Capítulo 56
1285palabras
2024-02-12 08:43
Valeria...
Yo y Mort vamos a mi habitación, estaba a punto de dormir cuando me empezó a dar mucha sed y al bajar las escaleras me lleve con la sorpresa de escuchar una conversación un tanto extraña ente Mort y Consuelo; sinceramente no entendí muy bien lo que decidan solo Mort que al final empezó a decir que éramos pareja desde quién sabe cuánto y fuimos separados por quién sabe quién, aun así considero que es un buen momento para obtener respuestas sobre nosotros; ahora sus palabras de "somos, fuimos y seremos" como él una vez lo dijo tienen sentido para mí.
Mort parece estar muy nervioso, jamás lo había visto llegar a ese punto, mira todo y nada a la vez sus ojos no se están quietos en nada, quizás tener esta conversación no es de su agrado, pero yo siento que en verdad necesito saber qué es lo que me pasa con él, y tengo el firme presentimiento de que con esta conversación podre tener respuestas.
Que varias piezas por fin van a encajar.
— No sé cómo empezar con este tema... - él habla se le nota lo nervioso que esta, lo tomo de la mano y llevo a la orilla de la cama para que nos sentemos ambos.
— Que te parece si desde el inicio....
Él suspira mirando al techo tratando de hacer memoria y encontrar las palabras para comenzar a hablar, tarda unos cuantos minutos mirando por todos lados hasta que por fin se detiene a mirar el suelo.
— Como la muerte mi único deber y tarea en este mundo es ir por aquellas vidas las cuales llegaron a su fin, pero burlaron al destino, un día como cualquier otro que, hacia mis deberes, te mire a ti caminando por la calle; fue extraño ya que ningún mortal me había despertado esa curiosidad y necesidad de conocer y estar cerca como lo hiciste tu.
Seguí mis instintos y me acerque a ti, no me arrepiento en absoluto, toparme contigo me cambio la vida y le dio un nuevo sentido a mi existencia.
Nuestro amor con el transcurso de los años llego a oídos de lo demás seres inmortales, de cómo la muerte buscaba a su amada mortal en el trascurso de cada una de sus vidas, fuiste llamada por ellos como La Dama de la Muerte, por desgracia la felicidad de algunos despierta la envidia de otros y eso fue lo que paso en nuestro caso.
Una inmortal de nombre Clili, estaba enamorada de mi pero la rechacé innumerables veces cuando pareció darse cuenta que no te dejaría por ella decisión deshacerse de lo único que según ella le impedía está conmigo, tu, hizo lo más ruin y bajo que puedas imaginar, te secuestro y mato... al tu morir lejos de mi me fue imposible seguirte en tu siguiente vida, no pude encontrarte por más que lo intenté, los humanos tienen vidas cortas y rápidas, era ir contra reloj buscando una aguja en un pajar, te perdí y a esa maldita mujer por más que me esforcé en encontrarle fue inútil, cuando se dio cuenta que no dejaría de buscarte ni la escogería a ella desapareció... y ahora después de estar 50 años vagando en este mundo buscándote, te encontré
— Cuando yo te llame para venderte mi alma...- digo recordando la razón por la cual no encontramos.
— Así es... en algún momento te dije que no quería que hicieras eso de nuevo, pero debo admitir que estoy muy agradecido de que no me hicieras caso, aunque era más que claro que no lo recordarías fue en otra vida.
— Eso quiere decir que ya te había ofrecido mi alma antes.... ¿Cómo es que estoy viva aun entonces? ¿cómo es que pude rencarnar cuando tú me dijiste que no se podía?
Él deja de ver el piso por fin y me mira fijamente, sus ojos celestes parecen tristes y cansados, me imagino que no ha de ser fácil pasar tantos años amando a una persona que al finalizar su vida mortal te olvida totalmente y después empezar de nuevo, me siento mal ahora yo, de no poder recordar nada, estoy segura de que pasamos momentos realmente bellos.
— Eso que te dije de que perderías tu alma si me la dabas es una mentira Valeria, tu alma sigue en ti, yo no la voy a tomar, no puedo hacer eso; solo es una manera en que la muerte mete miedo en la mente de un morral para que crea que de verdad es su última vida, de esa manera aprecian más su vida y logran darle un mayor significado y valor.
— Ya la había pasado mal otras veces entonces
— Si, fue en una de esas vidas que había intentado alejarme de ti
Enterarme de eso me toma por sorpresa, me acaba de contar sobre un amor aparentemente infinito y eterno entre nosotros que trasciende atreves de los años y ahora resulta que en algún momento el intentó alejarse, no lo entiendo
— Tu... ¿querías alejarte de mí?
— No es porque te deje de querer si es lo que piensas, todas las vidas que eh pasado a tu lado han sido una maravilla, pero en algún momento llegué a pensar que solo estaba atascando tus vidas quitándote la oportunidad de vivir una vida normal con alguien normal, a pesar de que en ninguna de esas vidas tu supiste mi verdadera naturaleza, la muerte no puede dar vida, y tu... tenías un gran amor por los niños, por ende me hice a un lado en 3 ocasiones y bueno esas tres vidas tuyas no iban nada bien.
En la primera cuando me acerqué por que no podía con la incertidumbre de que había sido de ti me encontré con una Valeria junto a un patán que te trataba mal e insultaba, lo malo es que estabas a nada de casarte con él, obvio llegó Mort al rescate a sacarlo de una patada de tu vida.
En la segunda cuando te encontré te salve de un matrimonio violento del cual ya tenías dos hermosos hijos, verte con esos niños me recordó que jamás podría darte eso, así que en la siguiente vida tuya me prometí que por más que fueran mis ganas de verte no te buscaría, ya habías tenido mala suerte en dos ocasiones quizás esa tercera vez ya era la buena... pero me equivoque
En esa tercera vida hiciste el llamado para vender tu alma, pero no para salvarte tu si no para poder cambiar al animal que te golpeo y te dejo muy mal herida en el hospital, el problema es que el destino demandaba tu vida, tenías que, a ver muerto, y bueno una vida reclama una vida, claramente me encargué de desaparecer a ese idiota y me quedé contigo a demostrarte que el amor no es de a veces ni de a ratos si no de siempre y que el amor no tiene que doler así cómo estabas acostumbrada.
Lagrimas corren por mis mejillas escapando por mis ojos sin control, me siento totalmente conmovida con él, no tengo palabras para agradecer todo lo que ha hecho por mí a lo largo de tantos años, sin pensarlo más de lo necesario me acerco a él tomándolo por sorpresa, agarro su rostro entre mis manos y lo acerco a mi para darle un tierno y delicado beso que él no tarda en corresponder, me abraza con tanta fuerza como si en algún momento me fuera a convertir en polvo y el viento me llevase, además de que puedo sentir sus lágrimas cayendo en la piel de mi rostro humedecida para juntarse con las mías.