. Y ella está orgullosamente hinchando su pecho...
—Si te sirve de consuelo —respondió Levi acercándome nuevamente hacia él, y en ese momento sus ojos estaban negros de lujuria—. El mío está babeando de orgullo. Entonces, antes de que se hagan cargo del espectáculo, ¿me besarías?
Repentinamente, junté sus labios con los míos, aunque luego dejé que mi loba se hiciera cargo, como sentí que lo había hecho Levi. En realidad, amaban el peligro y el poder que irradiaba el otro, convirtiéndose en salvajes del deseo. Luego, le desabrochamos los pantalones una vez más y su miembro duro como una roca saltó para saludarnos. Un fuerte gruñido de alegría atravesó al lobo debajo nuestra, haciéndonos sonreír y disfrutar del poder que podíamos ejercer sobre este enorme y poderoso alfa.
En ese momento, estábamos acostados en el sofá de la oficina, desnudos, deleitándonos con el placer del sexo. Enseguida, Levi besó suavemente mi sien mientras su mano dibujaba círculos alrededor de mi estómago, acariciando el pequeño bulto. Entonces, dejé escapar un suspiro contenido. Sabía que Levi quería una niña, pero en secreto yo esperaba un niño. El futuro alfa y todo eso. ¿Y qué? Yo era anticuada y me gustaba eso, así que no me juzguen.
De repente entró un enlace mental y aunque lo sentí, el mensaje era para Levi.
—Fantástica sincronización —gruñó, enojado porque nos habían interrumpido. En tanto, sonreí. Las primeras veces que sucedió, me sentía muy avergonzada, como si nos hubieran atrapado haciendo algo, pero por supuesto, las personas que vinculaban a sus alfas no podían "ver" o "sentir" lo que estábamos haciendo, así que eso era un alivio. 
—¿Ocupado? —Murmuré, sintiendo la misma decepción que él, por lo que sonrió y me besó de nuevo.
—Vamos —me dijo y me ayudó a levantarme—.Tengo algo para ti.
—¿Para mí? —le pregunté, aceptando la ayuda que me estaba ofreciendo. Rápidamente, me condujo a través del depósito hasta su auto. En consecuencia, fruncí el ceño, aunque de inmediato reconocí aquel camino familiar de regreso a casa.
Cuando llegamos, algunos miembros de la manada estaban llevando cajas a nuestro garaje. Levi les dio las gracias y sonrió como si supiera algo que yo no me había enterado. En realidad, lo miré confundido, pero no reveló nada, simplemente hizo un gesto hacia las cajas, animándome silenciosamente a abrirlas.
Con cuidado, como si fuera una caja de sorpresas, esperando que algo se lanzara sobre, abrí la primera caja. Estaba lleno de ropa vieja, marcos de fotos y un viejo tapado...
Indudablemente, suspiré y mi corazón se estremeció por completo, cuando finalmente me di cuenta.
—Levi —susurré, mientras se me nublaba la vista y las lágrimas comenzaban a llenar mis ojos.— ¡Esto es…!
De hecho, no pude terminar la oración, tratando de silenciar un suspiro, pero no tuve éxito. Estúpidas hormonas...
—Me puse en contacto con los lobos que compraron tu antigua casa —explicó Levi y se frotó tímidamente la nuca—. No habían tirado nada, pero les tomó un tiempo encontrar todo.
Tan solo asentí, ya que no podía hablar, porque tenía un nudo en la garganta. Luego, Recogí el objeto favorito de mi hermanito y las lágrimas comenzaron a deslizarse por mi rostro. 
—Levi, este es… —volví a suspirar, abrazando aquel viejo y desgastado oso cerca de mi corazón. De repente, sentí que los brazos de Levi me envolvían y escondí mi rostro en sus hombros, dejando que las lágrimas cayeran libremente, sin avergonzarme de alguien pudiera ver a su Luna de esa manera.
—Gracias —susurré con voz tensa, tratando de secar las lágrimas y Levi me sonrió como si estuviera viendo la cosa más maravillosa del mundo.
—Te amo, Dina Stone —dijo, besando mi frente.
Ciertamente, sonreí una vez más, ya que aunque no estuviéramos casados, él había dejado de usar mi apellido, desde la noche en que me propuso matrimonio. 
—Yo también te amo, Alfa Stone —suspiré acariciando sus anchos hombros. Él sonrió y se inclinó. Finalmente, sus labios se encontraron con los míos en una pasión ardiente, que estaba seguro, que duraría toda la vida.