POV BELLA
Llegada la hora del almuerzo, Kiram envió un mensaje a mi móvil diciendo que iríamos a comer con Liam y algunas otras personas quienes nos iban a acompañar también, dijo que no sería algo formal, pero me informó para que bajara al restaurante y está vez no pidiera comida a la habitación como era que lo había estado haciendo. Él había estado toda la mañana por fuera, lo más probable es que hubiera estado en compañía de su amor quien sabe en donde, porque por ahora al menos no podía dejar verse aquí en el hotel con ella frente a sus familiares y los demás invitados, no hasta que lo nuestro terminará oficialmente ante los ojos de los demás. Hoy llegarían algunos invitados más de la boda, eso es lo que lo escuche decir, entre ellos Liam que ya estaba aquí.
Fui a cambiarme de ropa, esta vez opte por combinar un vestido con estampado de flores perfecto para el verano donde predominaba el rosa pálido, en la parte delantera tenía botones a lo largo y en la cintura quedaba ceñido dejando mostrar las curvas de mi cintura, opte por combinarlo con unas zapatillas beige, como toque final me puse un sombrero muy hermoso que me cubriría del sol, ya que especialmente hoy estaba en su punto más alto, de esa forma ya lista, respire profundo antes de salir.

…
Entre al restaurante de lujo que tenía el hotel, pocas veces había comido allí, casi siempre lo hacía en el buffet, pero este lugar sin duda era el más bonito y diferente, estaba repleto de plantas por todos lados, eso lo hacía un lugar más agradable y natural, y la decoración era muy parecida a la del hotel solo que con un toque mayor de elegancia.
Observe desde la entrada y en la mesa habían algunas caras conocidas mientras que otras nunca antes las había visto.
-Buenas tardes- Salude con un una sonrisa algo forzada.
No me sentía tan cómoda, todas las personas en la mesa se quedaron mirándome, algunos con cara de “¿Quién es esa?”.
“A dar tu mejor actuación Bella, ya falta poco” Me dije para darme ánimos.

-BELLA- Liam me recibió con gran entusiasmo.
Se levanto de su silla y me abrazo, su calidez y buen humor desde un principio en que nos conocimos me hizo sentir muy a gusto con él, me trataba de forma cercana pero siempre con respeto y eso me hacía apreciarlo mucho.
-Hola Liam, que gusto verte- Dije devolviendo el abrazo.
-Basta de saludos amigo, ¿podrías devolverme a mi novia?- Salto Kiram intentando ser divertido.

Actuaba muy bien, como si nada negativo hubiera pasado entre nosotros, como si todos estos días no nos hubiéramos ignorado por completo, y como si estuviera muy enamorado de mi realmente, al menos si algún dio sus empresas quebraban tendría madera para dedicarse a la actuación, creo que también en eso sería muy exitoso. Voltee mi mirada a donde estaba el, había un asiento a su lado vacío, supuse que sería el mio y me senté.
-Hola mi amor- Se acercó dejando un beso en la mejilla. -Estas muy hermosa- Dijo para que solo yo escuchara.
Su cercanía en mi oído hizo que un escalofrío recorriera mi espalda, sé que solo era por su perfecta actuación que se comportaba de esa manera, pero de cualquier manera me afectaban las cosas que hacía o decía, aun teniendo claro que no eran real.
-Gracias- Apenas sonreí.
-Amigos me gustaría presentarles a mi novia, ella es Isabella- Anuncio a las personas que estaban acompañándonos en la mesa.
No me había percatado de que frente a nosotros se encontraba la rubia que trabaja con Kiram, la que también estaba interesada en él, y es que ¿últimamente que mujer no se interesa en ese idiota?
La mire directamente y la chica estaba que me mataba con la mirada, tenía una expresión seria y distante en su rostro.
-Kiram nunca me hubiera imaginado que tenías una relación con la mesera- Dijo con sorna.
Ella recalcó la palabra MESERA, supongo que intentaba dejarme como menos delante de toda estas personas de la elite alta, pero a estas alturas me importaba muy poco como quedara Kiram delante de sus amiguitos millonarios, después de todo solo a él era a quien esto podría afectar, pues a mí no me avergonzaba en absoluto mi vida fuera de toda esta mentira.
-Así es Samantha, Bella y yo tenemos un par de meses oficialmente juntos, solo que no lo habíamos hecho público hasta hace poco menos de una semana- Le aclaro.
Lo que yo no lograba entender era porque Kiram me seguía presentando ante las personas de su círculos, si sabía perfecto que esto iba a acabar pronto, mientras menos me presentara como su novia delante de caras nuevas, más fácil sería hacer como si nada de esto hubiese pasado, y seria menos raro cuando presentara su relación oficial con Amber, al final el verdadero objetivo de toda esta mentira era su madre y ella no estaba aquí para verlo actuar.
Por otro lado, si mal no recordaba uno de los motivos por las que se inventó todo esto de la novia falsa era para quitarse de encima a las mujeres que estaban interesadas en él y el no en ellas, recuerdo que eso lo dijo una vez y debo suponer que una de esas mujeres es la tal Samantha, entonces con esa conclusión podía entender más porque su gran actuación en este almuerzo.
-Mmm lo entiendo, entonces mucho gusto Isabella- Me miró con desagrado.
Era obvio que no era un gusto para ella, y menos después de lo que había pasado aquella vez en el restaurante con la botella que le eche encima, la idiota se lo tenía bien merecido.
Otras de las personas a las cuales desconocía en la mesa se presentaron ante mí, unas eran amables otro par algo estirados pero nada de qué preocuparse. Posterior a eso, hubo algo de conversación, en la que yo casi nunca hable pues los temas no eran de mi importancia y ya quería que terminara esto, al menos la comida había sido deliciosa sin duda.
-Kiram iré a tomar un poco de aire- Informe solo para él.
El me miró a los ojos, no sé qué decía su mirada solo era muy intensa, yo también lo miraba de la misma manera, todo paso en un segundo pero sentí como si fuese sido más tiempo, y como si nuestras miradas intentaran decir algo que nuestros labios no se atrevían.
-Okey, ¿tienes tu móvil?- Pregunto.
-Si- lo levante mostrándolo. -Fue un gusto conocerlos, nos vemos pronto, con permiso- Me despedí de todos los demás.
Todos asintieron con educación, mientras me levantaba para salir, sentí como Kiram no me quito mirada de encima, salí del lugar, y me dirigí a la playa, quería tomar aire y relajarme un poco con el sonido del mar ya que últimamente había estado mas tiempo en la habitación.
Estuve un rato viendo el tranquilo mar, envidiaba la tranquilidad con que las olas iban y venían rompiendo en la orilla, una tranquilidad de la que últimamente carecía, verlas y escucharlas fue como una terapia de relajación para mi mente, luego decidí caminar un poco por la playa hasta que recibí un mensaje de Sara en el que decía que necesitaba de mi ayuda.
Camine hasta el lugar donde sería la recepción luego de la ceremonia de la boda ya que hay me dijo que se encontraba la chica. Al llegar me sorprendió ver lo hermoso que estaba quedando todo, era elegante la decoración pero a su vez muy veraniega y sencilla.
Con ella estaban los tres hermanos, Ethan, Nicolás y Zack.
-Bella por fin llegas, necesito tu opinión en algo- Entrelazo su brazo al mío.
-Esta que se vuelve loca- Murmuro Nicolas con los ojos bien abiertos.
Eso me causó gracia, se veía que los estaba volviendo algo locos a todos, supongo que era lo normal dado que estaba a nada de su gran día, además quien creería que personas como ellos que les sobraba el dinero se ocuparían de los detalles de su propia boda, claro que había una organizadora contratada, pero esta chica aun así estaba allí puliendo los detalles.
-Hola por fin chicos- Pude saludarlos. -Soy todo oídos Sara- Preste atención a la chica.
Ethan no paraba de verme desde que entre, se encontraba allí parado con los brazos cruzados sin decir nada aun.
-Les pregunte a los chicos que cual de estas decoraciones pueden ir en las mesas, ellos dicen que cualquiera está bien, y no ayudan en nada- Resoplo con dramatismo.
-Te dijimos que las dos son muy bonitas cuñada- Intervino Zack el menor de los hermanos.
Ethan tomó las decoraciones.
-Mira ¿Vez cuál es la diferencia?- Me los mostro. -Son idénticos- Replico.
-Ustedes no tienen sentido del gusto- Sara Rodeo sus ojos con cansancio.
-Mi vida tu misma los llamaste, además para eso está la planeadora de la boda, la idea es que tu estés relajándote y preparándote para mañana, para que seas la novia más hermosa jamás vista- La tomó con sus manos por la cara, él era perfecto con ella, sabia justo que decir en cada momento.
-Es que quiero todo perfecto- Le hizo un puchero.
-Y así será Sara, mira este de aquí esta perfecto- Intervine señalando una de las decoraciones, quizás no se trataba de la decoración, quizás solo quería sentirse apoyada.
-Gracias Bella, sabía que tu si podrías ayudarme, también era esa mi favorita de las dos- Cambio su expresión a emoción.
Era cierto ambos eran idénticos, eso me causó una risita interna, solo señale el primero y ya, creo que la chica solo tenía una crisis pre boda.
-Bella por cierto esta noche haremos mi despedida de soltera es en un club que es de mi hermano, y por supuesta vendrás- Me sonrió. -Ponte algo muy sexy y descontado chica- Dijo con picardía.
-Okey, por ahora ¿necesitas mi opinión en algo más?- Pregunte.
-No, si quieres puedes irte, nos vemos a las 07:00pm- Informo.
-Bella te acompaño- Me alcanzo Ethan. -Como estas?- Pregunto una vez iba caminando junto a mí.
-Bien. ¿Nicolás también hará fiesta de despedida de soltero?- Pregunte curiosa.
-Si, el no quería, pero al final lo convencimos, de hecho será en el mismo club-
- ¿En serio, no se supone que esto de las despedidas funcionan por separados?- Pregunte con sorpresa.
-Si se supone, pero ese par son algo posesivos entre ellos, y prefieren estar en el mismo lugar por si hay que controlar alguna situación, aunque cada quien en lo suyo- Dijo.
-Como será posible- Dije soltando una risita.
-Estarán en zonas VIP separadas del club-
-Mmm claro- Dije con evidencia.
Ethan y yo nos distraíamos hablando, para cuando nos dimos cuenta ya habíamos llegado a la puerta de mi habitación.
-Hasta aquí llego yo- Paro regalándome una sonrisa.
-Si, entonces nos vemos en el club, aunque a la lejanía- Ambos reímos divertidos.
Esos dos estaban algo locos, aún ni en sus despedidas querían separarse.
Detrás de mí vi llegar Kiram, quien abrió la puerta de la habitación e ignorando nuestra presencia entro, percibí una mala cara que nos dio antes de desaparecer, sé que nos vio reír juntos con diversión, quizás era que no lo hacía feliz verme reír, mire a Ethan con un poco de vergüenza por el momento incomodo, pero el también hizo caso omiso la situación.
-Nos vemos Bella- Dijo con una sonrisa.
Levante mi mano en señal de despedida y la ladee para luego abrir la puerta y entrar, pase justo al lado de Kiram, e ignorando su presencia tal y como él lo había hecho segundos antes. Estaba como siempre en el sofá con su laptop, de vez en cuando notaba que me veía, yo también lo hacía sin que se diera cuenta, me sentía como una niñita tonta jugando a eso de las miradas.
Faltaban poco más de dos horas para estar en el club, así que entre a ducharme, aunque esta vez tenía ganas de tomarme mi tiempo, y meterme en el jacuzzi, así lo hice prendí algunas velas aromáticas y puse esencias en el agua, tenía tiempo y quería relajarme un poco.
Entre puse algo de música en mi móvil y me puse los audífonos, tiré mi cabeza hacia atrás y cerré mis ojos, desconectándome de todo lo exterior. Al poco tiempo comenzaron a venir imágenes de Kiram y de mi aquí adentro, de cómo tocaba todo mi cuerpo, como comenzó a meter sus dedos en mi sexo, yo no pude evitar pasar mis manos por donde él las iba pasando en mis recuerdos, quería sentirlo otra vez, quería sentir como me hacía suya, era de los mejores placeres que había experimentado en mi vida y no tenerlo estaba siendo muy difícil.
Y esto, no lo quería sentir con nadie más quería que fuera el quien siempre me tocara toda, quien siempre me besara, quería que mi cuerpo solo respondiera a él. De pronto, sentí un toque en mi hombro, eso me asusto y me saco del éxtasis en el que estaba, abrí los ojos de golpe, y como si fuese salido de mis sueños, allí estaba el observándome.
Me quede algo pasmada cuando volví en sí, y quitando los audífonos de mis oídos hable.