Capítulo 25
1351palabras
2021-12-13 14:15
Con esto, Noah Sun y Mia Bo aparecieron en escena. Había sido el hombre quien lanzó el comentario.
"Cierto. No intentes actuar como rico solo porque ganaste en la subasta. Me gustaría ver cómo logras pagarlo; ni llegando al límite de crédito de tu tarjeta podrías costearlo”, comentó Mia, llena de odio por su ex novio.
"Cállate", Jacobo se dio la vuelta abruptamente y los miró con frialdad. Usando un poco de arte de invocación espiritual, les lanzó una mirada fría que los sorprendió, y una ola de miedo se elevó en sus corazones. En un instante, sus cuerpos se helaron y no se atrevieron a moverse ni un centímetro.
Después de apartar la mirada lentamente, Jacobo prefirió ignorarlos.
Por su parte, Wyatt Dong también se burló: "Ahora este ignorante habla de esa piedra sin valor como si fuera todo un tesoro".
Jacobo respondió: "Tú fuiste tan ignorante como para comprar una piedra inútil por 50 millones de yuanes. ¿En qué momento una piedra rota se volvió tan valiosa? Si quieres, te puedo invitar a mi ciudad natal, donde abundan las rocas inútiles”.
Su comentario volvió a golpear a Wyatt en donde más le dolía, haciéndolo sentir a punto de escupir fuego. Además, la gente a su alrededor comenzó a reír, burlándose de él. Tal vez Wyatt debería ocuparse de sus propios asuntos y dejar de preocuparse por las piedras que los demás compraran. Si creía que era tan bueno para esto, ¿cómo fue que terminó perdiendo una fortuna en una piedra tan insignificante?
Una vez que la transacción fue aprobada, Jacobo también quiso cortar la piedra en ese mismo momento, por lo que otro hombre musculoso apareció en el lugar. Viendo la escena que se avecinaba, los comerciantes volvieron a emocionarse de inmediato. Sin embargo, en cuanto vieron el aspecto de la piedra, perdieron el interés.
"¿Cómo podría esa piedra tener esmeralda? ¿Estás bromeando? ¿Estás seguro de que no es una que sacaron de la calle aquí afuera?”.
"Es cierto. Mira cómo se ve; es totalmente negra y no tiene ni un tono de verde”.
El cantero tomó la piedra y preguntó: "¿Cómo quiere que lo haga?".
Jacobo pensó por un momento ante de responder: "Despelléjala".
"¿Es una broma? ¿En verdad es necesario despellejarla? ¡Que solo la corten por la mitad!", la gente a un lado se burló.
"Sería muy extraño que hubiera algo de esmeralda adentro. No hay ni una sola pista en la superficie”.
El grandulón asintió. Si bien no se sentía muy emocionado con esta piedra y pensó que no había necesidad de despellejarla, debía seguir los requerimientos de los invitados.
En segundos, el penetrante ruido de la sierra inundó el aire y, mientras la hoja de sierra giraba rápidamente, una niebla verde brotó de la piedra.
"Miren, está saliendo algo verde”, se escuchó entre la multitud. Nadie podía creer lo que estaba pasando y todos comenzaron a empujarse para ver más de cerca.
"Esto está lleno de esmeralda, Rey Jadeíta verde”.
"Ese chico se ha sacado la lotería, pues el material resultó ser muy bueno. ¿Cuántos colgantes podríamos hacer con esto...".
De hecho, Jacobo ni siquiera sabía qué era el Rey Jadeíta verde. Él solo vio la luz que emanaba la piedra y supo que debía tener algo especial dentro.
"¡Deja de despellejarla! ¡Te la compro en diez millones de yuanes".
"¿Qué? ¿Es una broma? ¡Yo te doy veinte millones!”.
"No la despellejes. ¿Qué pasa si la destruyes por accidente? Mejor solo véndela". La multitud a los lados estaba aún más ansiosa que el propio Jacobo. Parecían lobos hambrientos por esmeraldas.
Sin embargo, la máquina siguió cortando con dureza. El hombre que estaba haciendo el trabajo también estaba extremadamente emocionado e intentó cortarla con extremo cuidado. Lentamente, la pieza completa de esmeralda apareció frente a todos.
Después de que le limpiaran el exterior y la colocaran en un recipiente con agua, todos pudieron ver una jadeíta imperial de un color verde precioso. No era nada fácil conseguir una pieza tan grande de ese material.
Después de mucho tiempo, un hombre de mediana edad dijo: "30 millones. Este precio es muy justo. Por favor, considéralo".
Jacobo en realidad no sabía cuál era el precio de mercado, por lo que volteó a ver a Julian a su lado. Sorprendido, el chico lo sujetó diciendo: "Jacob, yo te la compro, por favor”.
Ante esto, el joven estudiante respondió: "No hay problema".
Julian Zhou se llenó de alegría: "Pero eso no quiere decir que abuse de tu amistad. Te ofrezco 50 millones, ¿qué opinas?”.
Al escuchar la oferta de Julian, la multitud guardó silencio. Algunas personas miraron de mala gana al Rey Jadeíta verde y se fueron de ahí con algo de pesar. Cincuenta millones de yuanes superaba el límite de lo que los demás podían ofrecer. Cualquier comerciante de joyas ordinario ganaría muy poco después de comprar la materia a un precio tan elevado.
Sin embargo, Julian Zhou era diferente. Su joyería era muy famosa y tenía sucursales por todo el país. Por lo tanto, después de comprar esta pieza de material, podría contratar al mejor maestro tallador para hacer joyas en conjunto, ponerlas en sus tiendas insignia o incluso realizar una subasta. El flujo de dinero estaba garantizado.
Jacobo dijo: "Está bien. Solo quiero que me des algunos de los colgantes que hagas con esta piedra porque quiero regalarlos. Puedes deducirlos de la tarifa”.
Feliz, Julian Zhou le dio una palmada en el hombro a su amigo: "¿Qué dices? Por supuesto que te las daré gratis”.
Jacobo asintió y Megan Lan lo miró conmocionada. ¿Cómo había ganado 50 millones en cuestión de segundos?
Por otro lado, Wyatt Dong y Noah Sun miraron al chico con celos, con unos ojos casi en llamas. Sentían como si acabaran de recibir una fuerte bofetada. De igual manera, Mia Bo no podía dejar de verlo, sorprendida por la intimidad que parecía haber entre él y Megan Lan. La escena la hizo sentir un ligero arrepentimiento. En el pasado, ese hombre le pertenecía y Noah Sun no le llegaba ni a los talones. ¿Algún día podría recuperarlo?
Entonces, Jacobo seleccionó algunas piedras más junto con Julian. A pesar de que había miles de piedras en bruto de todos los tamaños en la sala, solo una de cada diez mil era extraordinaria y, excepto por su Rey Jadeíta verde, el resto solo eran jades ordinarios.
Todas las piezas que Jacobo eligió para Julian resultaron excelentes y, si bien ninguna fue tan buena como el hallazgo estelar del día, todas tenían esmeraldas, para el beneplácito de Julian.
Justo cuando el evento estaba a punto de terminar, alguien gritó entre la multitud y un hombre de mediana edad cayó al piso con las manos en el pecho. Su rostro estaba pálido y el sudor de la frente le corría por la cara.
"Director Zhao, director Zhao, ¿qué le pasa?", una mujer con aspecto de secretaria gritó.
"Es el director Zhao, Andrew Zhao, propietario de Knightdale Property. ¿Qué le pasa?".
"No lo sé. Debe haber sido un infarto".
Andrew Zhao era uno de los magnates inmobiliarios más grandes de Oakdale, por lo que todo el mundo lo reconocía. Corriendo hacia él, Carlos Lin llamó a una ambulancia. Jacobo Ye estaba a punto de acercarse al hombre para tratarlo pero, en ese momento, un joven arrogante se acercó para tomarle ligeramente el pulso. Luego dijo: "Acaba de tener un infarto. ¿Dónde está el medicamento?".
El rostro de la secretaria estaba pálido y dijo llena de sudor: "Salimos apurados esta mañana y nos olvidamos de traerlo".
El joven asintió, dejó a Andrew Zhao en el suelo y luego sacó una caja de agujas.
"Es Ryan Tao, el nieto de David Tao. Su familia es muy reconocida en el mundo la medicina tradicional china. Si él se ocupa del señor Zhao, estoy seguro de que todo saldrá bien”.
"¿Su familia es conocida en la medicina tradicional china? He oído hablar de David Tao, pero, ¿Ryan también es confiable a una edad tan joven?".
"No los conoces, ¿verdad? Ryan heredó las habilidades médicas de su abuelo y son más que excelentes".