Cuando Cha llegó a la empresa, Yun Sun la llamó a su oficina.
Esta estaba sentada en un sillón de cuero negro y tenía un aspecto mezquino y agresivo. Le enseñó el correo electrónico a la joven. Era una respuesta del estudio de Vince. Tan solo había una frase: cancelar toda colaboración.
Cuando Cha terminó de leerlo, le devolvió la computadora. "Sra. Sun, ayer le dije que yo no le había echado té al vestido".

"No hace falta que me vengas con t*nterías. El director ejecutivo está al tanto de lo sucedido. La empresa ha cancelado toda cooperación con nosotros, alegando que no somos profesionales. ¿Sabes lo que eso significa?"
"Lo sé".
Yun cerró la computadora de golpe y le dijo: "La temporada Vince vale cinco millones de yuanes. Firmamos por tres años. Ahora, por culpa de tus errores, la empresa ha sufrido grandes pérdidas. El departamento jurídico te buscará más tarde".
Cha sabía que Yun y Sisi estaban decididas a echarla. Estaba muy enfadada, pero en ese momento, frente esa mujer, se mostraba tranquila. "De acuerdo".
No tenía sentido decir nada más, pues sería un desperdicio de palabras.
Yun hizo una mueca. No sabía por qué aquella muchacha seguía mostrándose tan orgullosa. Ella estaba decidida a compensar varios millones de yuanes.

No importaba que fuera la hija mayor de la familia Chu. No le darían ni un centavo.
¿Dónde conseguiría esa cantidad?
A las once en punto, el responsable de asuntos jurídicos de la empresa llamó a Cha. Este le explicó los pros y los contras con semblante serio. Le pidió que indemnizara a la empresa por un total de veinte millones de yuanes. De lo contrario, la demandarían.
Cinco millones eran para pagar las pérdidas de Vince y los quince restantes, para compensar las de la empresa.

Al oír esa cantidad, su corazón dio un vuelco. No tenía tanto dinero, sin mencionar que no tenía intención de pagar.
Miró el documento y preguntó: "Director Chen, ¿hay alguna otra solución?"
El encargado se rio y pensó que la recién graduada era una ingenua. La otra parte había contratado a un abogado para rescindir el contrato. ¿Qué otra cosa podían hacer?
"Nada, a menos que puedas indemnizar a la empresa".
"Lo intentaré". No solo pensaba tratar, sino que pondría todo su empeño.
El hombre se quedó estupefacto. No esperaba que ella se atreviera a decir eso, así que negó rotundamente: "Eres demasiado ingenua. Este asunto está fuera de nuestro alcance. Por la mañana, la empresa llegó a un acuerdo con el abogado de la otra parte afectada. Este está en Estados Unidos, pero volverá dentro de tres días para ocuparse de todo el papeleo".
"Entonces aún me queda tiempo", dijo.
"Yo no puedo tomar esa decisión".
"Director Chen, por favor, deme tres días para encontrar una solución. Creo que la empresa no quiere rescindir el contrato con Vince. También tengo mis propios reclamos sobre este asunto. Espero demostrar mi inocencia y evitar que la compañía sufra pérdidas", le dijo con calma.
Vince era el gran cliente de Jing Xing. Aceptaron fácilmente cancelar el contrato porque no querían ofenderlo. Preferían asumir la responsabilidad de perder dinero que estropear cualquier posibilidad de cooperación en el futuro. Se limitaron a "cargar con la culpa" temporalmente.
El director Chen lo pensó y sintió que sus palabras tenían sentido. Desde la perspectiva de la empresa, si el asunto se resolvía, sin duda representaría una gran alegría. ¿Tres días? De todos modos, el abogado aún no había vuelto. Estaba bien darle ese tiempo.
"De acuerdo. Srta. Chu, si no puede hacerlo no podré ayudarla".
Ella respiró aliviada y dijo: "Gracias".
Después de dejar el departamento jurídico, volvió al de publicidad.
Mientras estaba sentada en su silla, su mente era un torbellino. En ese momento, quería encontrar a Shenxing para buscar una solución a su problema. Era evidente que le habían tendido una trampa. ¿Cómo podría demostrar su inocencia?
Sin embargo, él era muy frío y le daba vergüenza buscarlo.
Por el momento, solo podía buscar a Yu Zhang.
Ella le había pedido que se reunieran en la Mansión No. 6 al caer la noche.