Capítulo 30
1181palabras
2022-07-23 14:28
PDV Narrador.
El abogado abrió una carpeta de ella extrajo un sobre y con sumo cuidado lo abrió para mostrar par de hojas dobladas que se veían algo amarillentas por el tiempo. Esta acción Luka le pareció que la hacía con demasiada parsimonia que sentía que habían pasado como cinco minutos y mi corazón se iba a desbocar.
No era el único con curiosidad de saber que estaba ahí escrito, solo una pareja tenía idea de la información que estaban por develar. Todos los ojos en la sala estaban puestos en Henry quien carraspeó antes de hablar.
– Iniciaré con la lectura de la carta escrita en puño y letra por la difunta señora Ella de Quant.
“Querido Luka, ante todo quiero que sepas que tu padre y yo estamos escribiendo esto en conjunto, sin embargo, si estas escuchando estas palabras es porque hemos partido antes de tiempo, queremos que sepas que donde sea que estemos te amamos, estamos orgullosos de ti y te cuidaremos siempre, así como a tu familia”
Hubo una pausa, el abogado alzo la cara y observó como la mayoría de los presentes tenían los ojos vidriosos a excepción de la chica que llevaba las notas a la que capturó mirando profundamente hacia la pareja de recién casados.
“Esperamos que lo que te hemos dejado hasta ahora lo hayas sabido bien administrar, pero si no, aquí esta tu respaldo, tu segunda oportunidad. Tu padre y yo hemos decidido que los Albertch´s quienes queremos como unos hermanos, cuiden de parte de tus intereses y te los entreguen cuando se haya cumplido lo siguiente:
1. Seas mayor de edad.
2. Hayas culminado tu carrera universitaria.
3. Te hayas casado con una buena mujer (esperamos que sea nuestra querida Christine) pero si no, que sea una buena mujer que te quiera, te respete y acompañe tu visión.
4. Hayan pasado tres meses de tu matrimonio. O estes esperando un hijo (a).
En la sala se escuchó un crack proveniente de un lapicero que se rompió lo que nadie vio fue que había sido roto ante la fuerza de las manos de Adela, de ser cierta las condiciones de esa carta solo significaban que hacía tres meses su amada se había casado sin decirle nada o peor aún estaba embarazada de quien solía llamar su mejor amigo. Adela se sentía traicionada de la peor manera.
Hacía poco más de tres meses que su pareja, aunque fuera a escondidas le había ofrecido que se fuera hacer un diplomado de seis meses a Suiza, para que mejorara en el área de contabilidad y poderle subir de cargo.
Ella había sido la asistente de Christine por tres años y llevaban uno de relación amorosa aquí solo en las cuatro paredes de su departamento porque Christine le temía contar la verdad a sus padres, Adela recordó que no se quería ir, ella era muy posesiva con lo que era de ella, pero su amada la convenció diciéndole que una vez que se prepara más y escalara en ese tiempo ella les contaría a sus padres y saldrían del closet.
En cambio, apenas ayer la asistente del padre de Christine la había llamado para que se presentará ese día en la empresa, sin dudarlo tomó el primer avión de regreso y no le comentó nada a su pareja, porque, aunque se hablaban a diario la extrañaba mucho y le quería dar una sorpresa, resultó que la gran sorpresa se la estaba llevando ella. Pero esto no se quedaría así, alguien debía pagar por burlarse de ella.
– Disculpen se me ha caído el lapicero – dijo Adela con la sonrisa más falsa que podía poner.
– Prosigo – informó don Henry.
“Si la última condición está hecha quiero que sepas que es mi petición (aunque tu padre con esto no está de acuerdo) que si tienes un hijo varón no deberás llamarle Carl (no me gustan los nombres repetidos en la familia, así que Armin esto también va contigo) “
Varios suspiros fueron escuchados proveniente de Luka, su madre era única, como podía bromear escribiendo una carta en el supuesto caso de que estarían fallecido, negó con la cabeza imaginándosela sonreída y su padre haciendo alguna mueca, también lo hizo para apartar unas lágrimas que se le querían escapar.
Los sorbos de la nariz de Christine y Aida se escuchaban ambas estaban llorando, nadie imaginó que esa reunión familiar iba a ser tan conmovedora.
“Esta decisión no ha sido tomada a la ligera, ha sido una reunión consensuada con los Albertch, los cuales sabes y sabemos que te quieren mucho, y de igual manera nosotros seremos los responsables de Christine si la suerte no está de su lado y fueran ellos los que se marcharan antes, este año ambos cumplirán dieciséis años y queremos asegurar su futuro.
En fin, querido hijo, a partir de este momento serás el responsable de gestionar, administrar y por favor multiplicar por tu bien y el de tu familia el treinta por ciento de las acciones del grupo Albertch, de cual no sabes que somos socios, pero es nuestro regalo de bodas para ti.
Así mismo se te será entregada las llaves de la casa que fuera de mi abuela, por si es de tu gusto y el de tu esposa se muden allá. Y el quince por ciento de las acciones del sky plaza mall ubicado en innenstadt”.
Te amamos y estamos felices por los logros que has alcanzado Luka, mantente en el camino del bien.
Con Amor
Papa y mama”
– Esto es tuyo joven Luka – entregó el casi anciano la carta un sobre con llaves y varias carpetas.
Luka no le salían palabras, estaba triste, feliz, sorprendido, siempre pensó que sus padres era los mejores y una vez más aun estando ausentes se lo demostraban y él se encargaría de enderezar en su vida lo que había desviado para que siempre se sintieran orgullosos.
El abrazo de don Armin lo sacó de sus pensamientos.
– Lo he cuidado muy bien para ti, espero que atesores las palabras de tus padres y lo hagas aún mejor que este viejo.
– Téngalo por seguro que así será – le palmeo la espalda Luka a quien había sido su testaferro sin saber y ahora suegro – gracias don Armin.
– No fue nada hijo, es el honor más grande que nos dieron tus padres.
– Y recuerda lo de los nombres del o los bebes – comento la madre de Chris que lo abrazo.
– Ahora si vamos, tenemos un brunch preparado en el yate por su tercer mes de matrimonio. – informaron sus suegros.
– Gracias por tus servicios Adela, por favor los temas respecto a la organización que sean informado a todos los socios. A partir de mañana el segundo socio mayoritario del grupo Albertch tomará posesión de sus acciones y será el director de finanzas.
Y así todos abandonaron la sala, Christine sintió un corrientazo en su columna, pero aun así no se atrevió a voltear porque sabía que provenían de la intensa mirada molesta de Adela.