Capítulo 33
1028palabras
2022-05-11 11:12
Skye:
La cena estaba yendo bien. Bebí un poco de vino para calmar mis nervios, pero me aseguré de no emborracharme. Pensé que decirle la verdad a Amy estando ebria no era una buena idea. 
“¡La cena estuvo genial! Gracias”, sonrió Amy.

"Me alegro de que te haya gustado", respondió Parker.
"Pero siento que la cena no fue en vano, y que uno de ustedes tiene algo que decirme", adivinó, mirándonos. 
Debajo de la mesa, Parker apoyó su mano en mi rodilla. Me percaté que esa era su señal para que procedamos. Así, apreté su mano, demostrando mi aprobación. 
"Bueno, la verdad es que los dos tenemos algo que decirte", empezó él.
Yo era un manojo de nervios. Respiré profundo varias veces, pensando que era el momento que lo cambiaría todo. No sabía si para bien o para mal, pero sí sabía que conllevaría un gran cambio. 
"¿Qué sucede? ¿Pasó algo malo?", preguntó Amy.

“Skye y yo estamos saliendo”, soltó Parker, sin rodeos. Tampoco esperaba que fuera tan directo. 
Amy rio: "Sí, claro, son muy graciosos. Es un buen chiste."
Ella pensó que era una broma. ¡Eso solo significaba que todo iría aún peor de lo que imaginé! 
"Amy, no estamos bromeando", le susurré. "Parker y yo hemos estado saliendo por un tiempo."

Noté como su divertida expresión se transformó en una de asombro, y luego, fue obvio que estaba enojada. 
"¿Qué? ¿Qué d*monios están diciendo?", siseó, parándose casi de un salto. 
Parker intervino con voz tranquila: "Amy, por favor, siéntate y déjanos explicártelo."
"¡No! ¿Cómo pudieron mentirme? ¿Acaso se dan cuenta lo perverso que es esto?", se quejó. Luego me miró: "Las mejores amigas no se mienten." 
Parker saltó a defenderme: "Amy, no te descargues con Skye."
"¿Y tú? ¿Cómo pudiste, Parker? No solo es mi mejor amiga, ¡sino que eres mucho mayor que ella!", bramó. 
"Amy, no fue algo que hayamos planeado. Fue espontáneo y sucedió sin más", sollocé.  
"Quiero que ambos se mantengan lejos de mí", pidió. "No puedo creer que me hayan estado mintiendo y haciendo todo eso a mis espaldas."
Entonces, corrió a la puerta. La seguí y pude alcanzarla cuando estaba a punto de marcharse. 
"Amy, por favor, ¿podemos hablar? Te pido disculpas", dije llorando. 
"¡No! No quiero hablar contigo", me respondió con tono hostil. "Me lo tendrías que haber contado desde un principio", añadió. Luego sacudió la cabeza, decepcionada. Ya no pude hablarle porque salió corriendo mientras Lewis la seguía. 
¡Mierda! ¡Desearía que al menos nos hubiese escuchado! Ni siquiera sabía qué era lo que más le molestaba: El hecho que estemos juntos, o que se lo hayamos ocultado. Sintiéndome aún peor, empecé a llorar. No esperaba que fuera bien, pero pensé que al menos nos dejaría explicarle. 
Parker corrió hacia mí y me abrazó. Entonces, apoyé mi cara en su pecho y me largué a llorar aún más. 
"Shhh, no te preocupes, cariño. Todo estará bien", me calmó mientras me acariciaba el pelo. 
Me separé de él con un movimiento brusco. 
"¡No lo sabemos, Parker! No estamos en la misma situación, porque son familia. Es más probable que te perdone, pero a mí…", espeté. No tenía intención de tratarlo mal, pero tenía demasiadas emociones a flor de piel.
Negué con la cabeza y fui a mi dormitorio. Me acosté y me cubrí con las mantas. Esperaba no haber perdido a mi mejor amiga… Me dispuse a darle algunas horas para que se calme, y luego intentaría llamarla. 
Escuché la puerta de mi habitación abrirse, seguido de unos pasos dirigiéndose hacia la cama. Las sábanas se levantaron al momento siguiente, y Parker se deslizó a mi lado. 
"Discúlpame, por haberte gritado hace un momento", susurré acariciándole la mejilla. 
“No te disculpes. Lo entiendo”, respondió. "Dale un poco tiempo a Amy para que se calme. Creo que estará dispuesta a escucharnos." 
“Parker, no quiero perderla”, sollocé. "Pero tampoco quiero perderte."
A esas alturas, no sabía si era posible tener a ambos en mi vida. Sin embargo, si tenía que elegir, sería a Amy. 
“No te dejaré, hermosa, lo prometo”, aseguró, acariciándome también. 
Me quedé en silencio, acurrucándome con él. Parker me abrazó y me dejó llorar, entendiendo que necesitaba sacarme ese peso de encima. 
***
Habían pasado algunas horas desde que Amy se marchó. Intenté llamarla y también escribirle, pero no obtuve respuesta. No solo no había contestado, sino que rechazó mis llamadas; y leyó los mensajes, pero no respondió.  Parker también lo intentó, y obtuvo el mismo resultado. Decidí enviar un último mensaje: 
[Amy, lo siento. Mis disculpas son sinceras. Juro que no planeamos que esto sucediera, y es reciente. Lamento habértelo ocultado, no quisimos mentirte. No quiero perderte, y si eso significa terminar con Parker, lo haré. Por favor, cuando estés lista, llámame. Lo último quiero es lastimarte. Te amo, y necesito a mi mejor amiga. ¿Por favor, puedes perdonarme?]
Lo envié y dejé mi teléfono a un lado.
"¿Cómo estás, cariño?", me preguntó Parker.
"No sé", respondí. "Tengo la esperanza de que me llame mañana."
"Sí, yo igual", respondió con tristeza.
Sabía que él también debía estar pasándola mal. Parker y Amy siempre fueron cercanos, y no recordaba haberlos visto discutir. Al menos no así…  
"Lo sé, lo resolveremos. Solo que ahora estoy cansada. ¿Podemos ir a dormir?", le pregunté. 
"Claro, hermosa, y si tenemos un poco de suerte, mañana será un buen día." Recé para que tenga razón. 
Nos levantamos del sofá y nos dirigimos a su dormitorio, preparándonos para ir a la cama. Solo quería dormirme y olvidarme todo lo que pasó, aunque sea por unas pocas horas.
Me metí en la cama y él se unió unos momentos después. Me besó la frente y aseguró: "Mañana será un nuevo día, amor mío."
“Sí, lo será.”
Sabía que ambos teníamos esperanza, pero de ahí a que los resultados fueran lo que esperábamos, era una historia diferente. Solo sabía una cosa: Haría lo necesario para no perder a mi mejor amiga. 
"Buenas noches, nena."
"Buenas noches, guapo."
Nos dimos un beso de buenas noches, apagamos la luz y nos abrazamos, dejando que el sueño se apodere de nosotros. Esperamos tener un poco más de suerte al día siguiente…