Tres meses después, en el Hotel Sheraton Los Angeles San Gabriel.
Elisa y su secretaria, Lucía, acababan de tomar asiento cuando oyeron que alguien saludaba detrás de ellas: "Sr. James".
No había muchos hombres de apellidos James que estuvieran calificados para asistir a este banquete de negocios tan importante en Los Ángeles. Por ende, la chica miró hacia atrás inconscientemente.

Por supuesto, la persona en mención era su exesposo, Fabián.
'¡Qué 'agradable'’ sorpresa!', pensó ella con sarcasmo.
Lucía, que estaba sentada junto a su jefa, se puso de pie y saludó cortésmente al hombre: "Sr. James, le presentó a Elisa Marques, directora general de Marques Group".
“Sr. James, tenía muchas ganas de conocerlo. Es un placer”, sonrió la chica a medida que le extendía la mano.
Fabián miró fijamente a Elisa, quien parecía haberse convertido en otra persona. Tenía un aspecto deslumbrante y llevaba su ondulado cabello castaño, que antes era rubio, sobre los hombros.
Asimismo, con su ligera sonrisa y su agradable voz, daba la impresión de una chica decente, educada. Ella observó al hombre como si nunca lo hubiera visto en su vida.

De hecho, Elisa parecía llevar una buena vida después de divorciarse de él.
Fabián bajó la mirada ligeramente para ver la mano extendida de la chica, y decidió ignorarla. En cambio, se alejó en silencio para tomar asiento.
A Elisa no le molestó la actitud de su exesposo, así que retiró su mano tranquilamente e hizo que Lucía se sentara con ella.
Por otro lado, aunque no la saludó, el hombre observó todo el tiempo a la chica.

Después del banquete, él vio que Elisa se iba del lugar, así que la siguió con el rostro inexpresivo.
Al notar aquello, Leonardo fue detrás de su jefe, tratando de ser lo más silencioso posible.
Hace algún tiempo, Fabián fracasó en su intento por localizar a su exesposa. No obstante, ahora ella había aparecido de repente como la directora general de Marques Group. Sin mencionar que lo saludó como si no hubiera pasado nada entre ellos.
Leonardo observó el rostro de su jefe y supo que se estaba enojado. Por lo tanto, prefirió no pensar ni opinar sobre el tema.
Cuando Elisa salió del hotel, su chofer ya la estaba esperando. Mas, justo cuando se encontraba por abordar el auto, vio a Fabián y a su asistente abandonar el hotel también.
Ella no iba a saludarlos, mas, no pudo evitar escuchar una repentina voz aguda.
"¿Qué haces aquí? ¿Cómo te atreves a volver?"
Elisa se quedó fuera del auto al oír la familiar voz. Se trataba de Isabella, la hermana menor de Fabián. Ella se encargó de molestar a la chica en todo el tiempo que estuvo casada con su hermano.
Al ver que la mujer se detuvo, Isabella corrió hacia ella.
Tras el vídeo, toda la familia James se había convertido en el hazmerreír de la alta sociedad. Por ende, los compañeros de la chica se burlaban a más no poder de ella en la escuela.
Isabella sintió la necesidad de descargar su ira, así que fue corriendo hacia Elisa y levantó la mano para abofetearla.
No obstante, antes de que pudiera golpearla, Lucía le agarró la mano.
La chica levantó la vista y observó a su excuñada, quien la estaba mirando seriamente. "Isabella, deberías saber que no eres digna de dirigirme la palabra, y mucho menos de tocarme".
Elisa hizo una pausa, levantó la mano y golpeó a la joven sin pensarlo dos veces. "Aunque, gracias a ti, recordé que merecías una buena bofetada por todos los malos ratos que me hiciste pasar".
Por supuesto, Leonardo y su jefe observaron la escena desde la entrada del hotel.
Con el rostro sombrío, Fabián caminó hacia las mujeres sin perder un segundo.
Al ver a su hermano, Isabella se cubrió la mejilla con la mano y dijo: "Fabián, esta mujer me acaba de golpear".
Enseguida, Elisa miró al hombre y se burló: "¿Y qué si le di una bofetada a esta chica irrespetuosa? ¿Acaso usted me devolverá el golpe, Sr. James?".
Fabián, que nunca había sido desafiado de esa manera, se llenó de ira y quiso hablar. Mas, su exesposa no se lo permitió.
"Escúchame bien. Si tú y toda tu familia me deja en paz, entonces me mantendré alejada de ustedes. De lo contrario, expondré en todos los medios los chismes que tengo sobre tu familia. Y ambos sabemos que eso los perjudicaría mucho".
La mujer abrió la puerta de su auto y, antes de entrar, observó ferozmente a Fabián. "Déjenme vivir tranquila", le advirtió.
Cuando vio que la chica se alejaba en su coche, Isabella sintió una furia inexplicable, mientras que el hombre se quedó inusualmente callado.
Apenas pasaron tres meses desde la última vez que se vieron, pero Elisa se convirtió en una persona diferente. ¿O es que siempre había sido así?