Tang Xichuan condujo el coche de regreso a la empresa.
"¡Maldita sea! ¿Luz roja otra vez?" Frunció el ceño y no pudo evitar golpear el volante. Su ansiedad estaba más allá de las palabras.
Por supuesto, lo que molestó a Tang Xichuan no fue solo la mala suerte de encontrarse con luces rojas en el camino, sino también su incapacidad para controlarse cuando vio a Cheng Lingyang la noche anterior.

Tang Xichuan una vez juró en su corazón que nunca volvería a tocar a Cheng Lingyang. Pero al final, el llamado juramento se convirtió en "palabras vacías" que no valía la pena mencionar.
"¡Maldita sea! ¡Maldita sea! ¡Maldita sea!" Cada vez que pensaba en esto, Tang Xichuan siempre usaba la misma palabra para expresar su estado mental. Esta palabra no solo fue una maldición para Cheng Lingyang, quien se aprovechó del peligro de otras personas e hizo cosas despreciables, sino también una molestia para sí mismo por estar encantado e incluso arrepentido.
"Bueno, Cheng Lingyang, me hiciste sufrir mucho. ¿Crees que debería dejarte vivir una vida cómoda? ¡Ni lo pienses!" Tang Xichuan tomó una decisión. Quería que Cheng Lingyang pagara por lo que había hecho ese año. Sintió que este tipo de placer de venganza podría ayudarlo a deshacerse del dolor en su memoria.
"¿Cuándo terminará la venganza?" Tang Xichuan aparentemente había olvidado todas sus palabras.
De regreso a la empresa, Tang Xichuan corrió directamente a la oficina de su presidente.
"Señor Tang, este es el documento para la reunión ordinaria de hoy. Por favor..." El secretario, que estaba esperando en la oficina para informar sobre su trabajo, fue interrumpido sin piedad por Tang Xichuan.

"¡Ve, ve, ve! ¡Fuera de aquí! Tengo algo urgente de qué ocuparme". Tang Xichuan agitó la mano con impaciencia hacia su secretaria.
"Sí, señor." La secretaria no esperaba que el presidente, que acababa de llegar a la empresa, estuviera de tan mal humor. No había otra opción. Como subordinada, no importaba cómo la criticara y culpara el superior, tenía que soportarlo. Por lo tanto, sólo pudo aceptar obedientemente y salir de la oficina con la cabeza gacha.
Tang Xichuan miró a su secretaria y descubrió que la secretaria había cerrado la puerta de su oficina desde afuera. Cogió el teléfono y comenzó a llevar a cabo el 'plan de venganza' que llevaba tiempo pensando.
"Soy Tang Xichuan".

Cuando Tang Xichuan anunció su nombre, la voz al otro lado del teléfono inmediatamente se emocionó.
"¡Oh, es usted, Sr. Tang! Lamento mucho no haber reconocido su voz. ¡Lo siento mucho!"
Tang Xichuan preguntó: "Escuché que su clase de tutoría contrató recientemente a un nuevo maestro llamado Cheng Lingyang, ¿verdad?".
"Sí, la señorita Cheng es nueva. Trabaja en la clase junior. ¿Por qué preguntaste por ella?"
"¿Cómo es su trabajo?" Preguntó Tang Xichuan.
"Trabaja muy duro. Aunque es nueva, se puede ver que se toma muy en serio su trabajo".
Tang Xichuan se burló y murmuró: "¿En serio? No esperaba que ella tuviera algo así..."
"¿Qué dijiste?"
"Quiero decir, dado que es tan diligente, no merece que sea maestra de jardín de infantes. Simplemente despídala. No la dejen trabajar allí más". Tang Xichuan finalmente reveló su intención.
"¿Q-qué? ¿Despedirla? Esto..."