Zhou sintió una mirada fría y furiosa sobre él antes de terminar su oración. ¡Era como un cuchillo afilado a punto de clavarse en un avispero!
"Eh ...". Cha también estaba avergonzada.
Hace un momento, Shenxing negó haber sido él. Bueno, ¡esto sí que fue una bofetada, señor Li!

Shenxing sintió que había desperdiciado dinero para mantener a un inútil. Su asistente se atrevió a decirle la verdad a esta mujer sin su permiso, lo que fue una bofetada de vergüenza para él.
Zhou no trajo su cerebro ni sus ojos hoy, ¿verdad? ¿No captó su mirada de advertencia hace un momento?
"Señor, yo...". Zhou miró los ojos negros de su jefe y deseó poder cortarse la lengua para disculparse. ¡No quería terminar trabajando en las minas!
"Ve directo al grano. Si no tienes nada que decir, piérdete", dijo Shenxing con voz fría.
"¡Sí, señor!". Zhou inmediatamente se saltó el tema vergonzoso e informó: "Señor, como usted ordenó, Aiguo prometió enviar a la señora Jingyi de regreso al Sanatorio Qingshan antes de las 10 en punto de esta mañana. Llamé a la institución y arreglé todo. Están listos para recibirla. El personal y el equipo médico de ese lugar son los mejores del país".
Shenxing respondió con un "bueno" y no dijo nada más.

Zhou siempre había sido muy eficiente, por lo que no se sorprendió por su respuesta.
Cuando Cha escuchó esta noticia, quedó desconcertada y miró a Zhou con incredulidad. "¿Cómo pudo Aiguo aceptar enviar a mi madre al hospital tan fácilmente?".
El asistente sonrió, "Aiguo no quiere que el Grupo Chu quiebre, por lo que no tiene más remedio que obedecer".
"¿Ir a la quiebra?".

"Sí".
Cha sabía muy bien lo difícil que era tratar con Aiguo. ¿Qué tan capaz era su esposo que podía hacer que el hombre le obedeciera? ¡Además, Aiguo ahora tenía el respaldo de la familia Qi!
"Shenxing, ¿cómo hiciste eso? ¡Eres increíble!". ¡Chu estaba tan emocionada que quería abrazarlo!
"Tengo mis propios métodos", dijo Shenxing, indiferente a los elogios de la mujer.
Sólo necesitó decir un par de frases para resolver este asunto trivial. ¿Cómo podría considerarse asombroso?
"¿Aceptaste algunas condiciones de él?". Cha lo miró con preocupación. Si hubiera sacrificado su interés sólo para ayudarla a encontrar a su madre, se disculparía mucho.
"No está a la altura de negociar conmigo". Las comisuras de la boca de Shenxing se torcieron con desdén. Era tan arrogante como un rey que gobernaba el mundo y no quería pestañear ante nada.
"Aiguo es un sinvergüenza. No quiero que te pase nada malo por mi culpa. Ese hombre no tiene límites. Puede hacer cualquier cosa desagradable", depotricó la joven mirándolo con preocupación.
¡Él era Shenxing Li, el más poderoso de esta ciudad! ¿Quién se atrevería a causarle problemas aquí?
¡A menos que quisiera morir!
Shenxing frunció el ceño. ¿Esta mujer estaba preocupada por él?
Un sentimiento extraño brotó en su corazón.
No tenía experiencia en responder a las preocupaciones de una persona y no sabía cómo lidiar con todas sus preguntas, así que primero detuvo su tren de pensamientos: "¿No quieres ver a tu madre pronto?".
"¡Sí!".
"El conductor te espera en la puerta".
"¡Bueno!".
Cha se levantó y salió corriendo por la puerta.
Quería ver a su madre cuanto antes. ¡No podía esperar más!
Mientras Shenxing la observaba correr tan rápido como un conejo, las comisuras de su boca se curvaron en una leve sonrisa.
"Señor, ¿no va a acompañarla al hospital? Según sus instrucciones, corté la cadena de capital y los canales de suministro de Aiguo. No tiene salida. Pero como nos llevamos a la señora Jingyi como condición, definitivamente pensará que la señorita Chu tiene algo que ver con este asunto".
Los ojos de halcón de Shenxing se fijaron en Zhou y dijo con expresión serena. "¿Cómo la llamaste?".
"Señorita... Señorita Chu".