Capítulo 65
1335palabras
2022-06-22 00:00
Jamie condujo el auto de regreso a Mataque junto con Lexi.
Cuando pasaron por la calle comercial, Lexi vio que la entrevista de Demi estaba siendo reproducida en la cartelera digital de un rascacielos.
Demi había ganado el campeonato de Diseño de Moda Arcano esa noche.

La estaban entrevistando numerosos medios de comunicación y ella daba humildemente su discurso de premiación.
De inmediato, el buen humor de Lexi desapareció de nuevo.
Su diseño ya no calificaba para aparecer en ese magnífico escenario.
Al notar el cambio en su expresión, Jamie, quién iba conduciendo, decidió detenerse al lado del camino.
Volteó y la miró con ojos expresivos.
—Lexi, ¿Qué sucede?

Era la primera vez que le preguntaba sobre el incidente de esa noche.
Lexi, con su corazón lleno de amargura, miró a Jamie vacilante. Sentía un particular rencor contra Demi, quien había hecho tanto para lastimarla.
Y abordando ese tema, cabía añadir que los secretos de Demi estaban estrechamente relacionados con Jamie, al grado que lo involucraban.
Después de pensarlo unos momentos, Lexi decidió contarle sobre la amenaza de Demi.

"Sr. Barrett, lo siento. Fue mí culpa que Demi se enteró de que nuestro compromiso es falso. Haré todo lo posible para apaciguarla, para que no se lo cuente a la señora Dottie".
Cuando Jamie recibió su llamada, se dio cuenta de que algo había salido mal por culpa de Demi, pero no pensó que sería por algo así.
Entrecerrando los ojos, de repente se inclinó hacia Lexi.
......
Él la miró fijamente y le preguntó midiendo sus palabras: "¿Parece que estás muy preocupada por mi familia?".
Su aliento estaba muy cerca, casi impregnando su rostro, suscitando en ella una confusa sensación.
El cuerpo de Lexi se tensó y su corazón latió más rápido.
Ya le había explicado bastante, pero ¿era sólo esto lo que llamaba su atención?
Lexi se sintió un poco avergonzada. "Por supuesto, mantendré mi promesa".
Al ver la expresión de inquietud en su rostro, la sonrisa en los ojos de Jamie se hizo más profunda.
Aunque Lexi no lo admitiera, no la creía capaz de renunciar a su sueño simplemente por una promesa.
Probablemente no se había dado cuenta de que, inadvertidamente, ella ya lo consideraba una persona importante en su corazón.
"Ring-ring"
El teléfono privado de Jamie sonó.
No mucha gente conocía este número. Por lo tanto, Jamie inmediatamente atendió la llamada sin pensarlo.
Al escuchar lo dicho en la llamada, su rostro se ensombreció.
Lexi se sintió un poco inquieta al ver su expresión cuando colgó el teléfono
"Sr. Barrett, ¿qué sucede?"
Un rastro de ira brilló en los ojos de Jamie, luego contempló a Lexi con una mirada sombría.
"Mi abuela se ha enterado de las fotos".
"¿Qué? ¿Cómo pudo Demi romper nuestro acuerdo tan rápido?"
Lexi estaba totalmente sorprendida pero a la vez furiosa. Al mismo tiempo, se sentía profundamente inquieta.
Parpadeó levemente y preguntó: "¿Qué dijo tu abuela?"
"Todavía no estoy seguro. Fue el mayordomo quien me lo ha dicho. Tengo que regresar ahora mismo".
Después de una breve pausa, Jamie la miró y preguntó: "¿Me acompañas?".
"Definitivamente."
Lexi se sintió totalmente responsable por todo esto, por lo que accedió sin dudarlo. "Más tarde, yo se lo explicaré a la señora Dottie".
Tenía que hacer todo lo posible para convencer a la señora Dottie.
Jamie la miró y dijo: "No te preocupes demasiado. La abuela no es una persona irrazonable".
Al escuchar esto, Lexi finalmente se sintió un poco más tranquila. Al menos Madam Dottie era una persona sensata y esperaría a que ellos regresaran para darle una explicación. Al menos, no se enfurecería tanto como para caer enferma.
La Mansión de la Familia Barrett estaba ubicada en la parte más lujosa del centro de la ciudad y ocupaba un terreno amplio. La mansión de estilo europeo y retro, era magnífica e imponente, como un castillo legendario pero de ensueño.
La edición limitada de Lamborghini se detuvo en la entrada principal del castillo. Inmediatamente, dos niños pequeños se adelantaron y abrieron la puerta trasera.
Cuando Lexi salió del auto, vio a un anciano vestido con uniforme de mayordomo que caminaba rápidamente hacia Jamie. Su voz estaba llena de ansiedad.
"Señor, finalmente regresó. No sé qué le dijo la señora Melina a la señora Dottie, se puso tan enojada que se desmayó hace un momento".
El rostro de Jamie se entristeció de repente. Se dirigió hacia la mansión con sus largas piernas.
Lexi lo siguió apresuradamente, su corazón latía nerviosamente.
Aunque todavía no estaba segura, presintió que Madam Dottie se había desmayado por su culpa.
En el dormitorio, además de los médicos, había varios miembros de la familia Barrett allí de pie.
Jamie entró y las personas que se habían reunido alrededor de la cama se apartaron de inmediato.
Mirando a su abuela acostada en la cama, los ojos de Jamie se oscurecieron. Le preguntó al médico con frialdad.
"¿Cómo está mi abuela en este momento?"
"Hace un momento, la señora Dottie sufrió un desequilibrio emocional, lo que provocó un aumento en su presión arterial. Sin embargo, no se preocupe. Su situación ahora es estable", respondió el médico.
Y luego agregó: "Sin embargo, el estado de salud de Madam Dottie no es del todo optimista. Es mejor que esté tranquila, en sentido emocional, en todo momento".
El ambiente alrededor de Jamie se había vuelto aún más sombrío. Se dio la vuelta y miró a su tía, Melina Andrews con frialdad.
Cada una de sus palabras sonó completamente desafiante . "Melina, ¿Quién te dio las agallas de decir tonterías delante de la abuela?"
Incluso Melina, que siempre había estado actuando como una persona altiva y poderosa, en este instante sintió una sensación de miedo desde el fondo de su corazón.
Temerosa dio un paso atrás y, de repente, vio a Lexi de pie un poco alejada de la multitud.
"¿De verdad vino Lexi? Genial", pensó.
Los ojos de Melina se iluminaron de nuevo y recuperó confianza en si misma.
"Jamie, ¿Cómo puedes decir eso? En realidad, yo no dije mucho. Las fotos de Lexi con Ronnie fueron enviadas a la mansión de forma anónima y fue la misma señora Dottie quien las vio".
Lo que ella estaba tratando de insinuar es que la señora Dottie acabaría enterándose del asunto y enfermándose de cualquier manera, y todo por culpa de Lexi.
Entonces, las otras personas en la habitación también notaron la presencia de Lexi. Sus ojos se llenaron de ira y disgusto al mirarla.
Clay Osbon, el tío de Jamie, salió de entre la multitud gritándole a Lexi.
"Lexi, ¿cómo te atreves a venir de nuevo? Solo han pasado un par de días desde tu compromiso y ahora nos has convertido en un hazmerreír. ¡Ya has traído suficiente vergüenza a la familia!"
Aunque Lexi era inocente, lo que más temía acababa de suceder.
Con su rostro ligeramente pálido explicó apresuradamente.
"Esto es solo un malentendido. No hay nada entre Ronnie y yo. Por favor, confíen en mí".
"¿Qué? ¿Y con todo lo estás negando? ¿O es que solo te avergonzarás hasta que te atrapen en el acto con él?"
Clay señaló hacia la puerta y la reprendió severamente: "Nuestra familia no te da la bienvenida. Ahora, lárgate de aquí".
Lexi se quedó allí aturdida, sintiéndose extremadamente incómoda.
Aunque estaba preocupada por Madame Dottie, probablemente ya no debía quedarse ahí.
Lexi apretó los dientes y estuvo a punto de salir alterada.
Entonces, una alta figura se paró a su lado, como un águila protegiéndola bajo sus alas.
Su voz fue fría pero autoritaria.
"En la familia Barrett, nadie tendrá el derecho de correrla".
Surgieron expresiones diferentes en los rostros de todos, pero la expresión de Clay fue especialmente furiosa.
Las palabras de Jamie no mostraron en lo absoluto ningún respeto por el tío mayor.
Aunque Clay era un anciano, su estatus  no era, propiamente hablando, tan alto como el de Jamie...
La expresión de Clay se ensombreció y preguntó con dureza: "Jamie, ella te puso los cuernos y ¿todavía la defiendes?".