Capítulo 36
2708palabras
2022-06-20 15:23
Decido volver a casa y dejar que Jhin vaya al hospital con Reggins, no he descansado bien y aún hay preparativos pendientes para la boda, aunque tengo un sin sabor por la verdad, me he propuesto que no voy a dejar dañar uno de los momentos más importantes en mi vida, me voy a casar con el amor de mi vida y aunque es muchos años menor que yo, para nosotros eso no ha sido importante, el amor siempre ha primado, a pesar de que tuvo sus inseguridades al comienzo de la relación, fue entendible por el chantaje de sus padres, en especial la manipulación de su madre, Jhin ahora ha madurado mucho más y se ha convertido en todo un hombre y un excelente padre de Tomas.
Llego a casa hago un par de llamadas, comparto con mis hijos una deliciosa cena, Jhin aún está tomándose unos exámenes de rutina, y tarda en volver así que no cenaremos con él, faltan dos días para mi matrimonio, habíamos quedado en que hasta el día de la boda volveríamos a consumar nuestro amor, pero la verdad estoy sedienta de Jhin, de tocarlo, de sentir su olor, sus besos, su aroma, su lengua…
Así que decido jugar mucho tiempo con Tomas, para que cuando llegue Jhin comparta unos momentos con él y se duerma rápido esta noche quiero a mi hombre al lado.

Pasan varias horas, ya me estaba preocupando por él, ya había caído la noche y mi futuro esposo no me contestaba las llamadas y tampoco llegaba a la casa estaba aterrada de que le hubiera podido pasar algo, sería terrible, inclusive Tomas ya se cansó de esperarlo también y se acostó a dormir, esta noche dormirá en su cuarto, yo quiero intimidad con Jhin esta noche, pero no llega y eso me angustia.
Decido llamar a Reggins, quiero saber si esta con Jhin, o sabe su paradero cuando estoy iniciando la llamada, escucho en la puerta unos músicos tocando música mexicana.
Me asomo a la ventana y ahí esta el amor de mi vida delante de un grupo de “mariachis” una docena de ellos tocando una hermosa canción que habla de una señora bonita, supongo que habla de mí, salgo corriendo y abrazo a mi amor.
-Pero que es todo esto Jhin, que linda sorpresa- le digo muy emocionada, en mi vida nunca me habían regalado una serenata
-Es solo un pequeño detalle para mi futura esposa, que merece esto, el cielo, el universo entero por ser tan bella- Dice Jhin entregándome un ramo de rosas enormes y abrazándome muy fuerte.
Detrás mío salían las mujeres de la casa y Eithan, todos sonriendo pues no era muy popular escuchar mariachis por esta zona, a mi en lo personal me parecía un detalle muy hermoso.

-Ay pero que chulada, vamos a cantarle a la mujer mas bonita de la región y toquen mujeres divinas mis mariachis- Dice el cantante con su acento mexicano y encantador.
Hicimos entrar a casa a los mariachis a continuar con la serenata, mi madre nos dio vino para amenizar la noche, pero no es el licor más adecuado para la ocasión, pero no teníamos tequila, así que mi familia, mi futuro esposo y yo disfrutamos de los mariachis con una deliciosa copa.
Después de que cantaron unas 8 canciones hermosas y nos acompañaron, los mariachis se fueron, mi madre y mis hijos decidieron descansar, Tomas ya llevaba tiempo durmiendo así que ahí estábamos, solamente Jhin y yo, mirándonos a los ojos, el vino parecía haber hecho efecto en los dos, estábamos empezando a ruborizarnos por el trago, yo estaba en mi punto, y en mi punto hablaba de deseo desorbitante gracias a la desinhibición que el vino me daba
Jhin empezó a besarme en la sala de la casa, metiendo su lengua muy profundo en mi , recorriendo mi boca, chupando mis labios y abrazándome junto a el, la tensión estaba subiendo y el calor que los dos brotábamos era más evidente, yo también lo besaba al mismo ritmo, siempre correspondiendo cada uno de sus besos, comiendo su labio inferior, chupando su deliciosa lengua que sabia a vino, mientras que con mi mano lo tocaba, lo admiraba, lo sentía, baje mi mano hasta su pantalón y me di cuenta que estaba totalmente erecto y listo para el placer, así como lo estaba yo, me boto al sofá de la sala y empezó a comerme los senos así como lo hizo la primera vez , en la misma posición y en el mismo lugar, sacando cada uno de ellos suavemente, empezando primero por uno y luego por el otro llevándolos a su boca de tal manera que se la llenaba como si fueran un manjar, por le nacimiento de Tomas aun conservaba un poco de leche en ellos y el la disfrutaba como si estuviera succionando un licor de dioses, no paraba de hacerlo y eso sí que me volvía loca.

Antes de que siguiera lo interrumpí, era mejor irnos al cuarto, aquí cualquiera podría vernos y no quería que nos dañaran la velada.
-Mi amor para un poco vamos al cuarto, no quiero que nadie nos interrumpa – le digo mientras jadeo a punto de llegar al éxtasis
-Si mi rica, estaba pensando lo mismo, mamacita te deseo y quiero estar dentro de ti- me dice Jhin mirándome con ojos de lujuria
Seguimos besándonos mientras vamos subiendo las escaleras, empieza a meter sus manos por debajo de mi pantalón llegando directamente a mi clítoris, haciéndome chillar de placer, no se cuánto tiempo le iba a soportar si seguíamos en este ritmo, creo que nada porque prácticamente mi orgasmo estaba a punto de llegar con sus besos, poco a poco fuimos subiendo las escaleras y los besos eran más profundos, me lamia toda la cara, se sentía su desespero por poseerme y yo a él.
Llegamos al cuarto y me boto a la cama, pero paro de hacerlo tan rápido porque sabía que era poco lo que íbamos a poder disfrutar antes de llegar al éxtasis, así que suavemente empezó a quitarme la ropa, empezó por los zapatos, dejando mis pies desnudos , besando cada uno de mis dedos y la planta de mí, causándome un poco de cosquillas pero las disfrutaba porque tenía total excitación , después de devorarme los pies, bajo mi pantalón suavemente, y con sus dientes desgarro mis panties, bajándolos por mis piernas, después de quitármelos se los paso por su cara, oliéndolos y lamiéndolos, disfrutando de todo el placer que esto le daba, lentamente me beso las piernas y las abrió hasta dejar mi flor expuesta que hasta ese momento le faltaba muy poco por explotar, empezó con un dedo a sobarla suavemente, luego se lamia ese mismo dedo y lo volvía a poner de nuevo y me volvía a masajear
-Que deliciosa eres Lana- Dice Jhin con un gemido ahogado
No me di cuenta cuando metió su cabeza en medio de mis piernas, haciendo lo que mejor sabe hacer en el amor, un delicioso sexo oral, abriendo mis grandes labios y poniendo su húmeda lengua en medio dando movimientos circulares, y luego de adentro hacia afuera como si me estuviera penetrando con ella, yo solamente pude abrir más mis piernas y las levante poniéndolas sobre sus hombros dándole paso a una posición más profunda, su boca comía mi flor y sus dedos me penetraban al mismo tiempo.
Su boca se concentró en mi clítoris y sus dedos en mi flor, cuando menos pensé, estaba explotando en su boca, agarrando fuertemente su cabeza hacia mi entrepierna, haciendo que el se comiera todo de mí, todos mis deliciosos jugos, caí rendida a sus pies, luego de haberse bebido todo de mi se acerca a mi boca y empieza a besarme dulcemente, su boca sabia delicioso, sabia a mí, a mis jugos y que bien sabia, el tenía un tacto perfecto para complacerme , quise devolverle el favor, pero el no quiso, solo quería estar dentro de mí, así que abrí mis piernas fuertemente y su duro miembro se internó en mí, haciéndome gritar de placer , rodeándome con sus fuertes brazos empezó a penetrarme una y otra y otra vez, unas más rápidas, otras más despacio cuando sentías que iba a llegar el momento de explotar.
Salió de mí y me dio la vuelta poniendo en cuatro, abrió mis piernas y nuevamente poso su lengua dentro de mi flor, no le importo que el ya hubiera estado dentro de mí, así que el carnaval de sabores en ese momento era delicioso, yo solo podía apretar la almohada de placer, después de chuparme todo, me penetro y como si no hubiera un mañana sus empotradas me hacía gritar, en ese posición podía sentirlo muy bien así que yo estaba dichosa por el placer, después de no se cuánto grito de placer había llegado al orgasmo de nuevo y el detrás mi soltó un ahogado gemido, que me confirmaba que al igual que yo había disfrutado del momento, se posó sobre mi espalda y poco a poco se dejó caer al lado mío.
Los dos acostados en la cama, las únicas palabras que podíamos decirnos era te amo, no queríamos hablar de nada más, estábamos abrazados en la cama, abrazados haciéndonos el amor, en ese momento en tiempo se detuvo, solamente estábamos el y yo, haciendo el amor de diferentes formas, dejándonos llevar por el placer, por el amor, por la lujuria, hicimos el amor unas cinco veces más durante la noche, las palabras sobraron, no hubo tiempo para hablar de sus despedida, y yo tampoco quería saber más, ya se encargarían de eso en la delegación
Esa noche yo estaba insaciable necesitando su amor, su miembro, así que era la última noche que tendríamos como novios, ya que finalmente seriamos marido y mujer.
Entra el sol por nuestra ventana y abro un ojo y veo que a mi lado esta Jhin mirándome detenidamente, como si estuviera viendo un ángel
-Oye pero que haces ahí viéndome roncar, que vergüenza Jhin, no me he lavado la boca- le dije bromeando
-Eres tan hermosa y te deseo tanto, quiero pasar todas las noches de mi vida a tu lado y tener más hijos contigo. Te amo tanto. - dice Jhin mirándome embelesado
-Tan hermoso mi amor, yo también quiero estar contigo por el resto de mi vida, amarte por siempre y si porque no tener otro hijo.
-¿Lana mi amor tú te estas cuidando para no tener más hijos?- pregunta Jhin mirándome tiernamente
-eh, este ahora que lo mencionas, no pues es que yo tuve a Tomas y como estaba soltera, no pensé que volvieras, este no, aun no estoy planificando.
- ¿Porque no has quedado embarazada si ya llevamos mucho tiempo juntos de nuevo?
-No sé, puede ser el estrés, no lo sé, tal vez la edad, no lo sé mi amor, tendríamos que ir al doctor y ver que pasa, lo haremos la próxima semana o cuando tú quieras. -Le dije sorprendida
-Si mi amor, porque la verdad quiero que mi Tomas tenga un hermanito o hermanita menor con quien jugar, sus otros hermanos ya están muy grandes y el necesita quien lo acompañe
-Sonrió, y entre mi pienso, será lo correcto tener otro hijo más, no se esto cuánto durará con Jhin, Tomas me tomo de sorpresa, pero ya tener otro hijo planeado cambia la situación – si mi amor ya veremos le digo saliendo de mis pensamientos.
Escuchamos unos fuertes golpes en la puerta, ya sabíamos quien había venido a buscarnos, perfecta interrupción, ya no quería hablar más del tema con Jhin
-Papii, mamiii, dice Tomas dando saltos hasta la cama, estábamos desnudos, así que nos envolvimos en la sabana, mientras salgo de la cama.
Saludamos con mucho amor a nuestro hijo y le pido que salga mientras sus papis se duchan.
Tomas sale en busca de la ama de llaves para que le de algo de comer mientras desayunamos, y ahí estamos de nuevo, Jhin y yo, pero en el balo, debajo del agua caliente.
El empieza a masajearme con el jabón, con la excusa de que quiere bañarme bien. empieza a bañarme mis senos, él sabe que perfectamente es mi punto débil, también le baño su delicioso miembro, el que masajeo con jabón, y después de lavarlo demasiado noto su gran erección y decido devolver el regalo de la noche anterior, así que me pongo de rodillas en la bañera y empiezo a chuparlo como si fuera un dulce mientras que con mi otra mano le doy un masaje.
De arriba hacia abajo, dejando expuesta la punta de su miembro, la que saboree como si fuera un dulce, pase mi lengua por todo su miembro, abriéndole un poco más las piernas, metiéndome debajo del hasta llegar en medio de sus nalgas, dándole un saboreo a su adorado agujero haciendo que mi hombre sin remedio explotara de una vez llenando todo mi rostro de su delicioso líquido seminal. Subí hacia su rostro que estaba agitado y lleno de placer
-Pero que me has hecho mi amor, me diste mucho placer- me dice Jhin mirándome extasiado
-Exactamente devolviendo lo que tú me das, placer.
Nos besamos de nuevo nuestras lenguas hacían su trabajo y sentí nuevamente su miembro muy duro, me da la vuelta me pone sobre la pared, levanta mi cola y ahí estaba nuevamente su miembro dentro de mí, solo pude pasar las manos por la pared mientras por dentro ahogaba mis gemidos, todo el mundo estaba despierto, así que… finalmente terminamos nuestra ducha bañados del jugo de cada uno.
Bajamos a desayunar con toda la familia, era notable la felicidad que había entre los dos, nuestro hijo era el más feliz también de vernos juntos, así que decidimos pasar nuestro último día de novios con él, salimos de paseo a la ciudad, y al caer la noche volvimos a casa, llenos de amor, pero esa noche solamente íbamos a dormir, nos esperaba un día muy largo y había que levantarse temprano.
Decidimos dormir con Tomas esa noche, mi cara era gigante, nuestro hijo durmió en medio de los dos poniendo cada una de sus manitas en uno de nosotros, pero yo no podía conciliar el sueño, estaba demasiado ansiosa, me dolía el estómago, estaba cansada, tenía nauseas, mareo, las ansias del matrimonio me tenían desesperada , así fueron pasando las horas y era imposible dormir, ya cuando sentí que iba a amanecer me estaba cogiendo el sueño, cuando sonó la alarma de Jhin , pero él ya estaba despierto.
-Es hoy, llego el día de unir mi vida con mi amor, despierten amores- Dice Jhin emocionado.
-Jhin son las cinco de la mañana, la boda es a las seis de la tarde, déjame dormir no he podido dormir bien- le digo refunfuñando
-No seas perezosa levántate y ponte bella, hoy serás mi esposa- se abalanza a mí y me llena de besos.
Estuvimos en la cama como por una hora más, y se levantó se ducho rápidamente y se fue, el tenía programado arreglarse en casa de sus padres, así que tenia yo otro par de horas para dormir, pero ya no pude.
Cuando Sali de mi cuarto mi casa era un solo desorden, mi madre y mi hija corrían de un lado para otro, ellas estaban a cargo de la boda, aunque ya todo estaba listo y programado querían dejar todo arreglado para cuando volviéramos de la celebración.
Eithan era el mas tranquilo de todos, aun estaba en pijama y no había hecho nada.
Me da un beso y un abrazo
-Mama, yo se que soy muy apartado de ti, pero me alegra que seas feliz con Jhin ahora, por fin se llegó el día de que tengas todo lo que mereces, te amo.
Las palabras de mi hijo me llegaron al alma, el salió hacia su cuarto me dejo en el pasillo con Tomas, por poco nublo mis ojos en lágrimas, pero hoy era un día muy feliz.
Así que decido desayunar con Tomas, después nos duchamos, no demoraba en llegar la diseñadora de modas con el vestido escogido, y la maquilladora, Susan se había encargado de todo, así que todo era más que perfecto.