Capítulo 36
1375palabras
2022-07-26 15:55
PDV Luka.
Llamo a Christine justo antes de salir del club, por si necesita que la recoja en el apartamento de Adela, como ella siempre recuerda todo, espero que no haya olvidado que tenemos que asistir a una cena de beneficencia.
Al tercer repique contesta y la escucho respirando profundo.

– Espero no haber interrumpido nada caliente, pero quería saber si quieres que pase por ti o ya estás en el apartamento, recuerda que tenemos la cena.
– Oh si la cena, lo había olvidado, si, pasa por mí ya, estamos con el tiempo justo para llegar a la hora.
– ¿Todo bien?
– Si perfecto, te espero. – y sin más colgó.
Me dirigí hasta el edificio donde vive Adela, me pareció prudente llegarme hasta el apartamento en vez de esperar a mi esposa en el carro, nunca se sabe cuándo un paparazi o peor aún un detective de los Albertch podría estar cerca.
Al Llegar a la puerta mi teléfono vibró lo que me hizo detener antes de tocar, pero no alcancé a sacarlo cuando unos gritos llamaron mi atención.

“No me voy a ir, ¿qué crees que te vas a deshacer de mi tan fácilmente?”
La voz clara y enojada de Adela se escuchaba en el pasillo, me vi tentado a tocar, pero mi curiosidad por saber cómo se trataban ellas me ganó así que me quedé escuchando.
“Entiende ADI, POR FAVOR” por su parte Chris se escuchaba como a punto de llorar.
“Tú eres la que tienes que entender que eres mía, hasta cuando voy a esperar que le digas a tus padres, y ahora esta locura del matrimonio. Que no me entere que te acuestas con él Chris, recuerda que, aunque lo llames amigo él es igual que ellos, que los que te dañaron, recuerda que yo he sido la única que te he amado, la que se que necesitas. No me quieras apartar de ti”

¿Hombres que la dañaron? a que carajo se habrá referido, me pregunté. Además de fijarme que la última parte bajo la voz, parecía el propio dialogo de un manipulador. cavilaba en mis pensamientos mientras seguía escuchando la respuesta de mi amiga.
"No soy yo son mis padres, ellos no te aceptaran así nada más, te juro que si terminas el diplomado lo resolveré, por favor, hazlo por nuestro futuro”
“Está bien, solo tienes de plazo los tres meses que faltan del diplomado, sino lo resolveré yo”
“¿Me estas amenazando?”
“No, bebe. Ven aquí, sabes que te amo, porque te estas alejando, ¿acaso me temes? Yo no te voy a lastimar como hacen los hombres, entiendes, solo me aterré, ven aquí bebe”
Esto era suficiente para mí, ella claramente estaba manipulando a Chris, toqué la puerta con demasiada fuerza, pero no me importó.
Esperé un tiempo como si estuvieran tan lejos de la puerta hasta que abrió Adela.
– ¿Qué haces aquí Luka? – dijo casi entre dientes, con los ojos inyectados de ira.
– Vine a buscar a mi esposa – lo dije a propósito.
– Tu esposa? No me hagas reír, la verdad es que el papel de esposo no te queda.
– ¿A qué se debe tu hostilidad Adela?
Al parecer Christine escuchó mi voz y salió, lo que hizo que su novia cambiara de postura.
– No sé de qué hablas Luka, pasa y siéntate.
– Christine, es hora de irnos, tenemos un compromiso – dije ignorando a la chica a mi frente.
– ¿Te puedo ser de ayuda en la cena de beneficencia? – intentó invitarse Adela, pero antes de que mi amiga dijera algo, fui yo quien hable.
– No te necesitamos Adela, mejor descansa para tu viaje, disculpa por haber hecho que dejaras tus estudios por esta pequeña reunión. Gracias.
Sin que ninguna de las dos lo viera venir, tomé la mano de Christine y la acerqué a mi sin dejar que se despidieran.
– Christine, no te vas a despedir ¬– intentó Adela con la mandíbula apretada.
– Adiós Adela, éxitos en tu diplomado.
Fue lo único que dijo Christine, ya estábamos en el pasillo y lo sabio era que no se devolviera. Estando parados esperando el ascensor, inevitablemente voltee hacia el apartamento y ella aun seguía ahí, se miraba que hervía de rabia, así que a mi manera única le guiñe el ojo y entré al ascensor.
Apenas lo hicimos escanee a la mujer que tenía a mi lado que aún no había abierto la boca, tenía los brazos cruzados, así que me paré frente a ella e hice que se descruzara, sabía que se estaba conteniendo, pero no sabía de qué La abracé y así nos mantuvimos en el trayecto al lobby.
Al salir, le susurré en el oído, en el carro hablamos y justo en ese momento un flash nos alcanzó, ambos nos separamos al ver a un paparazzi, sonreímos y subimos a mi auto.
– Gracias por entrar por mi – dijo casi en un susurro – No me quiero imaginar si me fotografiaban sola.
Al colocarse el cinturón de seguridad la miré nuevamente, y vi una marca de una mano en su blanca piel.
– Dime que esto fue durante un juego – dije con voz de molesto, sinceramente la actitud de Adela no me gustó para nada.
Ella se vio e intento ocultarlo.
– ¿Acaso estas celoso? – preguntó intentando una sonrisa que más bien pareció una mueca.
– Christine, no me mientas, estamos los dos en esto, ¿cierto? ¿Acaso Adela te lastimó? Las escuché gritando no me mientas.
Chris abrió los ojos sorprendida, antes de derrumbarse, tapó su cara y empezó a llorar. Por suerte mi auto tenía todos los vidrios tintados y los de afuera no podían ver nada. No estaba acostumbrado a estos dramas, así que solo conduje hasta mi pent-house en silencio.
Al llegar pedí que nos prepararan un té y nos lo trajeran a la habitación, mi ama de llaves está conmigo desde que tenía diez años así que sabía que podía confiar en ella, sin embargo, por Christine le pedí que no fuéramos molestados, lo que significaba para ella que no debía moverse de la cocina, que estaba bien lejos de mi habitación.
– Solo estoy cansada Luka, tenía suficiente con una relación a escondidas ahora tengo una escondida y otra falsa, se me hace demasiado.
– No quiero sonar odioso, pero ha sido tu decisión Christine.
– Lo sé soy una cobarde, pero no puedo, siento que no tendré nunca la valentía de confesarle a mis padres sobre Adela.
– ¿Por qué Adela te lastimó?
– Estaba muy molesta porque no le dije lo del matrimonio me dijo que debía habérselo dicho y ella buscaba una solución.
– ¿Cuál que estuvieras con un gay y lo metieras a tu casa? – dije con ironía evidente.
– Si tu eres feliz yo no me voy a meter en tu relación Chris, pero la actitud de Adela no me gustó para nada, y se me hace que te está manipulando. – quizá me estaba pasando de la raya, pero debía decírselo – Lo siento.
Ella me abrazó mientras sollozaba.
– Tengo miedo Luka, realmente estaba molesta y, y sé que tiene miedo de que la deje y yo de lo que ella haga si la dejo.
– Que carajo estas diciendo Chris, ¿cómo le vas a temer?, tú eres una Albertch eres la mujer más inteligente, ágil para los negocios que conozco, ¿cómo es que te estas dejando intimidar así, cuando lidias con hombres que son unos tiburones en los negocios?
Respiré un poco para no echarle más leña al fuego, ella necesitaba calmarse.
– Lamento decirte que no podemos faltar a este evento, pero la próxima semana más tardar nos vamos a Madrid, necesitamos una luna de miel.
– ¿Una luna de miel?
– Bueno, necesitamos hacer negocios y relajarnos, ya a partir de hoy estaremos en las revistas. Lo siento por ti todas las mujeres de Frankfurt te envidiaran. Ya veo los titulares ¿que habrá hecho Christine Albertch para atrapar al soltero más codiciado de Alemania?
La risa de mi esposa no se hizo esperar por lo que tuve éxito en hacer que se olvidara de su drama y dejara de llorar para alistarnos.