Capítulo 28
865palabras
2023-11-09 11:52
Yue avanzó con una expresión hosca y tomó a Sisi en sus brazos. Al ver su rostro rojo e hinchado, frunció el ceño debido a la angustia. Luego, levantó la mirada y le dijo a Cha:
"¿Cómo pudiste hacer algo así? Ya hemos terminado. ¿Qué haces aquí? ¿No tienes vergüenza?".
"Basta, por favor. Es mi culpa. No debería haberla hecho enojar", musitó la otra entre sollozos.

"Ay, Sisi. No deberías ser tan considerada", la regañó con suavidad mientras acariciaba su rostro. "Tranquila. No permitiré que ella te haga daño".
Cha observó la interacción de la p*rra y el b*stardo con una expresión disgustada. La imagen era tan repulsiva que sintió la necesidad de vomitar.
Se llevó una mano al rostro y se recriminó a sí misma por ser tan ciega. Le había dedicado tantos años a ese idiota... ¡Qué pérdida de tiempo!
"Señor Qi, ama mucho a su novia, ¿verdad? Me preguntó qué hará su padre cuando descubra que ha dejado embarazada a una am*nte así", se burló.
Qingyuan era el alcalde de la ciudad Jing. El hombre era por demás anticuado y su reputación lo era todo para él.
Debido a la notoria reputación de Aiguo, Yue se había negado a revelar su relación con Cha. Por ende, habían ocultado su amor al ojo público.

Cha era la hija legítima de la familia Chu y no era digna de la atención de Qingyuan. Por otro lado, Sisi era la hija de una am*nte y había heredado el talento de su madre que le concedía la habilidad de destrozar las relaciones.
Si Qingyuan descubría la verdad, ¡quién sabe de lo que sería capaz!
"Sé que estás molesta conmigo, ¡pero eso no te da derecho a amenazarme! Terminemos con esto de una vez; vete de aquí y déjanos en paz", le gritó el joven un tanto asustado.
"¿Quién te crees que eres? ¿Por qué estás echando a mi amiga?".

Una voz dulce, pero enojada llegó desde la entrada.
La chica caminó hasta Cha y le tomó la mano transmitiéndole algo de fuerza.
"¡Yu!", exclamó sorprendida.
Ella le dio una mirada reconfortante y luego clavó sus ojos en Yue: "Esta propiedad le pertenece a mi familia. ¿Desde cuándo un cliente tiene derecho a ordenarle a mi invitado que se vaya?".
La cafetería y restaurante eran los lugares más lujosos de ciudad Jing y servía todo tipo de cafés. Por supuesto, el precio de una taza rondaba los mil dólares.
El pastelero era un chef Michelin formado en el extranjero. Cada pieza que elaboraba costaba más de novecientos dólares.
Yue se pasó la lengua por los labios en un gesto nervioso. Sabía que la hija del dueño de la Compañía Zhang era la mejor amiga de Cha. Por lo tanto, debía proceder con cautela. Se sonrojó y le dijo:
"Señorita Zhang, como bien dijo, usted es la dueña y yo el cliente. ¿No sabe que el cliente siempre tiene la razón? ¿Cómo puede echarme?".
"¡Sí!", exclamó indignada. "¡Un hombre traidor y desvergonzado como tú, no puede comportarse de esa manera en la propiedad de mi familia!". Se volvió hacia los empleados y exclamó:
"¡Chicos, llévense a esta humilde pareja! Es más, quiero que cuelguen un letrero en la puerta que diga: '¡En este lugar, se prohíbe la entrada de pe*ras y b*stardos!'".
Yue estaba tan enojado que su rostro se volvió oscuro y sus dedos comenzaron a temblar.
Nunca se había sentido tan humillado. ¡Era el hijo del alcalde! ¿Cómo podía tratarlo de esa manera?
"Piénsalo bien. ¡No es bueno que tu familia ofenda a la familia Qi! ¡No hagas algo precipitado solo por Cha!", la amenazó con un dedo.
"¿Crees que le tengo miedo a tu familia? Vamos, atácame. Pero déjame recordarte una cosa: si te atreves a perturbar los negocios de mi familia o amenazarlos, ¡llamaré al Comité de Inspección Disciplinaria! Si exponen todos tus actos, el alcalde Qi perderá el respeto que tanto le costó construir".
Yue contrajo el rostro y apretó los puños
Su mayor temor era enfrentar a su padre. Ese era el principal motivo por el que aún mantenía a oscuras su relación con Sisi.
"Lo que has hecho es asqueroso. ¿Cómo te atreves a intimidar a Cha? ¿No tienes consciencia? ¿Crees que podrás soportar las consecuencias?", se burló Yu con los brazos cruzados.
La gente en el café la apoyó a vítores.
Yue los observó con los labios apretados incapaz de generar un escándalo que pudiera manchar su nombre.
En los últimos días, había tenido la intención de llevar a Sisi a su hogar con la esperanza de que su familia la aceptara.
El estatus de la chica era demasiado "bajo". Si sus padres lo supieran, definitivamente no estarían de acuerdo. Y mucho menos si su relación se rodeaba de escándalo.
Sí... En ese momento, no podía iniciar un conflicto con Yu.
Los Zhangs no eran una familia común y corriente. Eran ricos e influyentes,
Además, Yu poseía un mal genio y era difícil de tratar.
Después de sopesar los pros y los contras, tomó a Sisi y se fue abatido.
Un hombre presenció todo el altercado desde un rincón.
Sus rasgos exquisitos y cincelados eran particularmente llamativos bajo el sol.