Capítulo 43
1571palabras
2022-08-17 23:52
Al día siguiente...
Hoy era un día como cualquiera, luego de que mi mañana transcurrió normal entre estudios en casa, había comenzado ya a mi turno del mediodía en el restaurante.
Iba de camino a atender una mesa como de costumbre mientras pensaba distraída en los mensajes y llamadas de Kiram, esperando hoy no recibirlas también.

-Buenas tardes- Levante la mirada.
Volví al instante mis ojos de par en par por la sorpresa no esperada frente a mí, el corazón se aceleró dentro como si quisiera salir de su lugar, no sé si era que de tanto pensar en él ya lo estaba imaginando, ¿o si era real? Cada vez estaba más convencida de que por su causa me estaba volviendo más loca de lo que ya era de fábrica, aunque sí debía ser real porque si no también me estaba imaginando a su amigo Liam a su lado, y eso ya pasaría a lo extraño… Petrificada en mi sitio, buscando la manera de actuar normal eran muchas las cosas que estaban pasando por mi cabeza justo en ese momento.
-Hola Bella- Al fin saludo Liam como siempre con amabilidad.
“Si, si es real, ¿Mierda que hacen ellos aquí?” Pensé.
Kiram que permanecía a su lado sentado me veía fijamente.
-Hola Liam- Sonreí manteniendo la calma.

-Hola Isabella- Saludo Kiram con su respectiva seriedad.
-Hola- Devolví sin verlo más de un segundo. -¿Que desean ordenar?- Luego pregunté con profesionalismo.
-Pensé que te habían despedido- Volvió a hablar ignorando mi pregunta.
"¿Qué te importa? tonto" Por supuesto eso solo lo pensé.

-Me pidieron a gritos volver- Dije sarcástica. -Ya sabes, suelo causar ese efecto en las personas, aunque no en todos- Dije con sarcasmo mientras lo mire fijamente para luego pensar "Que mierdas digo".
Vi de lado a Liam sonreír.
-No se tu amigo, pero yo muero de hambre, a mí me provoca una trufa blanca- Dijo sonriente.
-Muy bien- Apunte. - ¿Y tú? Perdón, usted- Rectifique irónica, después de todo era un cliente.
-Quiero un corte de carne roja en término tres cuartos acompañados de una ensalada niçoise- Respondió sin dejar de verme a los ojos.
-Okey- Apunte. -Enseguida traerán sus comidas- y definitivamente no iba a ser yo.
Él como si me fuese leyendo mi mente antes de que saliera habló.
-Puedes traerla tu- No fue una pregunta, sino más bien una exigencia.
Asentí con mala cara y salí.
-Sí que volvió a ser el- murmure con enfado.
¿Qué hacía él aquí? Es que ¿me estaba siguiendo? No, que cosas pensaba, él no tendría como saber que yo había vuelto a trabajar aquí, menos después de que me despidieron en sus narices, lo más probable era que fuera una coincidencia, después de todo este era un restaurante de su categoría social.
-Amiga, ¿ya me volví tan loca como tu o a quién estoy viendo allá es Kiram? - Señaló atónita.
-No estás loca, es él- Respondí con fastidio.
-Dios... ¿vino a verte? - Abrió sus ojos a más no poder.
-NO... obvio no, solo vino a comer como todos-
-¿Y quién es el hombre guapo a su lado?- Preguntó con picardía en su mirada.
-Su mejor amigo Anna- Fruncí el ceño, sé por dónde iba.
-Chica debes preséntalo- Volvió a decir coqueta.
-Anna... estoy casi segura de que es igual a su amigo- Dije para desanimarla.
No es que quisiera hablar mal de Liam, de hecho, me parecía un hombre bastante agradable, pero amorosamente no sabía cómo era, así que prefería que mi amiga ni se acercara, no fuera que terminara como yo.
-Bella sabes que no me importa si es un mujeriego o si como Kiram no quiere una relación, porque yo tampoco- Rió con descaro.
-Descarada- Rei con ella. -Y eso lo dices ahora- Rodee mis ojos.
Justo en ese momento escuché hablar de la cocina, el pedido de la mesa 10 estaba listo. Lo tomé, y antes de salir respire profundo.
-Aquí esta su comida, que tengan buen apetito- Forcé una sonrisa.
Ellos se mantenían en silencio observándome servirles, terminé de arreglar sus platos en la mesa y ya estaba lista para dejarlos a solas.
-Bella, espera un momento- Llamó Kiram.
"¿De nuevo soy Bella? Interesante” Voltee para mirarlo.
- ¿Necesita algo más? - Pregunte tajante.
-Si, que pases por mi oficina a buscar tu pago- Dijo.
“Que insistencia, ¿No entiende que lo estoy evitando? Que molesto”
-He estado muy ocupada, cuando tenga tiempo quizás lo haga- dije para salir del paso.
-¿Qué día tendrás tiempo?- Insistió.
El me conocía para ver que lo había dicho por decirlo.
-Mi día libre- Dije sin pensar.
-¿Y cuándo es?- indagó.
"Santo cielos ¿porque pregunta tanto? no quiero darle esa información"
-La comida se te enfriará, mejor ya me retiro- Me iba.
-¿Cuándo?- Volvió a preguntar.
-El sábado- No me quedó de otra que decirlo.
Pero eso no quería decir que iría.
-El sábado en mi casa a las 02:00pm- Dispuso.
No respondí más nada, solo salí de allí.
“¿Que se cree? que él dice y yo hago, affs ese tonto, ¿además porque en su casa? Es que no existen lugares más públicos”
...
Estaba con mi amiga de entrada a la universidad mientras hablaba de lo que me había dicho Kiram en el restaurante, ella insistía en que fuera y le dijera de mis sentimientos, pero yo seguí diciéndole que estaba loca y que no haría tal cosa.
-Hola chicas- Llegó Ethan.
-Hola chico perdido- Lo molesto Anna.
-Ethan- Salude animada.
-¿Van de entrada?- Preguntó.
-Así es, y tú de salida supongo-
-Así es- Sonrió. -Oigan ha pasado mucho desde la última vez que salimos de fiesta, salgamos este fin de semana- Propuso.
-Claro que sí, mi cuerpo ya necesita algo de alcohol en las venas- Hablo Anna.
-Calma chica- Le dije a Anna. -Aún faltan unos días para el fin de semana, ¿y ya están pensando en la fiesta? - Bromee.
- Eres una Aguafiestas- Me vio mal mi amiga.
Liam y yo reímos por su comportamiento infantil.
-Ya te avisaremos si nos apuntamos Ethan, por ahora es momento de entrar a clases- Dije.
-Está bien, nos vemos chicas-
-Nos vemos- Se despidió Anna.
-Chao- Con una mano me despedí y con la otra Jalé a mi amiga del brazo para que entráramos.
Las clases avanzaron bien... Luego de salir fui a casa como siempre...
-Hola hija- Me recibió mi mamá.
-Madre- Di un beso en su cabeza.
-¿Me acompañas un rato?- Preguntó.
Si, admito que justo ahora estaba actuando algo sospechosa. Estaba en el sofá recostada ya en pijamas.
-Claro- Me senté.
- ¿Como te fue hoy? - Pregunto.
-Como siempre, ya sabes mucho trabajo y luego mucho estudio- Hice una sonrisa a medias. -¿ Cómo estuvo el tuyo?- Le devolví la pregunta.
-Pues ya sabes también mucho trabajo-
Nos quedamos en silencio unos segundos…
-Hija sabes que me puedes contar cualquier cosa ¿verdad? -
-Si mamá lo sé- Dije con el ceño fruncido.
-Es solo que te conozco tan bien, y sé que algo te pasa desde que llegaste de ese viaje no eres 100% tu, ósea eres tú, pero no eres la tu explosiva y alocada hija que di a luz- Dijo tratando de explicarse.
-Eheh okey… eso es complicado de entender- Rei.
-¿Estas enamorada? - Soltó.
Abrí mis ojos a más no poder.
- ¿Porque se te ocurrió preguntar eso? -
- ¿Ósea que si? - Quiso confirmar.
-He... he no mamá- Dije con nerviosismo.
Parecía no creerme.
-No sé quizás tengas alguna confusión, ¿te gustan las chicas? si es así no te juzgare- Supuso tratando de adivinar.
-No mama, digo no tengo problema con quién sí, pero no es mi caso- Aclare.
-Está bien, ¿ósea que si te gustan los chicos? - Volvió a preguntar.
“No entiendo a qué quiere llegar esta mujer”
-Si mamá me gustan mucho los chicos- Rei.
-Entonces estás así extraña ¿por un chico? - Volvió a preguntar, creo que intentaba enredarme para hacerme decir la verdad. -Está bien no contestes si no quieres, pero mi niña si ese es el caso, tómalo con calma ¿si? sé que eres algo testaruda y también sé que tiendes a asustar un poco a los chicos con tu actitud de chica ruda, se más dócil, no digo que seas fácil, solo atrévete quizás tú a dar el paso si ves que vale la pena y de pronto cosas buenas pueden pasar-
Mi madre me aconsejaba sobre chicos, Dios mío esto sí que era extraño. Lo de que alejaba a los chicos por ser ruda lo decía porque cuando era pequeña les pegue a unos cuantos que se me declararon, pero era una niñita, y mi mamá era algo exagerada. Pero con sus palabras si logro hacerme pensar en algunas cosas.
Aún me mantenía sin decir nada a sus palabras.
-Bueno hija, ya iré a dormir, espero te sirvan de algo mis palabras. Y recuerda, si quieres contarme ya sabes dónde encontrarme- Se ofreció con dulzura. -Que descanses, también recuerda siempre que te amo mucho- Me abrazó con fuerza.
-Gracias mamá, también te amo, duerme bien- Devolví el abrazo de manera necesitada.
La vi marcharse, y dejando caer todo mi peso en el sofá, solté un resoplido.
- ¿Que fue eso? -
No quería darle vueltas a mi cabeza una vez más al asunto, así que fui a arreglar todo para ir a descansar, ya mañana sería un nuevo día con nuevos retos.