Capítulo 62
1793palabras
2022-08-30 05:41
Tal afirmación tan repentina hizo que mi corazón palpitara tan acelerado que si no me abalanzaba sobre ella sospechaba que se saldría de mi pecho, y eso hice, de un salto me abalance encima de ella para luego cargarla en mis brazos y comenzar a llenarla de tantos besos por segundo como eran posibles, sentía una felicidad inmensurable, ¿como era que una afirmación, que apenas tenía unas cuantas palabras de una persona podía hacerte sentir tantas emociones tan indescriptibles en un instante?
-Tampoco quiero seguir reprimiendome más- Volvió a hablar apenas pudo, pegando su frente a la mía en un gesto cercano.
-Entonces no lo hagamos ¿de acuerdo?- Bese su frente con cariño.

-Oye ya bajame y ve a cambiarte- Dijo juguetona intentando librarse de mi que la tenía cargada en mis brazos. -Necesito ir a casa, le escribí a mamá anoche que no regresaría y le dije que hoy le explicaría el porqué- Hizo una mueca.
-¿Entonces desde ayer tenías pensado perdonarme? Y solo me estabas haciendo sufrir- Dije juguetón.
-¿Como es que llegaste a esa conclusión? lo envié luego de que me obligaste a quedarme, aunque lo de hacerte sufrir, si era mi intención- Aceptó con picardía. -Pero hoy le diría la verdad, le diré que estoy conociendo a alguien y que me quede con él, quizás no contare todo de una vez porque podría resultar muy abrumador para ella, el hecho es que no quiero continuar diciendo mentiras- Explico con más seriedad.
-¿Que estás conociendo a alguien dices? Me parece que esto es algo más que eso- Dije desvergonzado al llevar mi vista a mi cuerpo desnudo delante de ella.
No era que la quisiera presionar o decirle cómo debía llevar las cosas respecto a su madre, pero que dijera que yo era alguien a quien apenas estaba conociendo, era algo bastante alejado de la verdad, eso y que por dentro no podía dejar de molestarme que me pusiera como algo tan pequeño delante de su madre cuando ya toda mi familia la conocía y la amaban, si, quizás solo estaba siendo injusto e impaciente, al final las situaciones con mi familia se habían dado distintas como sé que se iba a dar con la de ella.
- ¿Entonces deseas que le diga que eres el hombre que le quitó su virtud a su hija no solo en una si no en múltiples ocasiones y de todas las maneras posibles existentes? ¿te parece que eso sería mejor? - Devolvió sarcástica.

-Definitivamente eso no sería adecuado- Acepte justo. -Sin embargo, tengo una mejor idea, podrías decir que nos conocimos hace un tiempo, que soy el hombre que te ama más que nadie en el mundo y que tú lo haces igual, ha… y que soy tu novio- Propuse perspicaz.
Por alguna razón, Bella que se había mantenido divertida escuchando cada una de mis sugerencias, al final de mis palabras se mostró un poco más seria, incluso pareció estar un poco avergonzada.
-Mmm gracias por tus sugerencias, pero en esta ocasión seré yo quien decida cómo llevar este tema con mi madre- Hizo una mueca y se acercó para empujarme. -Usted señor Adams, vaya a ponerse algo menos demostrativo-
-Está bien- Acepté y recordé. -Cuando dijiste que irías a ayudar a ese amigo tuyo, Massimo- Mencioné algo despectivo. -En su mudanza, ¿era cierto? ¿o solo era una excusa para escaparte como un pequeño roedor escurridizo? - Pregunte intentando ocultar los celos en mis palabras.

-¿Te parezco un pequeño roedor escurridizo?- Enarco una de sus cejas.
Ladee mi cabeza de los lados en negación, aunque sí se había comportado de ese modo en algunas ocasiones, incluidas esta mañana.
-Es cierto que prometí ayudarlo- Acepto para mi desgracia. -y no pongas esa cara, él es como mi hermano mayor- Aunque sonó más a regaño, sé que lo dijo para tranquilizarme.
-Pero no lo es- Fruncí ligeramente el entrecejo. -Aun no olvido que lo besaste frente a mí- Le recordé con molestia.
Ella soltó una risita con descaro ante mi evidente molestia.
-Si lo se, siento eso, y solo para que te sientas tranquilo, Mass se enojo mucho conmigo por haberlo besado, dijo que fue como besar a su hermana y que eso lo hacía ser como un incesto, luego me hizo prometer que no volvería a hacerlo-
-Eso tenlo por seguro, jamás te permitiré hacer algo como eso, a menos que tu intención sea que me vuelva un asesino- Dije con tono de amenaza.
-Prometo no hacerlo si tu no vuelves a provocarme para que lo haga- Aceptó con malicia. -Mi hombre celoso- Dijo juguetona acercándose y dejando un beso en mis labios.
-¿Puedes volver a hacer eso?- Pedí.
-No abuses de mi debilidad- Regaño.
-Esta bien- Acepte a regañadientes para luego subir e irme a cambiar.
...
Una vez estaba listo, bajé al primer piso, allí encontré a Bella viendo alguna programación en la tv mientras me esperaba.
-Estoy listo linda- Dije llamando su atención.
Ella volteó su vista a donde me encontraba parado, se quedó viéndome de arriba abajo sin decir nada.
-¿Pasa algo?- Pregunté confuso.
-Es solo que no puedo evitar pensar que eres tan guapo- Dijo embelesada. -Por otra parte, aun no me acostumbro a que me llames con esas palabras de cariño- Acepto más aterrizada.
Reí y me fui acercando a ella.
-Por lo primero, entonces es prudente informarte que este hombre al que crees guapo es solo tuyo- Afirme al tiempo que jalandola de la mano con sumo cuidado la pegue a mí. -Y por lo segundo, vete acostumbrando a que lo haga siempre, mi amor – Finalice con un beso en sus labios.
-Me complace saber ambas cosas- Devolvió el beso con más pasión.
...
Estábamos en uno de mis deportivos de camino a la casa de Isabella, mientras que una de mis manos permanecía en el volante, con la otra tenía mis dedos entrelazados a los de ella, de esa forma me sentía como un adolescente que estaba experimentando por primera vez el amor, sin poder disimular la sonrisa que cargaba de oreja a oreja; que ella hubiera decidido darme otra oportunidad era algo que me daba tonto felicidad como satisfacción de haberlo conseguido luego de pensar que podía perderla para siempre, así de importante era esa pequeña fierecilla para mí que incluso influía en mi estado de ánimo.
Al fin habíamos llegado a su casa, estacione justo frente a ella, apenas era medio día, sí dependiera de mí, hubiera querido pasar todo el día junto a ella, pero entendía que tenía una vida aparte de mi, aunque mi intención era apropiarme de ella por completo, lo iría haciendo con disimulo, si, lo sé, eso podía ser un tanto enfermizo de mi parte, pero creo que ese sería el mayor defecto con que él tendría que lidiar.
-Llegamos- La observé.
-Mmm entonces… nos vemos supongo, no se, ¿quizás pronto?- Preguntó dudosa.
-Sabes que si estuviera en mis manos, pasaríamos todo el día juntos y todos los días para ser más exacto- Dije dejando un beso en su mano que aún estaba entrelazada a la mía.
-Lo se, pero en serio le dije a Mass que lo ayudaría, ¿entiendes verdad?- Preguntó insegura.
-Entiendo- Contestó con calma.
-Entonces ¿que tal si nos vemos mañana?- Preguntó pensativa. -Digo, puede ser al salir de la universidad, aunque se que a esa hora ya es muy tarde, y entiendo que puedas estar cansado y no quieras- Comenzó a parlotear sin control.
-Bella- Interrumpí su parloteo. -Sitengo que verte incluso a la media noche porque esa es la hora que tienes disponible, lo haré sin importar lo cansado que pueda sentirme, tu eres lo que más me importa ahora- Dije seguro.
-Qué hice para merecerte- Soltó con una mirada llena de brillo.
Con su mano disponible me acercó a ella, y me dio un beso que rápido comencé a sentir en todo el cuerpo. Dos veces fue tocado el vidrio de la ventana del copiloto antes de ser interrumpidos, Bella al escuchar el sonido, soltó mi mano y se apartó de mi boca con rapidez algo sobresaltada.
-¡Mierda!- Soltó, para ver de quien se trataba. -Es mi mamá- Informó en susurro, su cara se tiño igual de roja como un tomate maduro.
Su actitud me causó tanta gracia que se me hizo difícil ocultar; pinché el botón de mi lado que bajaba el vidrio su lado que era donde permanecía la mujer parada por la parte de afuera.
-No te rías- Frunció ligeramente el entrecejo.
-Disculpen- Dijo la mujer inclinándose un poco.
-Hola mamá- Hablo la chica intentando ocultar la cara de espanto que le causaba la situación.
-Hija eres tú- Dijo sorprendida de verla.
Creo que no se esperaba que fuera Bella quien estuviera dentro del deportivo.
-Hola, buenas tardes- Ignorando por el momento a la chica, se inclinó más para llegar su vista a mi.
-Hola, Buenas tardes Señora- Respondí amablemente.
-Bueno, ya debo irme, nos vemos luego- Se despidió con nerviosismo ladeando su mano para eso.
-Hija invita a tu amigo adentro, quizás esté hambriento, y ya es hora de comer el almuerzo- Propuso a la chica que no dudo en abrir un poco más sus ojos como platos por las palabras de su madre.
-No creo que él tenga tiempo mamá- Dijo mientras abría la puerta del auto.
-Insisto- Replicó la madre dejando claro en su tono que más que una pregunta era una orden.
-De hecho, si tengo tiempo- Bella volteo a verme y me regaló una mirada de querer matarme, a lo que yo solo le sonreí con picardía oculta.
Después de tanto pensarlo y haber llegado a la conclusión de que no la iba a presionar a Isabella para conocer a su familia, todo esto se me estaba dando en bandeja de plata, no estaba mal si me aprovechaba un poco de la situación, si, quizás era muy rápido para conocer a su madre, apenas me había acabado de aceptar, pero no me importaba, sí tomábamos en cuenta todos los meses que habían pasado, en realidad hacía mucho que nos conocíamos, además, ¿con qué cara podía yo rechazar la tan amable invitación de mi suegra?
Por la recién actitud que había mostrado la chica frente a su madre, comenzaba a pensar que si no fuera de esta manera, sería tanto lo que tardaría para presentarme ante su familia que creería que antes se aseguraría de que pusiera un anillo en su mano para estar segura de que iba en serio con ella, así que aprovecharía la oportunidad, después de todo ella conocía la mía, era justo sí estábamos a la par con eso.
Ahora que lo recordaba, cuando mi familia supiera que estabamos juntos otra vez, se pondrian eufóricas de emoción por recibir tal noticia.