Capítulo 21
1502palabras
2024-03-29 11:42
A primera hora de la mañana siguiente.
En cuanto Layla se despertó, se percató de que Camron no había vuelto a su dormitorio en toda la noche. Fue inevitable sentirse un poco decepcionada.
Al poco tiempo, se animó de nuevo.

Sin querer, hirió la autoestima de Camron, lo que causó que la relación entre ellos se tornara incómoda. Debía aprovechar una oportunidad para compensarlo...
Ese día era su cumpleaños y le prepararía el desayuno.
Con el paso de los años, en la familia Boyer, a pesar de que Zoey y Quinn no decían nada más, no les quedaba más remedio que elogiar sus comidas.
Después de que se le ocurriera una idea, se puso en pie de inmediato y fue al baño a lavarse.
Luego se dirigió a la cocina. Se encontraba tan ocupada que no podía dejar de mover los pies. No notó la presencia de Luca, que estaba parado en la puerta del lugar.
Hoy lucía de forma casual, tenía un vestido largo blanco, un jersey beige y un delantal negro.

El jersey tenía un escote en forma de V. Al inclinarse, se apreciaba levemente la esbelta curva de su pecho.
Mientras más la observaba Luca, más ansioso se sentía. Tras echar a los demás sirvientes, se acercó en silencio y cerró la puerta de la cocina.
Anoche, cuando se dirigió a la discoteca con sus amigos para beber, también oyó decir a varios compañeros que Michael, que tenía buen gusto, se había enamorado de una mujer que vendía vino, ¡e incluso había una foto de esa chica en su auto a altas horas de la madrugada!
La noticia era impactante. Contempló la foto repetidas veces y enseguida se dio cuenta de que la mujer era Layla.

«Al parecer, aquella hija ilegítima está fingiendo ser inocente delante de mí. En la noche aprovechó la ocasión para seducir a Michael», pensó.
Luca sentía tanta rabia que ni siquiera conseguía dormir bien. Mientras más pensaba en ello, ¡más ganas le daban de probar a esa hija ilegítima!
Por ese motivo fue a ver a la familia Walsh a primera hora de la mañana.
Layla se encontraba haciendo albóndigas, así que no se percató de que había alguien a su lado.
Entonces Luca le silbó muy feliz y le mostró una sonrisa macabra, que la asustó mucho.
"¿Por qué han venido?", preguntó ella, y por poco tiró las albóndigas que tenía en la mano.
Ante la mirada atenta y asustada de Layla, se acercó a ella a grandes pasos y la observó con lujuria.
Ella se echó hacia atrás unos pasos, agarró con fuerza su ropa y lanzó una advertencia: "¡Luca, no te acerques a mí!"
"Cuñada, al fin y al cabo somos una familia. Nuestra relación mejorará si nos unimos más. ¿No te parece?", declaró él y estuvo a punto de agarrarla.
Layla se inquietó tanto que quiso pedir ayuda. Luca empezó a jalarle del cabello con brusquedad y la apretó por la parte superior del cuerpo contra la tabla de cortar.
El hombre era tan fuerte que ella no conseguía librarse de él. Se sentía como un pez esperando a ser sacrificado...
"¡Luca, déjame! Señor Sanford, ¡venga a rescatarme!", gritó.
Luca no estaba asustado en absoluto. Aprisionó el cuerpo de Layla y exclamó con arrogancia: "Cuñada, de nada sirve que grites. ¡Todos los sirvientes se han marchado por mi culpa! Hazme caso y seré amable. De otro modo, ¡te mataré aquí hoy mismo!"
A medida que hablaba, empezó a darle tirones al largo vestido de Layla.
Entonces, ella gritó espantada y presa del pánico: "¡Camron, Camron, ayúdame! Señor Sanford..."
Se hallaba en una situación desesperada, como un pez al borde de la muerte. Se puso a buscar con desesperación y, de repente, tocó el mango del cuchillo de la fruta.
Él anunció con una sonrisa siniestra: "Cuñada, tienes una voz tan cautivadora que estaría dispuesto a morir encima de ti. Tranquila, sírveme bien y gozarás de una buena vida en el futuro".
"Camron es un inútil y feo. ¿Por qué insistes en mantener tu castidad por él? Podrías pasarlo bien conmigo. En el futuro tal vez debas rogarme que lo haga", agregó.
La mirada de Layla estaba llena de odio. Se preparó para la muerte. Sujetó con fuerza el mango del cuchillo y se esforzó por apuñalar a Luca.
Le clavó dos puñaladas seguidas en las costillas derechas a Luca.
Luca se quedó aturdido durante dos segundos, pues no esperaba que ella se defendiera. De forma inconsciente, echó un vistazo al arma que se había clavado en su cuerpo. La sangre salió poco a poco y empapó su camisa...
"Tú...", declaró Luca mientras observaba aterrado a Layla. La apuntó con sus manos temblorosas y después cayó al suelo.
Al final Layla se percató de que... ¡Lo había matado en cuanto lo vio tendido en el suelo!
Empezó a temblar al ver su mano derecha cubierta de sangre. Su mente se puso en blanco y el miedo se apoderó de sus piernas. Se arrodilló contra el suelo y se abrazó a sí misma, impotente y temerosa.
El señor Sanford abrió de pronto la puerta en compañía de algunos sirvientes y se precipitó a ayudar.
"¡Señor Britt!", exclamó.
Se acercó con rapidez a Luca y comprobó su respiración. Al sentir que seguía vivo, ordenó de inmediato: "Que alguien prepare un auto. Llamen a emergencias y trasladen al señor Britt al hospital".
Layla se había asustado tanto que ni siquiera era capaz de hablar con propiedad. Balbuceó y preguntó: "Ah... Señor Sanford, ¿he matado a alguien?"
Al haber tantas personas en la cocina, el señor Sanford no fue capaz de reconfortarla. Únicamente logró apretar los dientes y decir: "Llamen a la policía e informen al señor Britt".
Todo el mundo tenía conocimiento de que Luca era el único hijo de Garrett. Si este se enteraba de que Layla lo había apuñalado, la mataría.
Camron no se encontraba en ese instante, así que lo más seguro sería enviarla a la comisaría.
Los criados enseguida se llevaron a Luca en una camilla, y uno de ellos llamó a Garrett.
El señor Sanford contestó con respeto a la persona al teléfono: "Señor Britt".
"Trae a esa m*ldita aquí. ¡La golpearé hasta matarla con mis propias manos!", el tono de Garrett estaba cargado de una rabia incontrolable.
El señor Sanford contempló a la asustada Layla y con tranquilidad le explicó: "Señor Britt, un criado acaba de llamar a la policía en privado. En breve vendrán a hacer una inspección. Lo mejor será que no nos movamos y cooperemos con la investigación".
"Ya me he puesto en contacto con el director del hospital. Él se encargará de conseguirle el mejor médico. Acompañaré personalmente a la policía y cooperaré con ellos para que declaren. Sin duda castigaré con dureza a quienes hayan herido al señor Britt", agregó.
Cuando se enteró de su severo castigo, ella no pudo evitar temblar. Quiso buscar un lugar donde esconderse, pero varios criados se lo impidieron.
"¡Camron, iré a buscar a Camron!", la voz de Layla era lastimera.
Tras colgar la llamada, el señor Sanford fingió enfadarse y le espetó: "Señorita, ¿cómo se atreve a apuñalar al señor Britt? Aunque esté aquí el señorito, no podrá protegerla. No se resista más. Vaya a la comisaría".
Enseguida llegó la policía.
Desde que Layla se sentó en el vehículo policial, se quedó boquiabierta.
El señor Sanford se mostró muy cooperativo con la policía y respondió a algunas preguntas. Se quedó tranquilo al ver cómo se la llevaba la policía y, en secreto, respiró aliviado.
Tras pensárselo mucho, decidió evitar a todo el mundo en silencio y llamar por teléfono a Camron.
Al oír aquello, la expresión de Camron se puso sombría. Los demás en el auto no estaban al tanto de lo que había ocurrido y todos esperaban con temor.
Era algo fácil de adivinar. Layla era débil y la intimidaban a menudo. De no haber sido acosada, no se habría defendido.
Junto con la desdichada mirada de Luca, hasta un tonto sabría lo que estaba pensando.
Camron declaró: "Llévame a comisaría".
Layla seguía muy nerviosa en el centro de detención, aturdida.
Ni siquiera se atrevería a matar a un pez. ¿Cómo habría sido capaz de apuñalar a una persona?
Ahora no conseguía recordar dónde había apuñalado a Luca con el cuchillo. Tras unas cuantas puñaladas más, la sangre de su mano se había secado, lo que resultaba muy notorio en sus manos blancas y delgadas.
¿Era posible que lo hubiera apuñalado en el corazón?
Mientras más pensaba en ello, más se asustaba. Si Luca de verdad moría esta vez, ¿acaso ella se vería también condenada a... Muerte...?
En ese momento era la esposa de Camron, y Luca había muerto por su culpa. Después de ser condenada a muerte, ¿los días de Camron en la familia Walsh serían aún más duros?
Layla se lamentó por haber apuñalado a alguien. Temía que nadie se ocupara de Camron y que Garrett lo acosara aún más.
¿Qué le convenía hacer?