Capítulo 56
1247palabras
2022-08-30 05:23
Me hubiese gustado continuar disfrutando de mi jueguecillo, pero tenía muchas ganas de ir al baño, así que no podía aguantar más.
-Chicos permiso, vuelvo en un momento- Anuncie.
Ellos que aún estaban inmersos en su conversación, asintieron. Por mi parte, salí en dirección a la casa en búsqueda de un baño.
-Bella-
"Mierda ¿ahora que quiere?” Pensé con fastidio, para seguir el paso ignorándolo.
-Bella podrías parar- Me tomo de la muñeca.
-¿Qué es lo que quieres ahora?- Lo vi mal.
-¿Te gusta ese chico?- Preguntó sin rodeos.
“Ahora de que mierda habla” Pensé mientras mi entrecejo se fruncía por no entender a quien se refería.
-El que no te deja de ver como si fueras algo comestible – Volvió a decir con evidente molestia.
-¿Te refieres a Adam?- Dije coqueta cayendo en cuenta de a quién se refería.
Mi tono fue desinteresado de su molestia, evidentemente mi intención era molestarlo, en vez de molestarme yo por su estúpido e innecesario arrebato.
-Al parecer así se llama- Dijo entre dientes.
-¿Estas celoso?- Enarqué una de mis cejas.
-Sabes bien que sí- Acepto. - ¿No lo sabías ya? - Se acercó más a mí, tanto que casi sentí su reparación en mi oído. -Odio que te hablen, o que te toquen, o solo que te miren como ese niño lo estaba haciendo- Mencionó cada palabra con tanta pasión que casi las creí.
-Podrías no acercarte tanto, hay muchas personas, no querrás hacer un espectáculo- Dije con sequedad.
Él retrocedió volviendo a pararse a una distancia prudencial.
-Siento interrumpirlos- De pronto se escuchó.
Se trataba de Kayla, al parecer, otra que no perdía el tiempo, la verdad me parecía una chica muy agradable, pero que le gustara mi hombre me ponía algo loca.
"¿Mi hombre? Si, eso pensé… Más bien, el hombre de nadie” Corregí.
-Kayla- Sonreí.
Se bien porqué estaba aquí la chica, suponía que estaba encargándose de que cumpliera mi promesa de presentarlos.
-Kiram te presento a Kayla-Vi a La chica. -Kayla él es Kiram-
Los presenté con rapidez, aproveché que la chica comenzó a hablar sin parar para salir de allí y dirigirme a donde realmente iba.
-Si me permiten- Salí de prisa.
Antes de irme, Kiram me regaló una mirada que decía claramente "No se te ocurra dejarme a solas con esta chica" pero no me importó, necesitaba ya en serio ir al baño.
Una persona que trabajaba en el servicio de la casa me guío para encontrarlo con más facilidad, por fin entré hice pipí y una vez mi vejiga estaba vacía, lavé mis manos; cuando fui a abrir la puerta para salir, alguien la jalo y con rapidez entró cerrándola a sus espaldas, y claro que era Kiram quien estaba ahora frente a mí viéndome directamente a los ojos sin decir nada.
-Kiram ¿qué haces? ¿no te cansas? -
Dio dos pasos adelante hasta estar frente muy cerca de mí, retrocedí unos tres pasos, pero solo logré pegar contra la gris y fría pared.
-No me cansaré hasta conseguir lo que deseo - Dijo cerca de mi cara puesto que ya lo tenía casi encima de mi cuerpo.
-Salgamos, si llega alguien y nos encuentra aquí, será muy vergonzoso de explicar- Dije en un intento de hacer que se separará.
Después de todo, a él le importaba mucho su reputación y el que dijeran lo demás, o eso creía, y esa era una carta que siempre solía usar con él, aunque podría verse como que era a mí a quien le interesaba lo que pudieran decir, la verdad era que no era así, de hecho, las únicas opiniones que siempre me habían importado eran las de mis cercanos, la de las personas por las que tenía un vínculo afectuoso.
-Me da igual, que nos vean, eres mía y eso me haría el favor de que todos lo sepan, así ya no habrá más idiotas confundiéndose solos- Dijo con posesividad, refiriéndose en esta ocasión a Adam.
-¿Quién dice que se está confundiendo solo?- Enarqué una ceja desafiante.
-No me jodas- Soltó una risita confiada de lado.
-Y para que te quede claro, no soy tuya y nunca lo seré, y en caso de que tu plan sea continuar siguiéndome por todos lados, vete acostumbrando a que me vean de esa manera los demás hombres, porque soy una mujer libre, y eso es normal- Informe con molestia al tiempo que trata de empujarlo.
-Eso va a cambiar- Contestó al tiempo que estampo sus labios contra los míos.
Al principio intente apartarlo, luego solo fui bajándole a la resistencia, y por último, solo me deje llevar, quería en serio apartarlo y resistirme, demostrarle aunque pusiera todo de mí, que no tenía más efectos en mi cuerpo, pero es que me era imposible no querer sentir sus labios, yo también lo deseaba besar, lo necesitaba; Además, besarlo no quería decir que él tuviera razón y que yo fuera de él, más bien prefería verlo como que solo lo estaba usando para saciar aquello que pedía mi cuerpo, de esas eran las cosas que me intentaba convencer a más no poder en ese momento de debilidad.
Continúo besándome y saboreando mi boca, está vez por inercia mis brazos se fueron a caer alrededor de su cuello, nos encontrábamos con nuestros cuerpos tan juntos que podía sentir la erección detrás de sus pantalones en mi abdomen.
-Bella me estoy volviendo loco sin ti- Dijo con dificultad por el beso.
No supe qué responder a eso, por lo que no dije nada. En cambio, tomé fuerzas y aparte mi boca de la suya, sentirlo mío de nuevo, también me recordaba que me estaba volviendo loca sin tener sus besos, sin tocar su cuerpo con el mío y sin tener todo lo que viniera de él. Pero ese no era el momento ni el lugar para llevar a cabo tales actos carnales, y sabía bien que vendría luego de ese beso, sabía bien que él no pararía, era capaz de hacerme suya en ese mismo baño, por lo que debía ser yo quien tuviera la fuerza de voluntad, no porque no quería o porque no fuera capaz, sino más bien porque no era el momento ni el lugar y porque necesitaba no ceder con tanta facilidad.
-Kiram por favor, pará- Pedí casi en súplica.
Cedió a mí pedido, apartándose de mi boca, pero no totalmente de mi cuerpo.
-Tú también me deseas, lo sé- Me miró con esos ojos tan penetrantes y suplicantes que me derretía en segundos.
-Por favor salgamos, este no es el momento y menos el lugar para actuar de esta manera-
Haciendo caso a mi pedido, se apartó.
-Está bien, por ahora- Aclaró.
-Voy a salir primero y luego lo harás tú, ¿okey? – Propuse.
Asintió, y cuando iba a abrir la puerta para hacer tal como dije.
-Bella- Llamó a lo que yo voltee con rapidez.
-¿Qué?-
Con una sonrisita malévola me jalo del brazo pegándome a su pecho, con su mano tomo mi quijada para levantar mi cabeza mientras que él inclinó la suya hacia abajo y dio un último beso en mis labios dejando leves mordiscos en mi labio inferior antes de separarse, no pude evitar que una sonrisa se saliera de mi boca por su acto repentino. Posterior a eso, salí como alma que lleva el diablo para alejarme de ese lugar, a medida que caminaba en dirección al jardín iba arreglando mi cabello, mi vestido y arreglando mi labial con disimulo.