Capítulo 46
1484palabras
2024-02-23 00:02
Rodrigo también se levantó y pensaba seguirla y besarla hasta que se derritiera en sus brazos, pero había algo que lo estaba molestando desde su regreso, y era la queja de su abuela respecto al comportamiento del ama de llaves, pues él había conocido a esa empleada toda su vida, y ella siempre tenía una razón sólida para que le agradara o no alguien.
Por esa razón, fue a hablar con ella y ahí descubrió que Raelynn había estado en el estudio de su padre dos días después de que él se fuera de la ciudad. Tras enterarse de esto, Rodrigo llamó a su equipo de seguridad para que instalaran una cámara oculta en el estudio de su padre, pues, aunque él ya tuviera una instalada en su propio estudio porque no confiaba en nadie, su padre le dijo que no le parecía necesario, a pesar de que él se lo había sugerido incontables veces.
El ama de llaves le especificó que fue el 25 de enero por la tarde cuando vio a Raelynn saliendo del estudio de su padre, y ese mismo día, o quizás el siguiente, cierta información sobre resultados de licitaciones y metodologías patentadas desapareció de la oficina de Álvaro y apareció en manos de los suegros de Ariana. Y al parecer, Raelynn también había entrado dos veces más en el estudio el día después de ese incidente.
Por mucho que Rodrigo no quisiera creer que Raelynn estaba involucrada, no le agradaba para nada que ella hubiera entrado en el estudio de su padre, y hasta pensó en confrontarla y escuchar su versión de los hechos, pero, solo en caso de que no fuera tan ingenua como aparentaba, prefirió no hacerlo para no darle a entender que él ya sabía sobre sus incursiones.
A la mañana siguiente, Raelynn despertó y vio que Rodrigo estaba todavía durmiendo, por lo que se preocupó de que no se estuviera sintiendo bien. Sin embargo, una criada le dijo que el amo quería trabajar desde casa el día de hoy y que no quería que nadie lo molestara. Por lo mismo, cuando ella estaba a punto de irse al trabajo, quiso ir a ver como estaba su esposo, pero al final solo le envió un mensaje.
Dos horas después, recibió una respuesta: 'Estoy bien. Solo cansado. «Ten un buen día».
Rodrigo había pasado toda la noche revisando las imágenes de la cámara oculta y lo único que vio fue a Raelynn, vestida con su camisa blanca, entrando a la cocina alrededor de las 11 de la noche para abrir el refrigerador. Ahora, esa camisa blanca estaba en su armario y la llave de repuesto la tenía su papá. Sin importar cuál fuera la excusa de ella para entrar en ese estudio, a Rodrigo no le gustaba nada.
"¿Entonces volviste a jugar al gato y al ratón?", le preguntó Easton a Rodrigo el día siguiente, cuando estaba de visita en su mansión para hacer un poco de papeleo.
"Si lo quieres ver de esa manera", dijo Rodrigo encogiéndose de hombros, perdido en sus pensamientos.
"Incluso si no quieres confrontarla para no levantar sospechas, creo que deberías darle el beneficio de la duda. Ianira ha visto a muchas personas en su profesión que tienen cosas que ocultar, pero no vio nada malo en Raelynn".
"Yo tampoco veo nada malo. Y obviamente le estoy dando el beneficio de la duda, porque si no, ella no estaría aquí. Pero es muy buena fingiendo si es que se lo propone. Ya la he visto mintiéndome a la cara sobre cosas de las cuales ya sé la verdad. Ah, y deberías haberla visto actuando frente a sus propios padres y el mío. En verdad, se merece un premio o algo, porque le sale completamente natural...".
"Pero Rodrigo, esa es la cultura en la que ella creció. Incluso Ianira, que también tenía padres muy conservadores, tuvo que mentir en todo para poder vivir la vida que ella quería. Ella iba a la universidad con faldas largas, pero después se las cambiaba por alguna otra más reveladora, y usaba maquillaje o cualquier cosa que la hiciera encajar más. No obstante, no por eso pienso que ella es una mentirosa o un fraude".
"Eso es porque conoces a Ianira desde muchos años, pero yo realmente no sé mucho sobre Raelynn; cada día con ella es una sorpresa. Por ejemplo, jamás esperé verla a mi lado cuando estaba en el hospital, o que me horneara mi postre favorito. Y mira, este es el registro de llamadas de su teléfono", dijo Rodrigo antes de encender su computadora portátil y mostrarle a Easton una larga lista de llamadas telefónicas y mensajes de texto.
"Intercambió más de cincuenta mensajes de texto con ese exnovio suyo y hasta tuvieron llamadas telefónicas que duraron más de quince minutos cada una. ¿No te parece que volvieron a estar juntos? Lleva hablando con él desde el día que sufrí el accidente".
"En primer lugar, Rodrigo, esto está mal, porque es una violación de su privacidad".
"¿Ah, sí? Podríamos decir que es una violación a la privacidad si es que ella no lo hubiera comenzado".
"¿Puede haber alguien más que haya tomado fotos de los archivos confidenciales de tu padre? Sé que él confía en su personal y que la mayoría de ellos ni siquiera saben leer ni escribir, pero, ¿no se te ocurre alguien de afuera que haya podido entrar?".
"Hace poco entraron muchos desconocidos. Veinte, para ser exactos, porque Raelynn los invitó a todos con el pretexto de entrevistarlos, pero solo quería que le prepararan comida. Todos ellos estuvieron en las inmediaciones del 26 al 28 del mes pasado. Además, ya comprobé los antecedentes de la nueva cocinera y no tengo mucho que decir sobre ella, solo que trabajó en el mismo lugar durante treinta y cinco años antes de jubilarse".
"Estoy seguro de que tuvo que ser una de esas veinte personas que visitaron este lugar el día uno de la entrevista. Por cierto, que Raelynn hable con su novio no debería ser un factor a considerar, pues no tiene por qué contarte con quién habla, o incluso si volvió junto a ese hombre", dijo Easton, y Rodrigo lo miró ferozmente.
Sin dejar que la mirada de su amigo lo intimidara, Easton agregó: "Tampoco eres honesto sobre tus sentimientos por ella. Eso se llama hipocresía y es cuando pones todas sus acciones bajo una lupa y las examinas y juzgas, siendo que tú también mientes o le ocultas cosas".
"No estoy ocultando nada. Ya sé que necesito terminar con Amelia, pero no puedo hacerlo de inmediato, porque tengo millones de dólares en inversiones conjuntas con ella. Y adivina qué será lo primero que hará si corto con ella... Así es, irá a los medios y hablará sobre el contrato de mi matrimonio".
"Raelynn no tiene una copia del contrato y yo puedo lograr que Emery no diga nada, así que podemos desmentir las acusaciones de Amelia".
"Esa era una posibilidad hasta que discutiste las cláusulas del contrato con ella por correo. Llámame paranoico, pero nunca confié en Amelia, y ya puedo imaginármela usando esos correos electrónicos como evidencia. Te lo digo, que mi papá se entere de todo no es lo único que está en juego".
"Pero no puedes arrastrar esto durante once meses más. Yo sé que Raelynn te gusta más de lo que quieres admitir, así que tienes que confiar en ella".
"No puedo, al menos no tan pronto. También investigué un poco sobre su padre y resultó ser un hombre de negocios corrupto, sin ética alguna. Hubo incontables ocasiones en la que se cambió de bando o simplemente hizo lo que más le convenía a él".
"¡Oreo...! Mi pastelito. ¡¡Muaac!!", escucharon los hombres decir a Raelynn una vez que llegó del trabajo.
"Hablando del rey de Roma", dijo Rodrigo, poniéndose de pie y tratando de ignorar la calidez que sintió en su interior al escuchar su voz.
"Hola Easton, es un placer verte", lo saludó Raelynn mientras ignoraba completamente a su esposo para concentrarse en la visita.
"¡Nos vemos luego!", le dijo Rodrigo a Easton antes de irse por las escaleras.
"Él ya está bien y se siente mucho mejor, en caso de que quieras saber", le dijo Easton a la chica, quien observaba como su esposo entraba en su cuarto.
"No me interesaba saber, pero gracias. ¿Quieres un poco de chai? Sé preparar un chai fantástico".
"Lo siento, pero ya son más de las cinco y si tomo ahora, la cafeína me va a mantener despierto hasta las 3 de la madrugada. Pero definitivamente un fin de semana por la mañana estaría más que dispuesto, Mientras no sepa como ese chai latte de m*erda que tomé muchas veces".
"El chai latte debería ser desterrado de la faz de la tierra. El chai es una emoción", respondió dramáticamente ella, y Easton rio.
"Bueno. Fue un gusto verte. Cuídate".