Capítulo 27
2408palabras
2022-06-12 11:55
Esa noche decidí dormir en casa, necesitaba arreglarme y llevar unas cosas para Tomas, mi hija se quedó esa noche con él, ya contaban con protección de seguridad, así que me iba un poco más tranquila a descansar toda esta situación me tenía agotada.
Al día siguiente mi hijo Eithan decidió acompañarme al hospital, al llegar vimos cómo estaba lleno de policías, pensé que le había pasado algo a mis otros hijos, así que salí corriendo a mirar que pasaba.
-Que está pasando por favor, le pregunte a un policía que estaba allí.
-Señora es información confidencial, siga su camino- me respondió sin tan siquiera mirarme
Salimos corriendo con Eithan hacia el cuarto de Tomas, y allí estaba un espectáculo que para mi parecer era demasiado exagerado para la situación, había alrededor de unos diez policías esposando a Jhin, y al lado de ellos estaba Lili.
-Que está pasando, pregunte
-Querida Lana, muchas gracias por habernos traído a Jhin, ahora el homicidio de mi Jonás no va a quedar impune- me mira Lili con maldad en sus ojos
-Yo no te traje a nadie, el llego solo, que te está pasando, pero ¿Por qué se lo llevan?, están seguros de que él tuvo algo que ver con la muerte de Jonás, ¿hay pruebas? - dije gritando angustiada
-Que más pruebas quieres Lana, él fue el que envió todos los mensajes amenazando a Jonás, y el salió justo al mismo tiempo que el de tu casa el día en que el desapareció, no te parece muy sospechoso, porque para la policía está más que claro, además no tenía porque irse del pais, sabiendo que sobre el caía una sospecha, no creo que sea necesario detallar nada más, llévenselo- Dijo dando órdenes como si fuera la encargada de la policía en ese momento.
-¡Jhin!, hare lo posible por que investiguen todo esto te lo prometo- Le dije a Jhin mirándolo mientras se lo llevaban esposado, él no decía ni media palabra, se notaba su cara de tristeza y dolor.
Salieron todos los policías con Jhin esposado, peor que si fuera el peor de los delincuentes, sentí una inmensa tristeza por él, porque tal vez por mi culpa el estaba atravesando por todo esto, pero si tenía que ver con la muerte de Jonás, lo justo era que se hiciera cargo de eso y pagara por su crimen, pero en el fondo yo sabía que él era inocente, y lo tenía que demostrar , solo necesitábamos saber quién había asesinado a Jonás, y el único y más importante sospechoso era Jhin, ahora las cosas estaban peor con su regreso.
Entramos al cuarto, estaba Susana consintiendo a Tomas, que ya estaba mucho mejor y ni por enterado se daba de lo que estaba sucediendo afuera con su padre, los abracé tan fuerte, y me puse a llorar como bien lo sabía hacer, los últimos dos años de mi vida no había hecho más que eso, solo llorar.
Ahora tenía que hacerme cargo de la salida de Tomas del hospital, ya estaba mejor de salud y debía volver con mis hijos a casa, pero me preocupaba la situación con Jhin y más ahora que no tenía a nadie en este pais que lo ayudara, sus amigos habían tomado rumbos diferentes y su única familia estaba fuera del pais, solamente me tenía a mí, y yo no sabía que hacer.
Yo aun amaba a Jhin con todo mi corazón y de eso me di cuenta en el momento en que lo volví a ver, pero tenía un dilema en la cabeza, porque no estaba segura si él era inocente o si era culpable de todo lo que lo estaban acusando, la única forma de saberlo era averiguarlo.
Me aseguré de que mis hijos quedaran bien en mi casa, Tomas contaba con los cuidados de mi madre y eso estaba bien, así que decidí ir a buscar a Jhin a la delegación.
Cuando allí llegue le pregunte a un inspector por él, y me dijo que estaba detenido que solamente un abogado podría hablar con él, así que no tuve la oportunidad de verlo, pero me asegure de que fuera mi abogado de confianza y el me ayudo a tener contacto con Jhin en ese momento, me concedieron treinta minutos para hablar con él, para mí eso era más que suficiente para saber que estaba pasando.
Cuando me llevaron a su celda, lo vi allí con sus manos en la cabeza y su cara empapada en llanto, se notaba que estaba muy mal.
-Lana, ¿qué haces aquí? - me dijo secándose las lágrimas y brotando una hermosa sonrisa de su boca
-Vine porque quiero hablar contigo, que me digas toda la verdad de las cosas, eres el padre de Tomas y yo… yo, yo solo quiero que estes bien, y quiero saber si te puedo ayudar. -Le dije mirándolo a los ojos
-Eres una mujer buena lana, a pesar de todo el daño que les hice aquí estas dándome apoyo incondicional como siempre, te amo tanto, me arrepiento mucho de no haber luchado por ti y por mi hijo.
-Eso ya no importa Jhin, aquí lo único importante es que me digas la verdad y así ver si te puedo ayudar, sé que tu familia no esta
-Tampoco quiero que sepan nada- me interrumpe.
-Está bien, tenemos muy poco tiempo, dime por favor ¿asesinaste a Jonás?
-No Lana, por supuesto que no, yo si le envié los mensajes de texto y las llamadas con un cambiador de voz, pero lo hice por los celos, derivado a eso decidí internarme porque sabía que no estaba actuando bien, pero yo no tuve nada que ver con su muerte, yo ni siquiera tenía motivos para matarlo, yo solo sentía celos, pero nada más.
- ¿Estás seguro Jhin?
-Lana te lo juro por nuestro hijo Tomas, yo no tengo nada que ver ahí, no sé cómo pudo haber muerto, solo fueron coincidencia las situaciones, pero no le hice nada, que puedo hacer para que me creas por favor.
-Jhin, voy a tratar de ayudarte y sobre todo de creerte- me quede mirándolo fijamente.
En ese momento descubrí que la química que habíamos sentido desde el primer día aún estaba intacta y que el amor que sentía por el seguía como él lo había dejado el día que se fue, pero mi orgullo no me daba para perdonarlo, pero eso no quería decir que lo quería ver mal y en el fondo de mi corazón sabía que él era inocente, Jhin no había podido ser capaz de asesinar a Jonás, él es bueno, tiene sus problemas, pero él es inocente, de eso estoy segura.
Se acabo el tiempo de visita y el solo se quedó mirándome, ansioso de que le diera un abrazo, sé que en ese momento él lo necesitaba y yo también, así que nos fundimos en uno profundo en uno como si ese abrazo fuera la única medicina para curar todo lo que estaba sucediendo.
Mi abogado aun me esperaba, le pedí que se hiciera cargo de la defensa de Jhin, aunque era muy difícil por las pruebas que había en su contra y de las acusaciones que estaba haciendo Lili, era evidente que ella quería cobrar la muerte de su prometido y aunque yo había querido mucho a Jonás, para mí el solo había sido un pasajero en mi vida, no podía entender cuál era el interés de querer culpar a Jhin.
Me encontré nuevamente con el detective Reggins, él era un joven guapo de unos 27 años, alto moreno, de ojos oscuro y muy atractivo, era atlético, y sobre todo seductor, por su puesto me seducía a mí, pero si llamaba la atención.
-Señora Lana que bueno verla- me dijo sonriendo
-Lo mismo digo señor Reggins, ¿tiene noticias acerca de quien intento secuestrar mi hijo?
-No, aun no, pero estamos por buen camino, pero hay algo que me llama la atención, veo que el padre de su hijo está detenido y por ser el principal sospechosos del homicidio de una expareja suya ¿es eso cierto?
-Así es, pero estoy segura de que él es inocente.
-Uf, esto pone más difícil la situación ahora con el secuestro de su hijo, creo que el pasa a ser también un sospechoso.
- ¿Que? ¿Por qué? El hasta ahora se enteró de la existencia de mi hijo, no creo que estén buscando culpables en lo primero que se les aparece, por favor hagan bien su trabajo, cualquier cosa estaré al pendiente.
Sali de allí sin ni siquiera despedirme, lo que me había dicho Reggins me había confundido totalmente, pero estaba segura de que Jhin no era capaz de hacerle daño a su propio hijo, además qué sentido tendría aparecer preciso en ese momento, no tendría que haber hecho tremenda actuación para captar nuestra atención, si es que ya la tenía, de verdad que no tenía ningún sentido.
Tomé mi auto y volví a casa, anhelaba ver a mis hijos, en especial a Tomas, estaba en un proceso de recuperación, y era importante mi presencia.
Esa noche no pude dormir, mi cabeza estaba hecha un lio, además tuve que estar al pendiente de mi bebe, la noche fue larga y si lo fue para mí no alcanzo a imaginar para Jhin.
Nuevamente le pedí el favor a mi madre que cuidara de mis dos hijos pequeños y fuimos a la delegación con Susan, quisimos llevarle comida y algo de ropa a Jhin, sabíamos que lo estaba necesitando.
Cuando llegamos allí, nos encontramos de nuevo a Reggins, quien inmediatamente vio a Susan se nos acercó.
-Muy buenos días, señora Lana, como les va, y quien es ella, ¿su hermana? ¿su amiga?
-Hola, ella es mi hija, ¿ha sabido algo de nuestro caso Reggins?
-No, aun no, pero presénteme con ella por favor, debo estar más enterado de la familia, mucho gusto señorita Gregorio Reggins- Le dijo a Susan mirándola de arriba abajo
-Mucho gusto Susan Nicholson, señor Reggins un placer- respondió Susan sin ser indiferente a sus coqueteos.
Torcí los ojos y me aproveché de la oportunidad.
-Reggins ¿recuerda usted al señor Vernacci?
-Claro señora Lana, el esta allá en su celda, creo que esta durmiendo no lo se
- ¿Podría dejarme verlo?
-Creo que no es posible tiene restringidas las visitas, además no esta bajo mi custodia, pero vere que puedo hacer.
-Ay Reggins por favor, mira que mi mama necesita hablar con él, mientras ella va qué tal si tú y yo nos conocemos un poco mejor, digo para ver si puedo ayudar con la investigación del caso de mi hermano- Dijo Susan con mirada coqueta
-Bueno eso es tentador, ya regreso. - Salió Reggins al fondo de la delegación.
-Pero que fue eso Susan, que haces, no es necesario hacer esto- le dije a mi hija sorprendida
-Mama, por favor solo necesitamos que veas a Jhin, yo ya no soy una niña ya veo como me las arreglo con Reggins que por cierto esta guapísimo
-Esta bien, solo lo hare porque quiero ver a Jhin, el pobre debe estar mal.
Regresa Reggins con una sonrisa de satisfacción en la boca
-Listo señora Lana tiene treinta minutos de visitas, usted se hace responsable de lo que pase, no olvide que puede terminar en la delegación junto a él, en caso de hacer algo inconveniente.
Mis ojos se llenaron de felicidad, muchas gracias Reggins, ahí te dejo con Susan te la recomiendo por favor.
-Queda en muy buenas manos, vaya usted.
Sali corriendo hacia la celda de Jhin, me permitieron el paso y él estaba ahí, se notaba su tristeza, pero al verme se levantó del muro donde estaba
-Lana, viniste gracias, ¿qué haces aquí? - dijo Jhin con su voz entrecortada
-Vine a traerte algo de comida para el día y ropa limpia, mi abogado está tratando de sacarte de aquí, pero hay una denuncia muy fuerte en tu contra, pero mientras estes aquí cuentas conmigo, hare lo posible para verte en cuanto pueda.
-Gracias mi amor
-Mi amor? - Le pregunte abriendo mis ojos.
-Si, eres mi amor, el más grande amor, de mi vida sigo insistiendo no sabes cómo lamento todo lo que paso y quisiera recuperar l tiempo perdido junto a ustedes.
-Jhin creo que este no es el mejor momento para hablar de eso, por ahora es necesario lograr tu libertad.
-Eso lo sé, pero no quiero cansar de repetir cuanto te amo.
-Jhin por favor no lo hagas más difícil.
-Lana, dime que ya no me amas, dime que ya no sientes nada por mí y te juro que me alejo de ti, de Tomas no, pero de ti si
Me quede callada por unos segundos, quería gritarle todo lo que sentía por él, pero el llanto inundo mi cara, porque recordé cada momento en que lo extrañe sin saber de él y me sentía quebrada y confundida.
-Lana dime por favor que sientes por mí, por favor- Dijo Jhin mirándome a los ojos con dulzura
-Es que no lo sé Jhin, estoy confundida, yo, yo te amo, aun te amo, pero tengo miedo de que me lastimes de nuevo- Le solté sin tapujos
-Eso no va a volver a pasar nunca mi vida te lo juro.
Me agarro de la cintura y como si fuera nuestro primera vez , nos fundimos en un beso largo y profundo, lleno de sentimiento, yo lo extrañaba y mi cuerpo también, sentía como su lengua entraba en ,mi boca y mis manos recorrían su cabello, los dos estábamos perdidos en un beso de amor, el tocaba mis caderas, mi cara, mis brazos, acariciaba mis mejillas mientras me besaba, ninguno de los dos quería acabar ese caliente y lleno de amor momento, me atrapaba cada segundo con más fuerzas y yo me colgué a él, sentía que todo mi cuerpo temblaba de placer por volver a besar a mi amado y el solo repetía, te amo, te extrañe. Seguíamos besándonos hasta que una voz nos sacó de nuestro idilio.
-Se acabo la visita- dijo el guardia de seguridad
Nos separamos con lágrimas en los ojos, nos dimos un último beso de despedida.
-Volveré mañana, te prometo que demostrare tu inocencia y te sacare de aquí – le dije mirándolo-
-Aquí te espero mi amor, dale un beso y un abrazo a nuestro hijo, pronto estaré con él y contigo para que seamos por fin una familia feliz.
Adiós