Capítulo 20
1450palabras
2022-07-17 16:14
PDV Narrador.
Pilar se sentó en la cama de su recamara para invitados a despertar a su amiga que seguía dormida, estaba emocionada por contarle su experiencia.
– Vamos, Bella durmiente, despierta – exclamó pasando la mano por la cascada de cabellos que le cubría la cara de su amiga.
– ¿Qué hora es? – respondió Isabel desperezándose.
– Las tres de la tarde, ¿no tienes hambre? Te hice unas tostadas con ensalada de frutas.
– ¡Oh, Por la virgen! Qué tiene esta cama que me hace dormir tanto. Dijo y ambas se rieron.
– Déjame verte – pidió Isabel, ya levantada de la cama – Pilar, la sonrisa sin duda me dice que tuviste una noche con un buen orgasmo.
Esta última se sonrojó antes de responder.
– En realidad cuatro más que buenos orgasmos.
Con la boca abierta de par en par Isabel solo podía parpadear ante su amiga que relucía aún trasnochada y sin maquillaje. Solo con un pantalón de mezclilla beige y una franelilla negra de tiros.
– Déjame ponerme decente para que me cuentes. – Pidió la amiga, quien se dirigió al baño. Minutos más tarde con unos leggins tornasolados y una camiseta blanca de mangas cortas se reunió con Pilar en el comedor.
– Ahora sí, no omitas detalle – pidió con una enorme sonrisa. – pero antes de todo, ¿cómo llegaste?
– Me trajo Ajax – respondió con los ojos grandes y la sonrisa que no desaparecía de su casa trasnochada.
– ¿Le mostraste dónde vives? – preguntó su amiga, alarmada.
– Sí, y también le dije la verdad.
Pilar observaba como su amiga pestañaba rápido y volteaba la mirada asimilando la decisión de ella, aún cuando no estaba de acuerdo. Finalmente terminó asentando.
– ¿Y qué tal estuvo?
– Oh, Isa, de verdad genial – contó más que emocionada la pelirroja, aun recordando lo experto que era – parecía que conocía mi cuerpo mejor que yo, me vendó los ojos y ha sido la experiencia más excitante que he tenido hasta ahora.
– Me contó que es médico, me pregunto si por eso será su habilidad con las manos – dijo con una sonrisa.
– Wow, de verdad que te ves diferente tienes la mirada iluminada, ¿fue mejor que Luis?
Isabel no pudo evitar preguntar, queriendo salir de la duda a la cual la llevó su amiga Pilar a cometer esta locura.
Mientras, Pilar se quedó sopesando la pregunta, evidentemente estaba extasiada, Ajax además de haber sido un excelente amante se portó como un verdadero caballero luego, pero eso había sido un momento, ¿sería suficiente para evaluarlo con los diez años con Luis? Se preguntaba.
– Sinceramente fue muy diferente a lo que he vivido con Luis, el toque maestro de ese hombre, su dedicación, las posiciones, fue todo un compendio de cosas que estuvieron geniales, pero no es que quiera dejar a Luis por una noche pasional si es lo que te estas preguntando – respondió negando con la cabeza.
– Hablando de Luis ¿te ha llamado, has sabido de él desde que se fue de viaje? – quiso saber Isabel.
– La verdad es que no, debe estar muy distraído – respondió Pilar, cayendo en cuenta que su prometido ni un mensaje le había enviado, aunque no podría reclamarle porque ella tampoco lo había hecho.
– ¿No sientes ni un poco de celos al saber que puede estar disfrutando con otra mujer?
Isabel sabía que estaba siendo algo ruda con esas preguntas, pero consideraba que eran necesarias para que su amiga entrara en razón.
– No lo había pensado así, lo había visto como un ganar – ganar, quizá fue egoísta de mi parte – respondió la pelirroja, sinceramente.
– Pero si él está disfrutando y se da cuenta que lo que teníamos no es suficiente, es mejor pararlo ahorita, que casarnos – continuó subiendo los hombros, pero en el fondo sintió algo de tristeza.
Pilar se preguntaba si de verdad era eso lo que quería, terminar su relación de una década si ellos se daban cuenta que no estaban satisfechos uno con el otro, peor no se lo conto a su amiga, debía mantenerse firme, ella quería saber.
– Pero fue por ti que inició, Pilar, él no te pidió un pase libre.
– Tienes razón, yo lo propuse, pero él aceptó muy tranquilo, en ningún momento me llamó loca por habérseme ocurrido o me dijo que no, que él quería serme fiel.
Isabel soltó una risa sarcástica.
– Es hombre, Pilar, seria un sueño que dijera que quiere ser fiel y negarse a un pase libre.
–¿Quieres decir que tú piensas que todos los hombres son infieles y que en cualquier oportunidad que tengan engañarán a su pareja? – preguntó Pilar con una ceja levantada.
– No, no quise decir eso. – se apenó de solo escucharlo.
– No espero que te pongas de mi lado, pero tampoco me quieras quitar mi felicidad por lo que viví.
– Para nada quiero hacerte sentir que lo que hiciste estuvo mal, hermana, ciertamente ya sabes que yo no haría algo así, pero si tú eres feliz y la estas pasando bien, continúa.
Isabel abrazó a su amiga apretándola contra ella, era más el amor de hermandad que las diferencias que pudieran tener – olvida eso último.
– Creo que está sonando tu teléfono – le informó Isabel.
Pilar lo fue a alcanzar y su amiga pareció verla que palideció.
– ¿Todo bien?
– Eh sí, creo que tendré que salir a ver algo de trabajo.
– ¿En serio, es tan urgente que tienes que atenderlo un fin de semana? Eso no lo vi venir, nunca te había escuchado tener que salir un sábado a trabajar.
– Claro que lo he hecho, pero por pocas veces, no como tú, que es tu normalidad – dijo sacándole la lengua.
– Ahora cuéntame ¿qué hiciste en mi ausencia? A cuántos más rechazaste.
– No a muchos, porque tuve compañía.
Confesó la que había sido la chaperona de la noche con los ojos abiertos y apretando los labios para que no se le saliera una sonrisa.
– ¿Qué? – exclamó una Pilar curiosa, no se imaginaba a su amiga teniendo una conversación casual en un antro para tener s**o.
– Y no vas a creer a quién – respondió la amiga más sonreída de que quería expresar.
– ¿No me digas que te encontraste con algún conocido?
– Digamos que un conocido de vista, Luka Quandt.
– ¿Quandt? Me suena ese apellido, aunque aquí hay varios – se quedó pensando un poco más y cuando no obtuvo nada, así que preguntó.
– No sé, suéltalo ¿quién es y porqué te sacó una sonrisa pícara?
– ¿Recuerdas el Adonis de ojos azul eléctrico que me tiró el vaso de whisky encima la vez pasada que vine y fuimos a la inauguración de aquel bar?
– Claro, cómo olvidarlo, el que te desvistió con la mirada, y Adonis, te quedas corta parece un dios del sexo, con doctorado en bajar bragas.
Rieron ante la descripción de Pilar.
– Pues ese mismo, se acercó a mi mesa el muy descarado diciendo que debía invitarle la bebida que, según él, yo le tiré. y cuando intenté que se fuera me dijo que lo necesitaba para que no se me siguieran acercando más hombres a los cuales rechazar, me estaba espiando, puedes creerlo.
– Claro que lo creo – gritó emocionada – lo impactaste a primera vista – tú eres una diosa potencial del sexo también, claro, emergente porque no has querido liberar tu poder.
– ¿Potencial emergente? – respondió Isabel con los brazos en jarras fingiendo estar ofendida. Luego no aguantó la risa ante las ocurrencias de su amiga.
– ¿No me digas que ahora pasaste de las novelas de lujuria a las de fantasía?
– Hablando en serio ¿te recuerdo cuántos meses tienes sin sexo? – preguntó la pelirroja aguantando la risa – ¿no crees que pueda ser un buen partido para quitar el polvo de allá abajo?
– Basta ya – respondió Isabel riendo, pero a la vez sonrojada – no lo creo, muy guapo, pero ¿puedes creer que no ha sacado una carrera? Además, que parece ser el vigilante de ese bar. Bueno no el vigilante, quizá el encargado.
– Ay por Dios, no me digas que estás queriendo decir que porque no cumple con tus estup... – se detuvo para evitar discutir con su amiga.
– Quiero decir, con tu lista de cualidades de hombre perfecto, no puedes tener una noche de placer con él. Deja eso para con el que te vayas a casar, pero por favor ¿Acaso quieres volver a ser virgen?