Los James destacaban entre las familias adineradas de Los Ángeles, pero era la primera vez que se encontraban con una cantidad tan impresionante de oro.
Este brillaba ligeramente bajo la luz, dejando a todos boquiabiertos.
Santiago reaccionó con asombro. "Señor Marques, ¿qué significa esto?".

Mauricio lo miró y explicó: "Sr. James, a nosotros, los Marques, nunca nos ha gustado deberle a nadie. Mi hija se casó con un miembro de su familia durante tres años. Creo que esta caja de oro es suficiente para cubrir sus gastos".
Hubo una pausa. "Ahora que no les debemos nada, es el momento de abordar las malas acciones que hemos sufrido".
Con muchos años de experiencia en el mundo de los negocios, Mauricio había desarrollado la capacidad de mantener la dignidad sin mostrar furia. Mantuvo una expresión seria mientras hablaba, pero cualquiera presente podía percibir la ira en sus palabras.
El semblante de Santiago se tornó gélido al escuchar las palabras de del otro hombre. "Señor Marqués, no comprendo del todo a qué se refiere", replicó con frialdad.
Aquella era la respuesta anticipada. "Señor James, no importa si lo entiende o no. ¡Ahora le narraré toda la historia!".
"Durante los tres años del matrimonio, la señorita James solo ponía obstáculos, mientras Fabián permanecía indiferente. Este es el primer punto que deseo abordar hoy. Después del divorcio, ambos debieron haber seguido caminos separados, pero su hija se confabuló con terceros para conspirar contra Elisa. Encargó a alguien llevarla durante la noche hacia un lugar desértico y la drogó. Contrató a otra persona para agredirla sexualmente. Este es el segundo punto. En tercer lugar, Isabella difundió rumores sobre mi relación con Elisa, respaldándolos con algunas fotografías de nosotros".

Mauricio expuso todos estos detalles de manera ininterrumpida. Luego, fijó su mirada directamente en los ojos de Santiago y sentenció: "Señor James, espero que pueda proporcionarnos una explicación. A pesar de la complicada situación de nuestra familia, no es justo que nos causen tantos problemas sin motivo aparente".
Christine resopló con disgusto: "Inclusive las personas de origen humilde saben cómo tratar bien a sus nueras. Nos esforzamos por criar a Elisa durante más de veinte años, y ella se casó con un miembro de su propia familia. ¿Por qué la trataron así todo ese tiempo?".
"Si la menospreciaban, ¿por qué permitieron que su hijo se casara con ella? Elisa fue acosada cuando formaba parte de su familia. Eso es una cosa. ¡Lo que no me explico es que una mujer que tuvo una aventura con el hermano de su esposo se atrevió a intimidar a mi hija!".
"¿Por qué la castigaron de esa manera? ¿Por qué le pusieron las cosas difíciles una y otra vez? Hoy, si no nos dan una explicación satisfactoria, haremos públicas sus sucias acciones".

Los padres de Elisa reprendieron a los James uno por uno, y el rostro de Santiago palideció.
Ella y sus padres estaban aquí para ajustar cuentas con ellos, ya que eran los que estaban equivocados.
Si Elisa fuera de origen humilde, la familia James se limitaría a callarlos dándoles algo de dinero.
Pero la mujer era la única hija de Mauricio. Por primera vez, Santiago James estaba tan enfadado que no podía articular ni una palabra.
Frente a la acusación de la pareja, Santiago emitió una declaración tras un breve lapso. "Señores Marques, es bastante común que los jóvenes atraviesen malentendidos. Su matrimonio fue desagradable, y Elisa terminó molesta por ello. Puedo comprenderlo. Pero si afirman que mi hijo maltrató a Elisa, ¡debo decir que eso es falso!".
El hombre hizo una pausa y continuó: "Elisa, no deseo prolongar rencores pasados, pero ¿cómo puedes expresar falsedades a tus padres debido a resentimientos?".
Elisa rio al escuchar sus palabras. Dirigió su mirada a Fabián, quien la observaba con frialdad, y resopló: "Fabián, por favor, cuéntale a tu familia por qué no tuvimos hijos durante estos tres años".
Isabel soltó una risa despectiva. "¿Realmente no lo sabes?".
"Nunca tuvimos intimidad. ¿Cómo iba a quedar embarazada?".
Elisa prefería no abordar ese tema. Ya era asunto del pasado, pero lo que Santiago afirmaba era simplemente excesivo.
Elisa prosiguió: "¿Es por eso que se hacía de la vista gorda cuando Cecilia me complicaba las cosas? Señor James, usted es una persona mayor, le tengo respeto. Pero, ¿cómo pudo expresar semejantes absurdos?".
"¡Elisa!".
Fabián, quien había guardado silencio todo el tiempo, de repente exclamó con frialdad.