— Seúl - Lillith se había posible al lado de Killian y el Beta había entrelazado su mano con los de la Loba, ella era hermosa con un toque de Fiera indomable - Tus actos del pasado son los que te condenan - Lillith había sonreído - Solo encárgate de ser obediente si no quieres terminar siendo presa de los enemigos que vendrán— al mismo tiempo en que Lillith expresaba aquellas palabras, la mente de cada Alfa era maquinado y el congreso parecía estar desierto y tenebroso, muchos Alfas habían acudido para la Asamblea que el Alfa de los Alfas había ordenado realizar, pero al recorrer la Información de que había sido asesinado los Alfas estaban decididos a armar Guerra si era necesario, pero dentro de todo eso había algo más.
— Una enorme puerta había sido abierta, los rayos del Sol se infiltran levemente a través de las cortinas - ¿Qué es eso de la Asamblea que fue organizada y ahora se encuentra bloqueada? - La voz de un hombre erizaba la piel del guardia.
— Su hijo fue asesinado en manos de una Loba Blanca, usted como Alfa Rey ha descuidado a los pícaros, ni siquiera está enterado de que ellos tienen una hermandad y que en su mundo salvaje podrían tener un Imperio a sus pies, La Hermandad de lobos desterrados La Manada es un gran grupo de Lobos que fueron desterrados de manera justa e injusta de sus manadas, su Alfa fue convertido en Pícaro de manera injusta por su propio hermano, pero el Beta también es un Alfa desterrado.
— ¿Y la Loba? - Preguntó el hombre desde la Oscuridad en dónde tenía su silla - ¿Cómo una loba puede causar tanto daño, es una bestia? Si es así la quiero conmigo - Sentenció el Alfa Rey.
— La loba ya ha matado a lobos que conforman el congreso, es por eso que su hijo había llamado a Asamblea, pero ella misma se encargó de matarlo - Informó el guardia.
— Así que un trío muy fuerte entre, Alfa, Beta y Loba Blanca - El hombre dejó ver una sonrisa peligrosa - Traigan a la Bruja, tengo un trabajo que encomendarle y trae a alguien que odie a la loba porque el mundo que habitamos no está lleno de personas buenas, la maldad y la envidia habitan entre nosotros e incluso en nuestra sangre.
— Hemos averiguado todo mi alteza antes de estar por delante de usted, Lillith Becker una Loba de 18 años de edad, rechazada por Alfa, Seúl Depolo, pelaje Blanca sin adiestramiento, pertenece a la Hermandad, pero cuya marca pertenece al Beta - Lo último expresado por el guardia tomó por sorpresa al Alfa Rey.
— ¿Como qué su marca pertenece a otro Lobo? - El Alfa Rey se había puesto de pie, sus ojos eran de un celeste claro y la ira que arremolina en aquella rara mirada - Quiero que maten al Lobo, la loba Blanca será mía, ya que fue muy valiente en matar a mi hijo, tendrá que ser valiente para ser Reina, y darme no uno más bien 7 cachorros más es una orden del Rey quiero al Beta muerto a la Hermandad destruida y a la loba conmigo, 72 horas para lograrlo como siempre sin evidencias enviaré mis mejores hombres al congreso y envía a la bruja aquí.
— Por supuesto, mi Alteza - El guardia había salido, pero minutos después la puerta fue abierta nuevamente.
— Usted dirá con que trabajo sucio, nos mancharemos las manos nuevamente - Expresó una mujer con canas y arrugas.
— Hipnosis Sobrenatural, quiero que los recuerdos y cada fracción de la vida de una Loba Blanca sean eliminadas, quiero que sea mía, que sea mi Reina y que mi pueblo la reconozca— Mientras el misterioso Alfa Rey hablaba los ojos de la anciana se habían vuelto blancas.
— Ella ni con hipnosis sobrenatural será tuya, ella ya es de él.
— Mátalo, lo quiero muerto y a ella la quiero conmigo - El Alfa Rey golpeó la mesa - Hazlo, tú puedes, no me hagas perder la paciencia y castigarte.
— Yo lo haré, voy a obedecer tu orden, pero te advierto que ella es una fuerza del Mal.
— Con más razón la quiero conmigo, quiero que prepares un brebaje de fertilidad, quiero mucha descendencia de ella, me ha quitado un cachorro, tendrá que darme 7 más en 72 horas estará aquí y quiero listo lo que acabo de pedirte.
— Así va a ser - Respondió la anciana abandonando aquella oscura habitación.
— Aún no te conozco loba y ya te siento mía - Murmuró el Alfa Rey que se mantiene en la oscuridad, ocultando su verdadera identidad y manejando a todos los Licántropos desde aquella silla sin necesidad de mover un solo dedo.
— Mientras tanto Killian ya había dado orden de que los pícaros y los desterrados recientemente realizarán patrullajes, el Beta sabía que su Alfa estaría cerca, así que después de ordenar a todos había tomado la decisión de recorrer aquel Territorio, pero no esperaba que alguien más lo acompañará - ¿Qué quieres Loba? - La cercanía de Lillith lo atormentaba por la marca de la loba en su cuello, la Loba hizo que detuviera sus pasos, puesto que se había colocado por delante de él.
— Pásame por encima si quieres continuar - Killian levantó una ceja y estuvo dispuesto a continuar, pero Lillith gruñó - Eres un - Pero antes de que terminará de hablar, Killian poso sus manos por encima de su boca.
— Vamos a lavarte tu linda boquita con cloro, ydeja de comportarte como una niña inmadura e insoportable - El Beta no tenía mucha paciencia y Lillith agotaba lo poco que tenía.
— Quiero hablar contigo— la loba había bajado sus defensas y el Beta también hizo lo mismo al notar que la loba estaba siendo sincera - ¿Detrás de la Hermandad hay algo más? - Lillith miró fijamente a los ojos de Killian cuya mirada combinada con los rayos del Sol era más hermosa - ¿Por qué tú siendo solamente un Beta puedes lograr la sumisión de todos, que más ocultas?.
— ¿Puedo lograr tu sumisión? - Killian se acercó a Lillith - Si es así, entonces puedo tener la certeza de que la sumisión de todos es mía.— Sus frías manos la agarraron de la barbilla.
— Seré tu sumisa por debajo de tu cuerpo, cuándo me hagas tuya y me marques, pero no seré sumisa jamás ante un Beta, pero si lo seré ante mi pareja, porque eres el Beta de la Hermandad, pero también eres mi pareja, en la Hermandad soy superior a ti en cuestiones de Parejas nos pertenecemos - Las palabras de Lillith hicieron que un escalofrío recorra el cuerpo de Killian mientras Lillith se remoja los labios entreabiertos de color cereza y el Beta se había perdido ante aquella acción de la loba.