Capítulo 59
1361palabras
2022-08-30 05:34
POV BELLA
Vagos gemidos fueron emitidos uno tras otro de mis labios como consecuencia de sus suaves toques en mi piel, estaba cediendo ante él, no por la debilidad que con su sola cercanía me producía, cedí porque así lo quise, porque yo deseaba eso, puede que lo necesitara incluso más fervientemente que él; intentar mantenerte lejos de lo que deseabas con tantas ganas en la vida, a menudo podía llegar ser de las cosas más tortuosas de realizar, más cuando esa pequeña obsesión no dejaba de tocar a tu puerta insistentemente incitándote a pecar, claro que él no era consciente de que provocaba todas esas cosas en mí, o al menos eso quería creer, porque con mi evidente forma de flanquear con su sola presencia, era muy fácil de ser delatada. Las palabras expresadas por el hombre para mi pena, ya me tenían tan derretida como cuando debido al fuego inevitablemente se derretía la cera de una vela. Era cierto que ya habían pasado días en los que él se había estado esforzando para demostrar las palabras que aquel domingo había confesado por primera vez, pero que hoy, aceptara en voz alta que su corazón me pertenecía, causó emociones infinitas dentro de mí ya tan suyo corazón, eran los palabras más hermosas que mi oídos habían escuchado jamás, tanto efecto tuvieron en mí, que me fue imposible resistirme ante ellas, si, así de tonta podía ser alguien que estuviera bajo los efectos del enamoramiento.
-Kiram- Pronuncie sin despegar nuestros labios.

-Isabella- Salió en un leve susurro.
Ambos, nos saboreabamos con detenimiento, como si degustáramos el vino más exquisito, eso mientras nuestras manos recorrían el cuerpo del otro, en su caso, lo hacía no con fuerza, si no de manera acentuada queriendo sentir cada toque; yo, que todo este tiempo había vivido de solo los recuerdos de nuestras noches de pasión, ahora entendía con mi piel que jamás sería igual como a estarlas experimentando en carne propia, nos encontrábamos sumergidos en nuestro propio éxtasis, incluso, se sentía mejor que nuestra primera vez juntos, ahora todo se sentía de manera más intensa, porque la primera vez mi cuerpo lo pedía incitado por el deseo, pero ahora lo necesitaba para sentirse completo.
-No... vue... vuelvas a lastimarme- Alcancé a decir en medio de la pasión.
A pesar de que podía parecer segura de lo que estaba haciendo, porque no lo negaría, estaba cediendo muy consciente de mis actos, muy adentro de mi corazón seguía ese miedo constante por las experiencias adquiridas, se suponía que el mismo hombre que me infringía placer, en algún momento me causó dolor en la misma medida, y para ser sensata debía aceptar que no había sido por completo su culpa ese hecho, pero había terminado por ser así, y ahora aunque no lo quisiera mis pasos inevitablemente de ese momento en adelante, eran dados con cautela y duda de que lo que profesaba fuera porque realmente lo sentía con seguridad, de lo contrario me exponía a ser lastimada, y para este punto, no resistiría que algo así pasara.
Paró por un instante sus besos e inclinando su cabeza hacia atrás un poco me vio fijamente a los ojos.
-Cariño, ten por seguro que eso no volverá a ocurrir- Prometió con sincero, o al menos así lo había percibido.

Seguido de esas palabras, metió su cabeza por mi cuello y comenzó a dejar besos y mordiscos en él, se sentía como si su intención fuera devorarme y que no quedara nada de mí, con sus manos agarraba mis senos y daba leves masajes; mientras yo continuaba en la mismo posición de pie disfrutándolo, él bajó hasta quedar de rodillas frente a mí, sus manos sujetaron mi cintura de ambos lados y pegándome a él, con su boca comenzó a dejar besos y lamidas en mi abdomen, así fue bajando hasta conseguirse frente a mi intimidad que ya yacía mojada por su causa, en esa zona, comenzó a dar besos por encima de mi ropa interior causando en mí, pequeñas contracciones de excitación, hasta ahora, no comprendía cómo es que pudo pasar tanto tiempo sin tener mis dosis de esto.
-Todo en ti es delicioso- Aceptó sin dejar de saborear.
Inclino su cabeza hacia atrás para poder verme directamente a los ojos, unos que estaban llenos de perversión, sosteniendo mi mirada comenzó a deslizar mi patine por mis piernas deshaciéndose de ella, una vez afuera y sin nada que se interpusiera entre mi intimidad y él, rodeo mis glúteos con ambas manos de esa forma atrayendo mi sexo a su boca, con la que comenzó con suma habilidad a devorarla por completo.
-Hahaha- Grite motivo de la fuerte excitación. -Kiran no puedo permanecer así parada mucho más tiempo- Dije mientras me retorcía un poco debido a los fuertes corrientazos que me enviaba a todo el cuerpo lo que se estaba realizando allí abajo.

Si no me tumbaba en algún sitio en ese mismo momento, mis piernas flanquearían por la debilidad que me causaba su acto; Él se pude de nuevo sobre sus pies sonriente, y cargándome por la cintura me tumbo en la cama, pero solo quedo recostada la mitad de mi cuerpo, porque de mis caderas para abajo se mantuvieron afuera de la cama.
-¿Así estás mejor?- Preguntó con descaro a lo que yo asentí.
Otra vez de rodillas se volvió a posicionar entre mis piernas, y abriéndolas sin tanta delicadeza, continuó su trabajo.
-AHH AHH... Mierda no recordaba que fuera tan bueno- Dije arqueando mi espalda.
Haciendo caso omiso de mis palabras, siguió concentrado en su objetivo… Hasta que, por un momento paró, lo que hizo que me saliera de onda, porque yo quería que continuara.
-¿Porque paras?- Dije en tono de queja.
-Quiero intentar algo- Repuso con misterio, pero en su tono también esperaba obtener mi aprobación para proceder.
Me quedé pensativa unos segundos de que era lo que tramaba, aunque no vino nada a mi mente, ¿Qué tan malo podía ser? Me pregunté para luego asentir, y así que pudiera continuar, porque fuera lo que fuera si implicaba seguir sintiéndolo, para mi estaría bien.
-Confío en ti- Dije.
Me regalo una sonrisa de satisfacción al tiempo que se levantó, me tomó por las piernas y le dio vuelta a mi cuerpo como se le daba a una crepa en una sartén, dejándome de espaldas a él.
-Inclina un poco el trasero- Pidió más en una orden, una que no me molesto en absoluto debido a la situación.
Le obedecí gustosa, lo incliné tal como lo había pedido, para seguido de eso dejando algunas nalgadas antes, comenzara a devorarlo, eran zonas extrañas de dejar explorar, pero por alguna razón, me estaba calentando aún más, y que me hiciera suya de todas las maneras existentes posibles era lo que más deseaba y lo que menos miedo me causaba.
-Esto… se siente…aún mejor- Confesé moviéndome un poco de arriba abajo así poniendo mi granito de arena.
Pero si continuaba así, mi resistencia no persistiría, de hecho, ya tenía rato resistiéndome para no explotar.
-¿Quieres la experiencia completa?- Preguntó ahora dejando besos castos desde mis glúteos subiendo por mi espalda.
Me giré un poco para verlo sorprendida, no era tan tonta para no saber a qué se refirió con esa pregunta.
-Te refieres a…- Señale su en dirección a su miembro y luego a mi trasero.
-Justo a eso. Solo si lo quieres, entiendo que es un acto muy íntimo- Acepto.
No pensé en que me lo propusiera, y tampoco había pensado si me gustaría o no hacerlo hasta ahora, pero ¡MIERDA¡ con él quería todo, no me importaba que fuera, ¿y privado? jaja ya mi cuerpo era totalmente suyo, podía hacer con él lo que deseara, solo que eso no se lo diría por ahora.
-Hazlo- Fue todo lo que respondí.
Con esa misma sonrisita gustosa de que aceptara, me empujo un poco para subirme más a la cama, me posicione de manera adecuada con su ayuda, el termino de quitar su ropa y rápidamente comenzó a besarme el trasero, y las partes cercanas a mis glúteos, eso y otros actos carnales previos realizó preparándome para lo que venía.