Capítulo 38
2294palabras
2023-09-23 19:15
Killian observó la espalda de Lillith alejándose con Rombel, una parte de él ya se imaginaba que su esposa tomaría las riendas de la Manada sin importar que era de madrugada aquello hizo que una emoción rara hiciera vibrar su cuerpo, se removió su alborotado cabello tomando la decisión también de alejarse de la cabaña, de una u otra manera se sentía bien consigo mismo, la marca, la Unión y los recuerdos del cuerpo de Lillith reaccionando ante el tacto de sus manos eran bastante satisfactorios para el Beta, pero entonces un pensamiento más raro se apoderó de él al pensar en Lillith entregándose a él, tomando todo de ella sus ojos amarillos se volvieron más intensos.
— Como se me pudo olvidar - Murmuró el Beta, pero, sin embargo, seguía avanzando hasta llegar al río que separaba el Territorio de la Hermandad de un Territorio de nadie.
Killian se agachó arrancando unas hierbas, pero antes de volver con dirección a la cabaña, sitio en dónde Lillith ya se encontraría en contados minutos decidió observar el Río como si fuera algo sumamente llamativo, había una fragancia que llamaba su atención, pero prefirió ignorar por esta vez aunque sabía que mañana después de que los Rayos del sol investigaría profundamente aquella fragancia, sus instintos no se equivocaban el olor raro podría significar peligro para el Territorio.

El lobo se había dado la vuelta dejando que el inmenso lobo tomará el control, el viaje que debía durar más minutos, el lobo lo realizó en cuestión de minutos, sus patas se detuvieron por delante de la cabaña en dónde horas antes Killian había sentido un éxtasis indescriptible nunca antes experimentado por él, el hombre tomó el control colocándose una de las prendas que se encontraba por detrás de los árboles.
— Piensa bien lo que vas a hacer - la voz del lobo a través del enlace mental hizo que Killian detuviera sus pasos.
— Por supuesto que sé perfectamente lo que voy a hacer - Su voz se escuchaba más dura de lo que él se hubiera esperado, volviendo reanudar sus pasos.
— Killian, Killian - el Beta sabía perfectamente conociendo al Lobo que habita en su mente que este había negado con la cabeza, el Beta se introdujo en la cabaña por la marca en su cuello sabía que Lillith se encontraba en alguna reunión.
Aquello no generó ninguna sensación desagradable en su interior, no se sentía excluido, así que sus pasos lo guiaron hasta la cocina depositando las hierbas por encima de la encimera de la cocina.
— Espero que no te salga - El Lobo volvió enlazarse con él - Y lo digo de verdad, espero que el jodido tónico anticonceptivo no te salga, porque puedes arrepentirte - La voz del lobo se escuchaba con reproche.

— ¿Y dime por qué me arrepentiría? - Preguntó Killian mientras sacaba algo para hervir las hierbas.
— No sabes nada Killian, solamente te encierras en tu mundo de mentira, estoy harto de fingir que esto no está ocurriendo, llevamos años juntos— El lobo se había enfurecido - Ella tiene que tomar la decisión de tomar el tónico y no obligarla tú.
— Joder, estás mezclando las cosas— Killian golpeó suavemente la encimera - Estamos hablando del tónico porque demonios tienes que combinar con el mundo de mentira en él me he sumergido.
— Te has sumergido en aquel mundo estúpido por cobarde, no fuiste capaz de ir a luchar cuando tenías suficiente edad, fuerza y conocimiento, Killian tú sabes que este mundo Lobuno tiene un secreto, tú sabes que estamos sujetos a Leyes muy poderosos, que estamos sujetos a un pasado oscuro y misterioso tanto como tus ojos, estoy harto de que el humano que habita en ti no sea capaz de hablar con la verdad de desmantelar todas las mentiras, que los desterrados, que los lobos tradicionales, que el Congreso, y Joder todo eso está ligado al.

— Basta - Killian rugió impidiendo que el lobo terminará las palabras que estaba por expresar el Beta se llevó las manos en la cabeza - Es un mundo al cual no quiero volver a pertenecer entiende eso de una buena vez y por todas no quiero volver a recordar aquel pasado, tanto cuenta entender eso.
— No, no cuesta entender, pero si quieres terminar con ese asunto ten los cojones y habla con la verdad elimina de raíz todos los problemas que puede presentar tu verdadero origen, tu Linaje del porqué la Marca de Lillith tiene letras que desaparecen, del porqué estás ligado a los Mestizos, habla de una vez y deja que la loba elija si quiere un cachorro de ti, porque sé perfectamente que no quieres cachorros porque tienes miedo de su Linaje y con más razón del cruce del Linaje tuyo y el de la loba traigan a cachorros que derrumben las barreras de tu mundo de mentiras en donde solamente eras el Beta, cuando tus cachorros no tendrán sangre de Beta porque tú no eres un Beta, eres un líder, eres un alfa, eres el hijo.
— No quiero cachorros porque quiero que mis hijos sean hechos con amor, no amo a la loba, estamos unidos por supuesto, pero no por amor, los únicos que se unen de amor verdadero son los lobos tradicionales, nosotros solamente pedimos que la Diosa nos conceda la oportunidad de unirnos.
Killian por la calentura de la discusión a voz alta con su lobo, no se había percatado de que Lillith se encontraba en la puerta escuchando absolutamente todo, y había tomado la decisión de que su loba no se dejará sentir por la conexión con el lobo de Killian, aunque lo expresado por el Beta había generado un pequeño dolor en el corazón de Lillith.
— Habla por ti maldita sea - El lobo estaba generando un fuerte dolor de cabeza en Killian - La ames o no estás unido a ella.
— Y no estoy negando maldita, sea que estoy unido a ella, acaso no te diste cuenta de que incluso le juré lealtad ante mi origen misterioso, juré derramar mi sangre si aquello aseguraba la seguridad de ella, pero eso no es amor, me uní a ella porque eso debía de hacer, pero no la amo y no traeré cachorros sin amor.
— ¿Entonces vas a lograr amarla? - Cuestionó el lobo nuevamente, aquella pregunta hizo que la respiración de Lillith se cortará y que Killian se quedé callado-¿Lo vas a hacer Killian Vankford? Si la respuesta es sí, ajústate tus pantalones y dile quién eres maldita sea, si quieres su lealtad, sé leal tú con ella, no le ocultes tu verdadero origen, dile que no quieres cachorros porque tienes miedo que el Linaje poderoso de tu padre tenga influencia en ellos, dile que no eres de la Línea de un Beta y que tus cachorros nunca pertenecerá a las líneas de Beta, porque son herederos del.
— No termines esa frase - Murmuro Killian, claramente el lobo de Killian ya se había percatado de la presencia de Lillith, más había bloqueado la conexión con la loba, no quería que Lillith aún se entere del origen de Killian, era el hombre el que tenía que decirle.
— No lo podrás ocultar por mucho, tus hijos van a destapar tus mentiras, y entonces si no hablas con Lillith si no les dices el peligro que sus hijos pueden correr por tu cobardía, ella te va a odiar, es tu deber decirle a la Loba que sus hijos pueden activar el enlace de tu origen al fin y al cabo sigues siendo el Príncipe Mestizo y tú sabes por qué.
— Aún no tendré cachorros y después de esto dudo que los tenga, no quiero que ellos me devuelvan a mi pasado, no habrá cachorros y Lillith tendrá que obedecer mis órdenes— Su voz se escuchaba muy diferente la loba sentía los latidos de su corazón acelerados sentía el peligro en la voz del Beta.
Lentamente, se alejó de allí y agradecía que la conexión entre ambos no se había activado, de lo contrario Killian se había dado cuenta de que ella estaba escuchando la mitad de su conversación, los pensamientos de la loba habían viajado hasta la pequeña niña que poseía los ojos de Killian, ella era su pequeña Lilibet una sensación de posesividad se arraigó en su corazón.
— Estás equivocado Killian Vankford yo elijo si quiero o no cachorros y tú no vas a obligarme a obedecer tus órdenes, es más, si quiero cachorros, es probable que esta misma noche lo haya hecho.
Lillith se alejó dejando que la loba Blanca tomará el control, los pasos del animal se detuvieron por delante del mismo Río en que Killian había estado hace algunos minutos, Lillith había vuelto a tomar el control buscando una prenda que cubrirá su desnudez, pero entonces la misma fragancia que Killian sentido también fue percibido por la Loba, sus ojos azules brillantes observaron a su alrededor la ira con Killian se había disipado mínimamente ahora toda la atención de la loba era acaparado por aquella peculiar fragancia.
- Huele raro - Expuso la loba en su mente - Fragancia con sabor a peligro - Sentenció aquello logro que Lillith activará aún más sus instintos de supervivencia y de loba desterrada.
— Desplieguen Guardias por todo el Territorio - Espetó la Loba - Fragancia misteriosa con sabor a peligro - la orden y la advertencia había puesto en alerta a todo el territorio.
Killian arrugó la frente, había dejado de manera inmediata aquello que estaba realizando, entablando la conexión con Lillith de manera inmediata.
— ¿En dónde estás? - La voz de Killian había llegado a través del enlace mental, escuchar su voz despertaba cierto resentimiento de Lillith en contra de Killian nuevamente - En dónde estás - Esta vez en Beta había empleado su voz de mando escuchándose aún más poderoso que Lillith.
— En las cercanías del Río que separa La Hermandad de Territorio de Nadie - no bien Killian había escuchado la ubicación, dejó que el lobo tomará el control, el suelo bajo sus pies temblaba con cada paso que daba, en cuestión de minutos el lobo se encontraba allí.
— Estuviste aquí y no fuiste capaz de ver más allá o de intentar saber de dónde proviene la fragancia - Lillith se escuchaba más salvaje que nunca mientras Killian se envolvía en alguna prenda, gruñó al escuchar la reprimenda de la Loba.
— Pensaba hacerlo mañana— Expresó Killian.
— A veces no llegamos al mañana— Lillith lo agarró del brazo, justo cuándo el Lobo iba a acercarse más al río.
— ¿Qué demonios te ocurre? - Killian no se deshizo del agarre de Lillith, pero la fulminó con la mirada.
— Oh, la primera pelea de casados - Lillith se burló, pero sus ojos eran como dagas filosas.
— Tú y yo hablaremos después como pareja, ahora quiero que seas la Alfa y yo el Beta, dónde nuestra única preocupación sea esta fragancia que me aturde - Killian se apartó.
Lillith se sintió confundida ¿Por qué estaba tan enojada con él, era porque no quería tener cachorros, porque no le quería decir su origen? Aunque ella ya había decidido escuchar su historia cuando él estuviera preparado, así que no es por eso, acaso ¿Por qué quería obligarla a tomar tónicos? O ¿Por qué escuchar que no la amaba a pesar de saber perfectamente las condiciones de su relación, bien escucharlo claramente la estaba afectando? La loba suspiró mientras sentía la presencia de Fran y sus hijos, Saúl era el más distraído, pero sus pasos se detuvieron de inmediato Lillith se había dado cuenta de manera rápida el cambio de actitud del Saúl.
Él conocía perfectamente aquella fragancia, la tuvo años encerrados en una Jaula, por ende era imposible que se confundiera con la fragancia, sus recuerdos lo llevaron hasta la cueva peligrosa oculta por detrás de la cascada, su rostro se había vuelto sombrío.
FLASHBACK
— ¿Ya te has cansado de gritar? - Preguntó el Alfa con burla y malicia mientras analizaba todo a su alrededor.
— Me tienes de rehén desde hace años estás desafiando a los Dioses - La mujer no era visible por la oscuridad en que se encontraban, el olor de la humedad hizo que Saúl arrugue la nariz - Suéltame por favor - Suplicó la mujer. — Una Pequeña Hada no es absolutamente importante para los Dioses - Saúl se burló— Bueno, pero si en realidad lo eres negociemos tu retorno al Paraíso, yo te dejó volver, si tú me concedes un deseo con tus Dioses, quiero todo el poder de la Especie de Licántropos - El Hada que se encontraba en una Jaula había sonreído.
— No lo haré, no pienso dirigirme a mis Dioses para aquella solicitud estúpida, déjame decirte que el tiempo que me tienes de rehén son llevados en cuenta por el Paraíso, te aseguro que una vez que se cumpla el tiempo para venir por mí tú no lo pasarás bien, además aquella decisión le corresponde a la Diosa Luna - El Hada se había ocultado entre sus alas.
— Entonces no volverás al Paraíso y no importa cuánto te busquen tus Dioses, nunca darán contigo - Saúl salió de la cueva.
FIN DE FLASHBACK
El lobo arrugó la nariz y cuándo levanto la mirada se había encontrado con la mirada de Lillith.
— Habla Saúl— Lillith era demasiado inteligente como para que la reacción de Saúl sea pasado por alto por ella - ¿Qué sabes acerca de la fragancia a quienes pertenece?
— Pertenecen a los enviados del Paraíso Infernal - Las palabras de Saúl estremeció a los demás lobos - Ellos vienen en busca de venganza.