Capítulo 37
2598palabras
2022-06-21 02:19
LAN
A
Por fin había llegado el día de unir nuestras vidas, estaba tan feliz por mi matrimonio con Jhin, hemo pasado mil dificultades y nuestro amor ha sido aún más fuerte.

Me miro al espejo y como al comienzo de mi historia con Jhin, esta vez puedo decir que me encantan mis curvas, él me ha hecho sentir que soy hermosa como soy, y aunque he mejorado con el tiempo estoy segura de que él me hubiera querido en cualquiera de mis formas, lo nuestro es química, es alquimia, es mas allá de lo que los ojos pueden ver, el físico es importante, pero sentir más allá del gusto, esa pasión y esa necesidad de tener nuestros cuerpos entrelazados hace que haber nacido en otras generaciones haya sido nuestro mejor aliado, estoy segura de que hubiera conocido a Jhin de mi misma edad, la situación seria diferente, su amor es inocente y puro y aunque suena egoísta, lo quiero solo para mí.
-Mama ¿estas lista? - escucho a Eithan, entrando a mi cuarto
-Si, dime hijo ¿ya está la diseñadora aquí? - le respondo
-Efectivamente la mujer ya llego, baja, yo cuido a Tomas, tomate tu tiempo, quedan pocas horas, yo me encargo de vestir al pequeño.
-Gracias hijo, estoy muy nerviosa
-No lo estes madre, eres hermosa y mereces ser feliz- me dice Eithan repitiendo el beso anterior en mi mejilla

Salgo muy feliz a la sala de estar y efectivamente allí estaban, el grupo de maquilladores y estilistas que Susan había contratado para mí, muy exagerado para mi gusto, pero lo valía, no me lo podía negar.
-Bueno chicas, aquí viene la homenajeada, manos a la obra- dice una mujer vestida muy elegante y dando órdenes a quienes seria sus subordinadas, unas chicas más jóvenes pero iguales de elegantes.
-Un gusto Lana, me llamo Regina, ellas son Luz y Sandra, estarán disponibles para usted, haremos que quede una reina para el mejor día de su vida, por favor póngase cómoda- Dice ella con altiveza y elegancia
- ¡eh! Claro, gracias, pues estoy en sus manos.

Me senté felizmente en una de las cómodas sillas de mi sala, ellas empezaron a sacar lo que parecía una guarnición de maquillaje, esmaltes, máquinas y muchas cosas más que en mi vida había visto y yo solía arreglarme, pero no tanto.
Empezaron por hacerme masajes relajantes en mi rostro manos y cabello, después de “tener lista mi piel”, cada una de ella se encargó de una parte de mi cuerpo, una tomo mis pies, otra mis manos y finalmente Regina se encargó del maquillaje y mi cabello.
Aunque era un poco incómodo para mi tener muchas manos sobre mí, también era placentero que ellas me estuvieran arreglando para la noche de mi vida con el hombre que amaba y deseaba, mientras ellas hacían maravillas conmigo, yo solo pude cerrar mis ojos y dejarme llevar por el momento, mientras ellas hacían arte yo imaginaba arte, solo veía en mis pensamientos a ese hombre recorrer mi cuerpo, la forma en que sus besos me invadían cada parte de mi ser, y la felicidad no solo sexual que el me causaba sino la infinidad de sentimientos que rodeaban mi corazón cada vez que pensaba en él, y la sola idea de casarme y sentir sus besos todas las noches en mi cara me hacía sentir la mujer más feliz del mundo.
No se cuánto tiempo paso cuando escuche la voz de Regina
-Listo, gran trabajo mis niñas, la reina esta lista
Las tres se ponen frente a mí y ella me acerca a un espejo gigante que hay en mi sala, me miro en el y no puedo creer lo que veo, estoy hermosa, mi maquillaje esta reluciente hace ver mis ojos en forma de ojos de un gato con unos tonos pastel en las sombras, mis mejillas brillan naturalmente, y mis labios rojos me hacen ver más blanca y atractiva, mi cabello brilla y cae en ondas sobre mis hombros de una manera sexy, me siento espectacular, mis manos y mis pies parecen de una modelo.
-Gracias chicas, excelente su trabajo- les digo a las tres con una sonrisa en la boca
-Bueno, ahora vamos a poner el vestido sin arruinar el maquillaje- dice Regina
Me toman entre las tres y me desnudan totalmente, sin importar que expongan todo mi cuerpo al aire, empiezan a ponerme la íntima ropa interior que había escogido para esa ocasión y mi hermoso vestido posado sobre mí.
Me volví a mirar en el espejo y no podía creer lo que estaba viendo, era yo a mis treinta y muchos años siendo hermosa y amada y es que el amor le devuelve la vida al ser humano, la buena energía hace que uno se vea reluciente, y eso era lo que Jhin definitivamente me transmitía.
Llegan mi madre y Susan a la casa, me miran de arriba abajo, mi madre no puede evitar las ganas de llorar, entre las dos me abrazan.
-Hija estas hermosa me siento muy feliz por ti- dice mi madre sollozando
-Gracias mama, pero no llores hoy es un día muy feliz.
-Mami, que linda- escucho una vocecita que venía de las escaleras
Y allí estaban mis otros dos amores Eithan y Tomas, luciendo unos esmóquines azules y corbatín, ambos tenían el mismo diseño de vestido, se veían divinos.
Mis amores, todos están hermosos- les digo mirando a mis cuatro amores, mientras nos alistábamos para ir a la iglesia a celebrar mi matrimonio.
Nos fuimos todos en mi auto que estaba decorado con cintas blancas y flores, allí en la iglesia nos estarían esperando todos los invitados y por su puesto Jhin.
Cuando llegamos a la iglesia efectivamente todo estaba listo, todos los invitados nos estaban esperando sentados en las bancas del lugar, mirándome llegar, como mi hijo me llevaba entre sus brazos para entregarme a mi gran amor.
Mientras iba camino al altar, ver la cara del hombre que amaba esperándome era realmente hermoso, estaba vestido con un hermoso vestido negro y corbata azul, sus ojos estaban más brillantes hoy y su cabello era impecable, Jhin era realmente atractivo, alto, cada vez estaba más fornido a medida que pasaban los años su madurez lo hacía ver más sexy, y despertaba cualquier tipo de lujuria y ni que hablar de su deliciosa forma de ser y de amar, por fin íbamos a estar juntos por siempre.
Después de la danza nupcial, mi hijo me entrega a Jhin.
-Jhin aquí está mi madre, es lo más hermoso que tenemos, cuídala, y sobre todo amala y respétala siempre- Dice Eithan seriamente entregando mi mano
-Así será Eithan, juro que la amare hasta que la muerte nos separe
La ceremonia empezó perfecta, habían pocos invitados, pero estaban los adecuados, inclusive también estaba la familia de Jhin , que finalmente se habían resignado a que su hijo estuviera conmigo a pesar de la diferencia de edad, y eso me hacía feliz, porque a el lo hacía feliz, así que, mi esposo merecía estar bien.
El padre me mira
-Lana Hips, ¿acepta a Jhin Vernacci como su esposo hasta que la muerte los separe?
-Si, padre si acepto
-Jhin Vernacci, ¿acepta a Lana Hips como su esposa hasta que la muerte los separe?
-Si padre por supuesto y hasta la eternidad- Dice Jhin mirándome feliz
-Entonces los declaro marido y mujer, puede besar la novia- dice el padre sellando nuestro lazo de amor
Jhin me besa tiernamente y me abraza como si no me hubiera visto hace mucho tiempo, mis lagrimas caen de felicidad y correspondo su gesto de amor.
Todos atrás nuestro empiezan a aplaudir y a felicitarnos, mientras salíamos de la iglesia directo a la celebración, todos nos daban abrazos, nos tiraban arroz, y gritaban que vivan los novios. Tomas siempre fue de nuestro lado tomado de la mano de Jhin y de la mía en medio de los dos, mi familia por fin estaba completa.
Salimos directo hacia el salón que habíamos reservado para la celebración, todo estaba precioso según lo planeado.
-Lana, amiga te felicito- se acerca Roberta dándome un fuerte abrazo, por fin mereces ser feliz mi amiga, espero que todo esto no se opaque por nada ni nadie.
-eso espero querida amiga- le respondo sonriendo entre dientes, yo sabia a que se refería ella.
-Silencio por favor- nos interrumpe mi padrino de bodas, Reggins como siempre inoportuno
-Quiero hacer un brindis por esta hermosa pareja, por mi suegra Lana, y mi querido amigo Jhin, todos los aquí presentes saben su historia, pero ahora han decidido unir sus vidas para ser felices, SALUD- dice Reggins levantando su copa de champan
-SALUD, celebran todos los invitados
Mi esposo se acerca a mi y me besa, me abraza y me consiente, sus manos rodean mi cintura
-Lana, te amo tanto, gracias por unir tu vida con la mía, nunca te quiero perder- Me dice Jhin mientras besa mi mejilla, haciéndome sonrojar de la emoción
-Yo también te amo mi amor, y estaré para ti siempre, eres el hombre de mi vida- le respondo mirándole a los ojos mientras toco su joven y guapo rostro
Todos nuestros invitados comían, y bailaban, mis hijos y mi madre estaban muy felices, ya habíamos quedado en que entre Susan Tomas y madre cuidarían de Tomas mientras yo tenía mi luna de miel con Jhin.
Se llego la hora de tirar el ramo, todas las mujeres estaban emocionadas, me vendaron los ojos y sin mas lance el ramo hacia atrás, escucho los gritos de todas emocionadas, pero no pude evitar reconocer la voz de mi hija gritando
-ES MIO ES MIO- mientras miraba a Reggins, y el responde y tu eres mía pequeña, le guiña un ojo
Todos sonreímos, tanta felicidad no podía ser tan perfecta, después de tanto tiempo de tormenta por fin la calma, éramos totalmente felices con mi amado esposo y mi familia.
Mi amado esposo me toma del brazo y le guía un ojo a Susan, es señal de que nos vamos a nuestra luna de miel, abrazamos y llenamos de besos a Tomas, mi hija se lo lleva a darle un pastel para entretenerlo mientras nos vamos, solo nos tomaremos unos pocos días solos para no estar lejos de él.
Habíamos planeado ir de luna de miel a Cancún, Latinoamérica siempre ha sido un destino turístico hermoso y mi amado era un fiel amante a México así que era un largo viaje, pero primero el me tenía preparada una sorpresa.
Me llevo a un hermoso y lujoso hotel de la ciudad donde había reservado una suite, cuando entramos estaba toda llena de pétalos y rosas por do quier, la habitación estaba inundada en rosas y olía delicioso, había globos con letreros de te amo, y un delicioso jacuzzy con una champaña y una bandeja llena de mis frutas favoritas.
Entramos a la habitación , Jhin se puso detrás de mí y suavemente bajo la cremallera de mi vestido dejándolo caer a mis pies, luego me da vuelta hacia el , me mira en mi delicada lencería, y me empieza a besar suavemente el cuello, luego se posa en mis labios y me besa fuertemente, mientras lo hacia , sus manos fueron quitándome delicadamente cada una de mis prendas interiores quedándome solamente el liguero, me presiono contra la pared y cada uno de mis pedazos fue recorrido por su lengua y sus labios.
Jhin se quito el traje como pudo dejándolo caer al suelo sin permitirme tocarlo, solo me quería ver ahí con los brazos arriba mostrándome toda a él, yo estaba mojada y mi flor se lo demostraba, suavemente metió sus dedos dentro de mi haciéndome chillar de placer mientras nos besamos profundamente, me tiro a un sillón que había en el cuarto y sin mediar palabra entro en mí, dándome todo de él, cabalgando sobre mí con suaves movimientos de adentro hacia afuera, una y otra vez, yo solo pude cerrar mis ojos y me deje ir, cuando el sabía que iba a llegar al placer, salió de mí , se agacho y puso su boca en mi flor succionando todos mis jugos, yo solamente pude gritar. ¡pero que placer!, mi hombre es maravilloso.
Después de absorber todo mi jugo, mi esposo me coge por las caderas y me pone sobre el sillón, me abre las piernas y nuevamente está dentro de mí, mis manos apretaban el espaldar, mientras sentía que el me penetraba con tanta fuerza, supe que había llegado al placer cuando lo escuché gemir como nunca, dejándose caer sobre mí, no sin darme un beso apasionado en mi espalda.
-Mi amor, me encantas, estoy tan feliz de que seas mi esposa- Dice Jhin mientras acaricia mi espalda
-Y yo tan feliz de que seas mi esposo Jhin Vernacci, te amo.
Salimos hacia el jacuzzi para relajarnos, mientras estuvimos allí, nos dimos muchos besos, mientras saboreamos la champaña y las frutas que había para nosotros, y por su puesto hicimos el amor unas veces más, hasta el amanecer.
Nuestro avión se iba en pocas horas, ya teníamos todo listo en nuestro carro, así que salimos directo al aeropuerto.
Durante el vuelo descansamos, dormimos uno junto al otro, es increíble que aun exista gente que nos mire por nuestra diferencia de edad, aunque eso me complace, siento que las mujeres mayores me envidian al tener un hombre como Jhin a mi lado.
Llegamos a ese paraíso llamado Cancún, realmente el mar era hermoso, habíamos alquilado una habitación en un lujoso hotel cerca a la playa, habíamos decidido solo estar tres días allí, por nuestro hijo, pero necesitábamos ese tiempo a solas.
Desde el momento que llegamos nos pusimos cómodos para recorrer la ciudad y todo su turismo, era un viaje soñado para cualquier pareja.
Decidimos ir a una laguna allí, donde emprendimos un viaje en una pequeña lancha, perdidos en medio del agua mientras mi cabello bailaba al movimiento del viento, el me miraba y me decía lo mucho que me amaba y lo agradecido que estaba con la vida por haberme conocido y yo igual, nos tomamos una foto preciosa en esa pequeña embarcación, donde se nos veía tan felices.
¿Qué podía pasar?, si lo teníamos todo para vivir eternamente felices, hasta que la muerte nos separe.
Pasamos los siguientes dos días llenándonos de amor, viendo el paisaje que estas hermosas playas nos ofrecían, y es que parecía que el universo se hubiera puesto de acuerdo para habernos preparado tan preciado espectáculo, la tarde antes de irnos nos acostamos en una playa, de la rivera maya , mientras Jhin me llenaba de besos una imagen en mi vino a mi como si fuera un presagio o un espejismo, me vi yéndome por esa hermosa luz que nos daba el sol, Sali de mi cuerpo y me vi acostada allí con Jhin haciéndome feliz, mientras me despedía de nosotros, no entendía en que especie de trance estaba , no entendía porque me veía así misma, estaba realmente feliz…
-amor, Lana ¿estas bien? - me pregunta Jhin sacándome de aquello
-Si, cielo, si, perdón me distraje un poco, este paraíso hace que uno se pierda en sus pensamientos.
-Tienes razón mi reina, pero debemos volver a la realidad muero por ver a nuestro hijo.
-Igual yo, ya va siendo hora de volver al aeropuerto
De vuelta a casa, me quede pensando en esa imagen, ¿será un presagio? ¿una visión? O simplemente mi imaginación, no quiero arruinar el momento, pero de repente entro un temor en mí, de irme y dejar a mi familia.